Interesante película en blanco y negro sobre una joven que regenta un bar de carretera junto a su marido (notable interpretación de Roger Pigaut), tras haberse casado con él cuando este ha tenido un accidente que le ha obligado a dejar su oficio de camionero. Pero el marido -traumatizado y aquejado al parecer de impotencia, aunque no queda del todo claro- padecerá unos celos cada vez más enfermizos. Brigitte Bardot está jovencísima y guapisíma y aun no va teñida de rubio, como lo haría un año más tarde en "Y dios creo a la mujer", el descomunal éxito donde se fijó su imagen icónica. Casi todo ocurre en un bar gasolinera y es un placer ver a esta joven Bardot, ver como anda, siempre tan erguida, tan grácil y encantadora, y esa cara tan aniñada y bonita que tenía. En fin, es una película que se deja ver y que debido a sus toques tormentosos y de cine negro me ha resultado más interesante que otras películas de BB más ligeras y escoradas hacia la comedia romántica. Como dato curioso, constatar que el diseñador de producción es Alexander Trauner, famoso por haber trabajado en "Rififí" y muchas películas de Billy Wilder, entre ellas "El Apartamento".

Hasta que acaban construyendo la bomba atómica y la lanzan por duplicado sobre Japón la cosa se sigue con bastante interés; pero a partir se ahí la película se me ha hecho larguísima y aburrídisima, y no me ha quedado más remedio que darle a la tecla Forward hasta plantarme prácticamente en el final. Conclusión: a pesar de la buena reconstrucción de época, el buen look visual, y la narrativa elegante (casi siempre hay una música de fondo que es como un pegamento que lo une todo), el megalómano Nolan ha vuelto ha hacer una película insoportablemente larga y a la que le sobran por lo menos tres cuartos de hora (de cansinos diálogos sobre todo) en la parte final. Cómo añoro la concisión y capacidad de síntesis de las películas del Hollywood clásico de los 40 o 50.

La he tenido que ver en tres tandas, pues me resultaba insoportable. Esta película sobre una adolescente que es abandonada por su madre y se ve abocada a la prostitución es la más dura y deprimente que he visto en mi vida. Una experiencia realmente traumática y dolorosa. Incluso "Sin techo ni ley" de Agnes Vardá me pareció menos dolorosa. Pero es una gran película a pesar de todo.

En esta segunda película de su carrera un precoz Bertolucci de solo 22 años se inspira en los modos de la Nouvelle Vague y en el Godard más pizpireto, bombardeando al espectador con un montaje alejado de las convenciones, y haciendo uso de constantes primeros planos, zooms, y otros imaginativos movimientos de cámara. ¿Y para contarnos qué? Pues una historia bastante aburrida y supuestamente poética (y con un poco de morralla política marxistoide y pretenciosa de por medio) que se me ha hecho interminable. Lo mejor: los bonitos escenarios de Parma y alrededores filmados en blanco y negro por el mismo director de fotografía (Aldo Scavarda) de la genial La Aventura.

Una buena película basada en el caso real de dos jóvenes que asesinaron gratuitamente a un niño con el fin de demostrar su superioridad intelectual y desapego de la moral instituida. La fotografía en B/N y Cinemascope, y las interpretaciones son estupendas, pero a diferencia de lo que dice casi todo el mundo, el final ni me ha convencido ni me ha conmovido, pues el crimen es tan atroz que sus psicópatas autores no me han despertado la menor simpatía ni compasión.