Una miniserie que retrata con gran acierto esa etapa hipócrita, oscura y cruel, de la España de postguerra. Entrega muchos minutos a la parte de la compleja relación entre Gabino y Lázaro; el odio que destila en la sociedad, aquello que es diferente, siendo en muchos casos... igual. Ese miedo a la crítica, a la censura exterior de quien te rodea.

La búsqueda de una felicidad esquiva, que alguno no supo entender, quizá por no haber vivido lo que supuso esa época tan lejana, incómoda, a la vez siniestra. No hago referencia política, porque la serie solo roza esa circunstancia, aunque en gran medida lo impregne todo.

Tampoco tiene ese aire de telenovela que alguien cita. Es una serie cuidada, fabricada con los resortes de Netflix, administrando los aspectos artísticos con elegancia.

Trabajo de actores perfectamente resuelto y eficaz.

Con 22 años, Leo vive al límite, en una vida dura, ejerciendo la prostitución masculina; ha conseguido mantenerse al margen de la suciedad que le rodea. Todavía no se ha emponzoñado, y de alguna manera mantiene sus ideales.

Muestra un pequeño apunte de locura, de peligro, tal vez de riesgo y marginalidad creíble, que satisface cuando tropiezas con ello; porque se aleja de todo eso que ves a diario.

De pronto recordé situaciones donde lo que te rodea es alcohol o drogas, que permiten anestesiar tu entorno de vigilia, que se va combinando con las horas de sueño, en un fundido inseparable.

Contiene secuencias profundamente conmovedoras y significativas... Búsqueda de afecto, ternura... poder sobrevivir en un contexto hostil.

Muy buena.

Movistar+ crea series muy interesantes, independiente al género. MARBELLA es un producto perfectamente elaborado; los personajes tienen un perfil bien definido, adentrándose en esa supuesta mafia marbellí, donde tanto el narcisismo de los poderosos, como la corrupción, el sexo, el alcohol, descontrol en fiestas, drogas, forman parte de su impulso más abyecto.

Bien interpretada, aunque sus caracterizaciones jamás resulten brillantes; todos se encuentran perfectamente ajustados y en equilibrio; sin olvidar el motivo al que dio origen, mostrando las cloacas de esa sociedad donde el lujo tapa la más absoluta inquinidad.

Profundamente entretenida, si para ti, las persecuciones, tiros y acción, no son la base de tu entretenimiento y sí lo es el perfil psicológico de unos personajes absolutamente degradados

Nunca pensé que podría entretenerme tanto y que la encontraría tan deliciosamente apetecible, con ese humor negro, bien trenzado, a través de personajes que se definen por una trama resuelta con astucia.

Maggie Smith, brillante, en un personaje en el que encaja totalmente. Todo gira en torno a sus peculiaridades a la hora de que la familia se acople, y de ello se encarga cueste lo que cueste, resolviendo con una soltura macabra, los incidentes que se van presentando.

La base de la película, es un guion de escasa complejidad, pero profundamente efectivo, dirigido con eficacia por Nial Johnson.

Un siete es una nota muy alta, pero dentro del género al que pertenece, y por lo bien que me ha entretenido, me comportaré con generosidad. Vamos a descorchar una gaseosa.

Tomás es un director de cine que mantiene una relación en apariencia sólida con Martín. Cuando conoce a Agathe, sus seguridades hasta entonces, se descolocan y comienza a vivir con ella.

Martin, es maduro, generoso, ama a Tomás, pero acepta la nueva situación de su ex... Y a partir de ese momento comienza una batalla emocional, donde lo que menos parecen importar son los sentimientos, los afectos; dentro de ese universo de egoísmo, inmadurez y egos enfrentados poniendo en juego el amor.

Bien dirigida, con estupendo ritmo, sugerente; donde las relaciones personales muestran lo de siempre, narrado desde esa otra vertiente, menos convencional.