Stanislav Grof, psicólogo pionero en el uso de psicodélicos en terapia o psicoterapia, definió los psicodélicos como el telescopio mediante el cual podremos explorar la conciencia. Este documental retoma esa sugerencia y saca del oscurantismo en que la investigación con diferentes sustancias ha estado sumida por décadas. El miedo que el uso de psicodélicos generó en la época de los sesentas, nos recuerda que el ser humano teme tres cosas, la muerte, los otros y la propia mente.

Hay bastante evidencia en el documental como para cuestionarnos el peligro real, desde un punto de vista científico, del uso de los psicodélicos y los posibles beneficios de su uso en entornos terapéuticos para atender una gran variedad de males mentales y sociales. Estas sustancias, como muestra el documental, han servido para mitigar el miedo a la muerte y acompañar a pacientes terminales en la último parte de su destino, a su vez han reportado importantes logros para ayudar a personas con depresión, ansiedad, estrés post traumático e incluso han ayudado a personas con adicciones a dejar o disminuir sus adicciones. El uso de ciertas drogas para dejar otras drogas parece contra intuitivo, pero los estudios muestran que estas drogas llamadas psicodélicos no generan ni adicción biológica o celular ni tampoco son sustancias tóxicas, y su alta capacidad para permitirle a los usuarios conectar con aspectos profundos de su propia mente y facilitar su recuperación.

La pregunta del documental es una pregunta muy actual y pertinente, ¿Pueden estar sustancias ayudarnos a mejorar la calidad de vida y la salud mental de los seres humanos? ¿Son estas sustancias equivalentes a otras drogas como heroína, cocaína? ¿Son verdaderamente el alcohol o el tabaco, sustancias no ilegalizadas, tan inocuas para nuestra salud? ¿Se ha logrado algo positivo con la guerra contra las drogas? ¿Las razones de prohibir estas sustancias son realmente justificadas y legítimas desde un punto de vista científico apegado a criterios de salud mental y pública?

Si buscan respuestas a todas estas preguntas, este documental puede orientarlos.
Su narrador Michael Pollan, autor del libro homónimo, los acompaña con lucidez e información tanto científica como cultural e histórica a lo largo de este documental tan necesario y pertinente.
¿Tenemos los seres humanos derecho a explorar nuestra propia mente y descubrir nuestras propia espiritualidad y salud mental más allá de los canales ortodoxos establecidos por las autoridades vigentes?
Vean el documental y respondan por ustedes mismos.

Soy filósofo y me he especializado en bioética, parte de mi formación consiste en leer textos tanto de ética como de ciencias cognitivas y neurociencias, fisiología, sociobiología y temas por el estilo, y me da mucha satisfacción encontrar un documental que sea capaz de sintetizar de manera bastante acertada y sencilla muchos de los grandes avances en estas materias.

Entrevistan a diversos especialistas, muchos de ellos internacionalmente reconocidos. A cualquier persona interesada en el funcionamiento de la mente humana como un medio para comprenderse a sí mismo y ser capaz de tomar mejores decisiones, entender la raíz de muchos de sus problemas y encontrar vías óptimas y eficaces para resolverlos, sanar heridas, curar traumas, este documental es altamente recomendable.

Toca temas desde cómo funciona el cerebro adolescente, y si eres adolescente o un adulto con hijos adolescentes, este capítulo te interesará, hasta por qué el cerebro humano es tan fácil de manipular y cómo evitarlo.

Revisa también los estudios que se han hecho sobre psicodélicos y sus usos terapéuticos así como sus riesgos, o sobre la gran importancia de la meditación o como opera la ansiedad y cómo podemos combatirla.

La frase socrática de: "Conócete a ti mismo" no ha perdido su legitimidad, este documental puede ayudar a ese autodescubrimiento.

Se ha hablado mucho respecto de la frontera entre México y EEUU, pero muy poco de la violencia, explotación, miseria y abandono de la frontera sur de México. Esta película retrata de manera clara, aunque tal vez moderada, la terrible situación de la frontera sur de México.
La película tiene un muy buen ritmo, excelentes actuaciones, y un guión muy sólido. Personajes bien elaborados y situaciones fuertes muy bien presentadas. Es un buen trabajo cinematográfico de un gran contenido humano y social. Visibilizar las lamentables condiciones a las que se ven expuestos los inmigrantes y sobre todo la explotación de mujeres, donde tanto los representantes de la ley, el "narco", los "maras" y hasta representantes del orden de origen estadounidense, están explotando física, económica y psicológica mente a miles de personas ya de por si marginadas.
En resumen, una historia realista y conmovedora muy bien dirigida por Luis Mandoki. También es digna de mención la sublime actuación de Greisy Mena en el papel de Sabina Rivas.
Muy recomendable.

Todo, o casi todo, en esta película es mediocre (salvando los top less y los aspectos técnicos). Los personajes son planos e inverosímiles: tontos movidos por el deseo... (si, la testosterona puede mucho pero no para esperar siglos y con tanto sacrificio). Hay niñitos “yupies” o “pijos”, crédulos, infantiles y mimados, pero no a tal punto, lo cual en vez de generar empatía por el personaje quisieras que lo quemaran o que lo aplastaran por ser tan imbécil. La chica mueve pelotas es mala, pero que muy mala, lo que resulta obvio y chocante (algo más complejo y tergiversado sería más creíble). Todo es radicalmente amarillista y dramatizado, lo negro es muy negro y lo blanco muy blanco... que realidad tan simple y bobalicona se han creado en este guión de cuarta, o mejor dicho, de un guión tan típico de las películas comerciales de Hollywood, solo que ambientada en sur América y de tipo drama social. Las actuaciones son apenas pasables, y si a eso le agregamos una dicción cerca de lo subnormal... Bueno, que pongas subtítulos entonces. No es sólo que los localismos tengan su lugar, es que aún conociéndolos son inteligibles. Todo me pareció un cliché evidente y simplón.

Es sorprendente que la seducción y el erotismo puedan ser tan soporíferos. Las actuaciones son verdaderamente mediocres y el hilo conductor se rompió al inicio de la película. Entre la irrealidad de las historias (o fantasía en algunas ocasiones), la imbecilidad de los personajes masculinos y la falta de pasión, lo que sucede es que termina uno por aburrirse. Si no fuera por la hermosura de las locaciones, las actrices, la fotografía, los escenarios y alguna que otra cosilla que ahora no recuerdo, la película sería del todo olvidable.