No me atrevo a decir que Ousama Ranking sea un mal anime, tiene demasiadas cosas buenas para decir tal cosa, pero tampoco lo puedo catalogar como “bueno”, aunque en un primer momento aparenta serlo.

El estilo de dibujo me pareció arriesgado e interesante. Un dibujo de estilo infantil, reminiscente de dibujos animados de épocas pasadas, pero con características únicas y peculiares. Creía que esto sería uno de esos animes que hablan de temas un poco turbios, un poco oscuros, un poco profundos… Pero al final ha resultado ser lo mismo de siempre.

Un “héroe” bueno que nadie cree en él, que consigue habilidades increíbles básicamente de la nada. Una historia que desemboca en ñoñería extremadamente positiva y en felicidad desmesurada.

El diseño de personajes y sus historias individuales están bastante bien, aunque hay demasiados personajes para lo que aporta cada uno. La trama sufre de distracciones que no llevan a nada, como el propio Ranking que nombra la serie. ¿Aporta algo? No parece afectar en nada.

Se me hace raro la gran positividad que se muestra hacia el final de la serie cuando llevan todos los episodios enseñando como el pueblo, la gran mayoría de los habitantes de ese mundo, son gente baja, traicionera y mala persona. Capaces de burlarse y reírse de su príncipe a diario en su propia cara. O mejor aún fueron los pueblerinos que conoció Miranjo y su madre…

¿Cuál es el mensaje? ¿Perdona a todo el mundo no importa qué hagan?
¿Cuál es el objetivo de los personajes? ¿Ser rey? ¿Servir a un rey que sea bueno para el pueblo? ¿Ser feliz?

En general no me han parecido muy consistentes los personajes. La historia, pese a seguir un rumbo, Bojii en su camino a ser rey, deambula de manera cada vez más farragosa. La amistad entre Bojji y Kage pasa de 0 a 100 en cuestión de horas, y llega a límites de vergüenza ajena cuando Kage lo idolatra como si se tratara de un niño tonto, muy lejos del “bandido” que conocemos al principio.

La extraña mezcla entre “fábula infantil” pero con “temas serios y adultos”, pero al final “son dibujos animados para repartir amor y felicidad” no me ha terminado de convencer.
6/10 porque es entretenido, el estilo de dibujo y la animación son buenos/interesantes y tiene algunos conceptos destacables. Pero finalmente no llega a ser realmente destacable.

Tras un tiempo de la sobreexplotación del género zombi, se estrena este anime sin mucha pretensión de ser relevante en este mundillo. Habiendo visto solo 7 capítulos (ya han aparecido todos los personajes principales) me hago a la idea de que esta serie es, principalmente una comedia con poca gracia. Un drama sin interés. Un romance basado en el ecchi más insulso. Y unos zombis que tienen de todo un poco y ninguna personalidad propia más allá de sangrar arcoíris. Entretenida de ir viendo por la espectacularidad de sus imágenes, pero vacía tanto por sus personajes como por los mensajes.

La combinación de problemas de la vida adulta, como el estrés laboral, con las tonterías propias de los adolescentes como alegrarse porque el mundo haya acabado para no tener que ir a currar, arriesgar la vida para robar una tele o intentar mojar con la primera que te cruces, hace que me resulte muy complicado considerarlo un seinen, o algo que alguien con más de 15 años vaya a disfrutar realmente. Aunque muchos hemos fantaseado con la idea de ser el más pro en un apocalipsis zombi para no lidiar con los problemas de la vida real, me parece que aquí se pasan con esa idea de evasión de la realidad, tanto que le quita peso a nada de lo que ocurre. Incluso en Highschool of the Dead, de más que limitada calidad, el peligro zombi y la necesidad de sobrevivir se sentía más palpable.

Hay otra extraña combinación referente al peligro que suponen realmente los zombis. Por una parte, los personajes secundarios pueden morir tras un par de segundos en pantalla, pero por la otra el protagonista es capaz de saltar desde un tercer piso, correr como una gacela, conducir una moto como dios sin haberlo hecho antes… El apocalipsis zombi es divertido, pero cuidado que en cualquier momento te puedes morir. Esa es, en definitiva, la premisa. El protagonista cuenta con morirse pronto pero quiere aprovechar el tiempo y cumplir todos sus objetivos en la vida, por muy superficiales y fugaces que sean.

La presentación es fluida y colorida. Absurdamente colorida. A veces puede resultar bastante impresionante, pero, a mi parecer, se exceden. Se muestra igual de épico el saltar 15 metros para huir de una horda de zombis que cuando el protagonista se pone una camisa.

Una vez visto que la mayoría de personajes secundarios van a morir nada más aparecer en pantalla, no puedo evitar sentir que es una pérdida de tiempo intentar entenderlos con la poca información que se da de ellos. Antes de que te hagas a la idea de quién son ya han muerto sin que le importe a nadie. El protagonista, de momento, sigue riendo y bebiendo cerveza como si nada.

En mi opinión, este anime puede ser entretenido para un público adolescente masculino (principalmente) que solo consuma el anime más actual (aunque la emisión se ha paralizado actualmente). Es muy sencillo, tiene una presentación colorida, animación fluida, personajes planos que no les harán cuestionarse absolutamente nada, cierta cantidad de ecchi gratuito y violencia zombi muy soft. Perfecto para los que solo quieren pasar el rato sin hacer caso de la historia o interesarse por los personajes.