Tras varios acercamientos al videojuego con FMV, Sam Barlow nos trae esta nueva historia original con todo lo aprendido y lo lleva un paso más allá, o mejor dicho, un paso más al lado.

En esta ocasión, tenemos el papel de un montador de cine con muchísimo material de varias películas que nunca vieron la luz, las cuales tendremos que ir reconstruyendo a través de los fotogramas que se nos presentan, eligiendo enlazar a otros distintos a través de los objetos y personajes que aparecen en pantalla. El objetivo: desentrañar los misterios ocultos que esconden estas películas y el incierto sino de Marissa Marcel.

En mi caso, y aunque a veces es una obra que brilla, descubrir Immortality y sus secretos fue más una tarea pesada con tintes aleatorios y con muy poco lugar para la sorpresa. Es difícil explicarlo sin entrar en spoilers, pero vamos a intentarlo:

Analizando la producción, podemos dividirla en dos aspectos: el lado espectador y el lado jugador.

Como espectador se disfruta y bien: una interfaz que acompaña a unas producciones interesantes, ambientación conseguida con música intrigante y unos actores que lucen y cumplen con creces (mención especial a Manon Gage, la actriz protagonista). No podemos obviar ciertas influencias lynchianas que harán las delicias de los más acérrimos. Es cierto que siempre querremos saber más y más sobre Marissa y sus secretos, siendo este el incentivo real de la obra.

Por desgracia, y aunque tiene su punto, es como jugador cuando descubres que la propuesta flaquea. Mientras innova lo suficiente en sus mecánicas, la imprevisible forma en la que te acercas al juego, dado que no hay ningún orden correcto ni elemento de guía, marcará tu experiencia siendo esta más o menos satisfactoria decantando tu valoración final.

En mi caso, la mayor parte del tiempo, mi lado "jugón" estaba obsesionado con descubrir más y más material seleccionando objetos aleatorios de las escenas, sin dejarme disfrutar del verdadero punto fuerte del juego: prestar atención a las historias y a los detalles de las mismas. Esto, unido a descubrir el "momento eureka" en una etapa muy temprana, hizo que el resto del desvelado fuese un mero trámite tedioso para descubrir el enigma de Marissa Marcel. Aunque eso sí que merece la pena.

Jordan Peele ha conseguido una película muy sólida, una temática algo polémica pero dirigida con muy buenas intenciones, siendo pretenciosa lo justo.

No obstante, creo que ahí es donde puedo encontrarle un pero a la cinta. Durante todo el metraje me daba la sensación que yo mismo iba un poco por delante de la trama, y no soy ningún Sherlock. También es cierto, que aunque huyo de los trailers (no camiones) este me fue imposible de esquivar.

Argumentando según mi opinión: le falta riesgo y crudeza, ir un paso más allá. Aunque es siniestra y eso me gusta, las pistas que nos va dando el director son demasiado evidentes y dejan muy poco para la sorpresa. No obstante, se disfruta de principio a fin, y los leves toques humorísticos le vienen al pelo.

Muy recomendable.

Y no es que esto sea una mala mezcla, sino que simplemente esa fórmula con enormes aunque creíbles tópicos queda obsoleta pese a las grandes actuaciones presenciadas, cabiendo destacar la de los dos protagonistas adolescentes.

Un film que te deja un sabor dulce a la vez que seco. Una gran historia posiblemente universal bien narrada, completa, pero insípida.

Este es un PELICULÓN, y lo pongo en mayúsculas pues si la vieramos en una televisión pequeña seguro que pierde y mucho. Recomiendo verla en el cine o en su defecto, con calidad de imagen-sonido muy muy alta.

La cámara genial, los efectos enormes, las situaciones estremecedoras.
Eso sí, más falsa que un billete de 7€, pero tiene algo que la hace genial.

El tema de que el monstruo no sabes de donde viene, mejor, le da más intriga. Además, si buscais en internet vereis que hay muchos rumores e hipótesis, alargando la vida (nunca mejor dicho, pues parece segura una secuela) y creando expectación.

No marea, pero sí que agobia un poco, y esa es su misión. Sali del cine y tuvieron que pasar un par de horas hasta recobrar mi estado normal (hecho, que dice mucho a favor de la peli en cuestión).

Le pongo... un 8.4/10. Si el guión fuera algo más real y los personajes no tan de plástico, le daría un 9 mínimo. Ah, y sin olvidar esos primeros 20 minutos tan mal aprovechados...

No me perderé la secuela.

Vale, lo bueno por delante: Megan está bien diseñada y visualmente conseguida, lo cual es lo único que sostiene la película, técnicamente es muy correcta.

Ahora, vamos a lo que considero ramplón, soso e indigno:
Nada tiene sentido, y cuando hablamos de una película que precisamente está basada en una IA... es un insulto al espectador. Leves, muy leves reflexiones reales sobre los "peligros" de la inteligencia artificial. Un robot que literalmente se mueve como quiere, sin límites en sus articulaciones. En una escena están en el bosque con un clima soleado y alegre, a 100 metros simultáneamente es un bosque espeso nublado con ambiente opresor. Clichés de corporación sin escrúpulos y ejecutivos descerebrados. Etc, etc, etc.

Vale que hay un robot maligno controlado por una máquina, pero lo demás tendría que tener un poco de naturalidad, ¿no?

En definitiva, es una película tramposa: una serie B vestida de blockbuster escrita por una desinteligencia artificial.