La película es tan horrenda que a veces da vergüenza, repugnancia y asco.
El director trata laboriosamente de crear un intenso ambiente sexual, pero todo resulta tonto y poco plausible. La desnudez contribuye muy poco. Las insinuaciones de bisexualidad e incesto y los embarres con fluidos corporales sólo sirven para excitar al público.

Cierto es que no se mucho sobre al revolución socio-político-cultural (o lo que fuese)de 'Mayo del 68' y que Bertolucci tiene todo el derecho a recordar los sucesos a su manera. Pero uno también tiene el derecho a señalar no sólo la trivialidad de la película, sino también como ésta trivializa la historia.

El director sostiene que los tres chicos son jóvenes inmaduros cuando entran al apartamento y adultos cuando salen. Pero las razones de esta conclusión no están muy claras. La experiencia sexual es muy importante, pero no es el único criterio que define a la persona adulta. La visión del director en cuanto a lo que ser adulto significa es muy atractiva: mucho sexo, jugar a juegos acerca del cine, tomar el vino más caro de papá y pasar horas conversando "seriamente" (excesiva y superficialmente) acerca del arte y de la política mientras se permanece aislado del mundo.

En fin, el amigo Bertolucci nos presenta un bodrio asqueroso muy a su 'estilo'.

Quiza sea la mejor película de zombies que he visto, con personajes muy reales y cotidianos, en ningún caso héroes, tres o cuatro puntos buenos, acciones y situaciones medianamente realistas (si se produjese esa situación), buen guión y un final, también, bastante complaciente, en resumen y citando a Tatets: -"Es la película de zombies más realista".

Un film de ciencia ficción realizado en un solo espacio con las simples herramientas de uno de los guiones más inteligentes de los últimos años. Evidentemente ya se pueden olvidar de efectos especiales, acción a raudales o ritmo trepidante.

Siéntense a disfrutar de un curso acelerado de realizar cine de forma prácticamente artesanal pero con unos intérpretes en pleno estado de gracia que hacen creíble una historia simplemente increíble, donde se plantean todo tipo de interrogantes sobre los distintos pasos de los siglos. Una pequeña maravilla que demuestra que con buenas ideas es posible realizar proyectos interesantes sustituyendo presupuestos mastodónticos.

Toda la acción ocurre en una pequeña cabaña y con, únicamente, ocho actores. Desde el primer momento te engancha, y quieres saber más sobre la historia de John, quieres conocer dónde ha vivido y a quién ha conocido, e incluso, desde el otro punto de vista, hasta donde es capaz de inventarse o dónde se equivocará, aún así, no puedes apartar la atención de la pantalla en esos casi 90 minutos de puro cine.

Dos puntos negativos a criticar:

Quizá lo más interesante del filme es que nos plantea algo nunca visto (creo), la vigilancia continua de uno mismo producida por una obsesión paranóica.
El director ha puesto en marcha un impresionante despliegue técnico para conseguir una atmósfera cargante, construida a base de imágenes repetidas, obsesivas y oscuras como la mente de su protagonista.
La película pierde intensidad y al final deja una sensación insípida, desvancando la buena propuesta del director.

Bien, lo cierto es que vi esta película (si se puede llamar así) hará cosa de un año, y la verdad que ya tenía ganas de hacerle una buena crítica. Pero hoy, leí que se llevó el premio de mejor fotografía en el festival de San Sebastián, y me dije: -Claro, por que es lo único que tiene bueno. Y ya va adquiriendo carácter de tópico que a cada película que es un bodrio, se diga que tiene buena fotografía, en fin...

La hora y media de este tostón se basa en ver a la sirvienta hacer las tareas de la casa, ver los ataques de celos de la esposa del pintor, y ver como éste pasa toda la película mirando embobado a la sirvienta hasta que la acaba retratando. Ya está.

Es la película más pretenciosa que he visto en mucho tiempo. Intenta resultar profunda, compleja, existencial e incluso filosofal...cuando carece de guión, de historia, de esencia, de todo! Está totalmente vacía, estática...no ocurre nada! Una película no puede limitarse a la estética, tiene que ofrecer algo más.

Digo lo de la estética porque eso sí, es muy bonita. Los decorados, el vestuario, la ambientación, la música... todos maravillosos. Supongo que de aquí vienen las criticas tan excelentes que ha recibido. Pero es que es eso, no pasa de resultar un cuadro bonito, pero nada más.