No me cae bien Branagh. Ni como actor ni como director. Siempre exagera sus interpretaciones y su mano en la dirección. Pero aun así y después de ver los premios y el atractivo tráiler me animé anoche a ver Belfast. Tal vez estaría equivocado.
Y la verdad que, aunque me mosqueé un poco con el tour turístico inicial, he de reconocer que los primeros 30 minutos parecían ir en la buena dirección. Un contexto más que interesante (el maldito conflicto irlandés), una fotografía muy bella, canciones de Van Morrison, un muy buen reparto actoral, escenas potentes...
Pero a partir de mitad de película el discurso ya está dicho (qué bonita y chupiguai mi infancia a pesar de todo) y sólo queda repetir hasta la saciedad. Y cuando digo la saciedad me refiero a que acaba dando arcadas de tanta moralina, tanto buenismo. Y en lo formal, lo mismo: tantos contrapicados y planos forzados. Una cosa es idealizar la infancia y otra directamente mentir (¿clases mixtas en aquella época?) o exagerar (no se puede tener unos padres más guapos, no pueden ser más malotes los malotes). El niño pasa de ser gracioso a repelente. El abuelo de entrañable a pesado. Las escenas emotivas, carentes de emoción. Todo por exagerar, que es lo que pierde a Branagh generalmente.
Mal diseño de personajes. Mal guión. Buen material desaprovechado. Una trampa pensada milimétricamente para los Óscar. Pero no merece. Para nada.
Y detrás de todo...Branagh.
Ahora me cae peor.

No hay ni un personaje masculino que se salve. Los nuevos enemigos universales no son los nazis, somos los hombres. Esa corriente que inunda el cine, en parte con razón, aquí está en lo alto. Supongo que Pakistán debe ser bastante así, lo cual, juntamente con el deprimente paisaje (hasta la supuesta playa paradisíaca da bastante asquito) hace que se me quiten las ganas de aconsejar viajar allá a mi hija.
La peli es lenta. Innecesariamente lenta. Y se pierde formalmente conforme avanza transitando entre el género thriller, social y algo de terror (muy poco). Además la resolución no la entendí o no está muy bien explicada. Se salva que está bien ver otras realidades, especialmente para apreciar cosas que aquí tenemos y que no están en todas partes. Y que es una ópera prima. Animo a su directora a seguir.

Estéticamente es realmente curiosa. Y tiene algunos gags muy conseguidos. El problema reside en que es bastante reiterativa y eso hace que al final ya no surtan efecto ciertos trucos. El humor koreano tiene su punto, pero hay una distancia cultural que le lastra. Estoy seguro que si fuese koreano me hubiese hecho más gracia. Debe ser difícil traducir los juegos de palabras y que no se resienta el humor.

No soy weird. Digo esto porque la he visto en el pack La Noche Más Weird del Festival de Sitges, a eso de las 2.30 de la madrugada de un día laborable. Un horario en el que...o te ofrecen algo con chicha o las cabezadas están garantizadas (de hecho mi acompañante las dio).
Pero para mí tiene chicha. Para empezar una estética retrofuturista bastante personal con unos escenarios impresionantes y una fotografía quemada en blanco y negro muy interesante. Quizás peca un poco de grandilocuente pero no es para menos con un argumento como la inmortalidad. Una grandilocuencia amplificada por una banda sonora synthwave oscurísima muy apropiada. Pero si he de destacar una sensación es lo intrigante que me parece. Y eso me gusta. ¿Quienes son esos enigmáticos hermanos? ¿Y esa secta femenina?. Y lo que me más me ha desconcertado es el formato de esa pelea entre los protas. ¿No estábamos hablando de una peli seria? Eso y el final WTF!! también me vale.

La película es para mi un 5, pero le doy un punto más por la valentía.
Se me ha hecho un pelo larga. Creo que la premisa da mejor para un cortometraje que no para una peli. También pensaba que no iba a ser tan "blanca". Es perfectamente apta para todos los públicos. Eso no es necesariamente malo, porque permite que se acerquen todos el mundo. Pero esperaba más profundidad, más subtramas, más conflicto adulto.
Dicho lo cual, es una bendición que existan directores como Pablo Berger que arriesgan (animación, muda, animales y robots?, ochentera...), que trabajan desde el corazón. Es una película muy bonita. En lo formal es una delicia. Ese mundo animal riquísimo (felicidades al equipo de animación), ese N.Y. tan real, esos personajes tan bien trazados, también el sonido, el score. Y en el contenido, lo que quiere contar es simple pero muy hermoso. Mucha poesía.

Esta peli le va a sumar a Berger. Le va a dar más prestigio. Y le deseo un largo recorrido comercial.
Espero la siguiente.