Viendo esta película lo primero que se me pasa por la cabeza, y lo que tengo presente durante casi todo el metraje, es el inmenso trabajo que hay detrás. No quiero decir con esto que las películas animadas tradicionales no lo tengan, de hecho me gusta bastante ver el cómo se hizo de cualquier película y sé muy bien que las animadas llevan consigo un trabajo encomiable, pero en Chicken Run resulta fascinante ver el resultado.

Dejando este aspecto, nada intrascendente, a un lado tenemos una original historia que resulta entretenida. No obstante, hay algo que me llama la atención en la trama de Chicken Run, y es la relación entre los granjeros. Durante toda la película la mujer grita, desprecia, insulta e incluso golpea al marido (creo recordar que al menos le da una patada), vemos que desde el principio el hombre tiene pánico a su mujer, que lo tiene acojonado perdido. Puede que a algunos les parezca una tontería, que para otros pase desapercibido y que a muchos les haga gracia, pero imaginémonos que la situación se produce a la inversa y es la mujer la que sufre esos maltratos. ¿Es conveniente banalizar estas situaciones?.

Joder, hay que se cabrón. Uno no puede querer sanidad pública y que los niños pobres de Brasil puedan salvarse la vida en los hospitales sin ser un sádico cabrón, es que una cosa implica la otra (como muy bien refleja la película).

Menos mal que están los jóvenes norteamericanos para eliminar al cabrón sádico y salvar a la humanidad de este tipo de ideas.

John Stockwell y Michael Ross, dos tíos viajados y estudiados, saben muy bien cómo es el mundo. Por eso reflejan tan bien a las brasileñas como putas o con tanga tomando caipiriñas y a los brasileños jugando al fútbol o casi como caníbales que secuestran lo que ellos llaman gringos amarrados a un palo como si fueran cerdos encima de una hoguera. Les faltó poner a Ronaldinho tomando natillas y diciendo "repetimos".

Y qué me decís de las diferencias físicas. Joder, si el protagonista norteamericano (paternal, valiente, protector e inteligente) es todo un Adonis. Normal que se le vea todo el rato rodeado de rubias enseñando tetas y culos.

Definitivamente los norteamericanos son una raza superior, y lo mejor que pueden hacer es no salir de su país, porque todos los que estamos fuera de él somos unos BÁRBAROS.

Mira que la idea pintaba bien, una comedia sobre un árbitro de la liga española. Podría haber sido una película muy interesante, original y graciosa, pero en lugar de eso se queda en una cinta aburrida, simplona y sin absolutamente nada de gracia. Hablando claro, se queda en una bobada que no merece la pena ver.

En lugar de centrarse en los propios problemas derivados de su profesión se orienta hacia unos enredos amorosos, que no interesan a nadie, y hacia chistes ridículos que hacen de todo menos gracia (los apellidos del protagonista, las escenas del asistente fiestero…).

Lo que más jode es que un guionista de este país, en el que tanto se sigue el fútbol, no tendría que pensar mucho para poder hacer una buena comedia sobre un árbitro. Pero bueno, se optó por meter una historia de “cuernos” y una relación amorosa que eso sí, es candidata a ser la más insulsa y sin sentido de la historia del cine español.

¿Y si todo lo que vemos y sentimos es virtual? ¿Y si formamos parte de un programa de un ordenador la hostia de potente capaz de crear todo lo que nos rodea y de dotarnos de conciencia?.

Si así fuera la explicación a todo pasa porque somos el divertimento de algún niño capullo superavanzado. Lo cierto es que cobraría todo mucho más sentido: Las guerras, las crisis, el coronavirus, madrugar, Telecinco, el trap, los libros de Eloy Moreno, el lenguaje inclusivo, los atascos, los exámenes, las ratas, los remakes de Disney, Hitler, la peste negra, el aliento mañanero, el café de los aeropuertos, el precio de los zumos de naranja, las colas, las bodas... todo esto no serían más que elementos de tortura de una mente demoníaca de un ser equivalente a nuestro chavalín de 12 años.

Joer, va a ser que la película es filosófica y me ha hecho pensar más de la cuenta.

Lo siento, puede ser todo lo clásico que quieras, puede tener todos los gags que quieras, puede ser todo lo atemporal que quieras pero para mi Una noche en la ópera no pasa del cinco. Y prometo que intenté darle más. Pensé que bueno, la escena del camarote es mítica y me gustó, la frase de la parte contratante es más mítica todavía... pero no, no puedo engañarme a mi mismo.

Dejando a un lado esta película, creo que el humor es caduco, lo que le hacía gracia a nuestros padres no nos la hace en igual medida a nosotros, y lo que les provocaba carcajadas a nuestros abuelos menos aún. Lo mismo ocurrirá con nuestros hijos, nietos y así por los siglos de los siglos. Evidentemente, hay un humor universal que soporta el paso del tiempo. La escena de Charlot comiendo el pastel de la moneda en El gran dictador siempre será tremendamente graciosa. Yo veo las películas de Cantinflas y sí que me hacen gracia. Pero en líneas generales, el humor es, como ya he dicho, caduco. Por tanto, yo veo esta película de los hermanos Marx y no suelto una sola risa en la hora y media que dura.

Puede que haya un par de escenas que te gusten, que veas que son ingeniosas, pero nada más. Por lo menos es lo que a mi me pasa, igual soy un bicho muy raro, no lo se. Toda la película es una sucesión de diálogos y frases de Groucho del tipo:

"La cuenta de nuestra cena es una barbaridad, es un atraco, yo que usted no la pagaba".

"Estaba con esa señora porque me recuerda a usted,este restaurante me recuerda a usted, ahora estoy contigo porque me recuerda a usted, todo me recuerda a usted, excepto usted"

Y así una tras otra, una tras otra. No se cómo puede ser tan adorada por tantísima gente. Groucho con sus andares y sus frases llega a ser sumamente cansino ( ya podéis lincharme) incluso le llegas a coger manía. Ojo! hablo de esta película y para nada generalizo. Sé de sobra que es un grande y que su nombre está ligado de por vida al cine. Sin embargo, mentiría si dijera que creo que Una noche en la ópera es la comedia por antonomasia y una auténtica joya del séptimo arte.
Es un clásico. Un clásico repleto de gags, siendo un par de ellos ingeniosos.

Puede que en otra ocasión me conquistes Groucho.