Me voy a dignar a hacer la reseña de esta mierda porque una película así es digna de que tenga al menos una.
Película dirigida por el prolífico y casposo director Godfrey Ho, que se caracterizaba por introducir escenas antiguas suyas, en sus producciones más nuevas.

La trama en si ya tiene “bemoles”, uno de los protas sale de la cárcel y su misión es vengarse de la mujer que lo traicionó, la cual es jefa de la mafia y esta aliada con otro malote, el cual tiene un sacerdote que manipula a unos vampiros, pero lo mejor de todo es el personaje y héroe de la película, un pibito que se transforma en un superhéroe con un traje de papel albal y un casco de motorista plateado, no está claro lo que es, pero solo verle en pantalla merece la pena esta película.

El film es una basura infumable, es un refrito de todo lo que molaba en esta época, hay artes marciales, hay vampiros, hay ninjas y lo mejor de todo, hay VAMPIROS-NINJA, luego nos encontramos encuadres y planos de vergüenza, actores y situaciones peores que pegar a un padre, peleas malas, vamos que un peliculón.

Por último y no por ello peor, una pequeña mención a los vampiros, representados como unos tíos con la cara azul, que se mueven dando saltitos a lo canguro y que cuando pelean parecen momias bailando.

Una película más, de esas que llenaban las estanterías de los videoclubs de los 90, llena de acción y de actores malos. Tras el éxito de la película Kickboxer de Jean Claude Van Damme, surgieron diversas producciones que querían copiar y aprovechar el tirón, que de una manera generó en los adolescentes de la época.

Película protagonizada malamente, por el soso y experto en artes marciales Loren Avedon, que tras un acontecimiento triste en su juventud, viaja a Tailandia para perfeccionar sus técnicas de lucha a manos de un maestro retirado, para poder vengarse de su enemigo en combate singular, os suena a Kickboxer ¿eh?. El villano de la función es Billy Blanks, otro experto en artes marciales de la época que también se le solía ver en este tipo de producciones de serie B.

Película floja en todos los sentidos, repleta de acción, donde lo mejor son los últimos diez minutos.

Tercera película del director Benjamín Rocher, primera en solitario, que se inició en el mundo del cine con una obra mucho más interesante que este thriller, me refiero a La Horda, película de infectados muy disfrutable.

En este Escuadrón de Élite nos encontramos a Jean Reno como protagonista y jefe de un grupo de policías que tienen unos métodos de trabajo poco sutiles y tienen como misión resolver el caso y atrapar a unos ladrones de bancos.

El cine francés normalmente tiene producciones cuidadas y de gran factura técnica, intentando acercarse a las norteamericanas, en este caso no lo consigue, la trama es bastante plana y poco original, los personajes tienen poca historia y nos da igual lo que les pase a la mayoria y esos toques de humor francés que aparecen especialmente al principio de la película, no pega mucho con el resto que nos quieren mostrar. Lo mejor, algunas secuencias de acción y su duración, lo que hace que pueda verse con facilidad.

Si te cruzas con esta peli, déjala y será mejor que vuelvas a ver The Town o Heat.

Película dirigida William Kaufman (Sinners & saints), uno de esos directores “malunos” que están especializados en producciones directas a la televisión y protagonizada por Charlie Weber (Como defender a un asesino).

La trama se centra en un grupo de soldados estadounidenses que ven asaltada su embajada por un grupo de terroristas islámicos y sus peripecias para salir de allí.

Me acerqué a esta mediocridad solo y únicamente por el aliciente de ver a Scott Adkins y he de avisar que es secundario y su aparición es más que mínima. La película es simple y sin originalidad y tiene como era de esperar una dirección, un guión y unos actores bastantes malos y la acción se reduce a mucho tiro sin gracia ni espectacularidad y unos efectos bastante malos.

No la veáis, que ya la he sufrido yo por vosotros y dedicad ese tiempo a hacer un puzle o ver alguna otra peli mejor.

Parece ser, que este es el episodio piloto que el director Shane Black ha hecho para la productora Amazon, con la idea de realizar una serie basada en unas novelas, que nos cuentan la venganza de un soldado al encontrase a su hermano muerto cuando vuelve a casa tras la guerra civil.

En este episodio de 60 minutos, nos podemos encontrar todos los clichés del género, pero de una forma demasiada moderna para mi gusto, parece más un estilo videojuego que otra cosa. Tiene cosas buenas, como la fotografía, los escenarios, el vestuario y los actores, que hacen una labor más que decente, pero ni aun así, esta versión de western molón, no hace que le pongas el más mínimo interés de lo que estas viendo.

Me resulta una propuesta fallida, me parece todo demasiado exagerado, las situaciones, las reacciones, la violencia,… todo ello hace que no te la puedes tomar en serio.
Por lo que parece este primer capítulo no ha tenido buena acogida entre el público y es más que probable que no se haga una temporada completa.