Esta versión de la recontra clásica obra “Mujercitas” me resulto muy larga y aburrida. Muchas escenas sin terminar, saltos en el tiempo sin explicación alguna y las historias de las protagonistas poco entendibles. Es la versión más alejada del contenido del libro, lo que hace que la película resulte floja. La historia se me hizo larga en varios tramos y los personajes van perdiendo fuerza y consistencia a medida que avanza la trama.
La versión anterior de 1994 me resulto más natural y realista tanto desde el desarrollo como de las actuaciones. Me resulta muy falso como Laurie (Chalamet) puede estar súper enamorado de Jo (Ronan), y de la nada casarse con su hermana Amy (Pugh). Lo mismo con Jo que amaba con locura a Laurie y de la nada se da cuenta que quería a su profesor. Todo ese desarrollo de la historia me queda muy desconectado e inverosímil y en líneas generales me pareció la adaptación más floja de una obra histórica.

"Crossroads" es una película hecha para los amantes del blues, una típica película ochentera en cuanto a vestuario, protagonistas y temática. Me decidí a verla porque el blues es un ritmo que me sienta bien, me gusta oírlo y porque las "road movies" son una debilidad. Lamentablemente poco y nada he podido sacar de ella, una historia que pintaba linda pero que termina siendo soporífera y enmarañada.
Eugene Martone (Macchio) es un chaval que quiere llegar a ser un gran guitarrista de blues y para ello se propone buscar a Willy Brown (Seneca), uno de los grandes del genero para que le enseñe a ser el mejor, y al mismo tiempo dar con la canción que no pudo entrar en un disco de uno de sus ídolos. Brown está alojado en un acilo de ancianos de la ciudad, al cual Eugene visita para encontrar a su ídolo, el cual le propone que si lo ayuda a escaparse de allí le enseñara a tocar esa canción perdida. Así arranca el film, sin ser nada del otro mundo la historia tiene algo de enganche, pero a medida que transcurren los minutos todo se va volviendo inverosímil y absurdo, hasta llegar a un final bastante ridículo y sin sentido.
Las interpretaciones son bastante flojas también, destacándose (para mal) Ralph Macchio, que hace el mismo papel que en Karate Kid pero sin artes marciales. Macchio, un actor limitadísimo que solo parece poder hacer el personaje de muchacho atolondrado. El resto del elenco lo acompañan sin nada destacado que ofrecer, Joe Seneca cumple con lo justo y todavía no entiendo que función cumple en la historia el personaje de Jami Gertz.

Vaya tontera se acaba de mandar Netflix con este remake, una tontera más a una lista que ya se antoja larga. La historia es de lo más sonsa, las actuaciones bien flojitas y el guion de risa. El film desde el comienzo es un sinsentido tras otro, lo que ya comienza como algo inverosímil se va volviendo cada vez más inverosímil y forzado con el correr de los minutos. ¿A qué me refiero con inverosímil?, a lo siguiente: ¿En serio una chica sin trabajo se puede alquilar un semipiso que debe costar unos buenos euros en pleno Madrid? ¿Dos personas que ni se conocen personalmente van a enamorarse de la nada, solo por conversar una vez con pared de por medio? ¡Vamos joder!
Valentina (Aitana) es una joven pianista que se prepara para una audición tocando el piano a diario en su nuevo departamento. Al otro lado de la pared de su piso vive David (Guallar) un amargado y solitario vecino que necesita silencio absoluto para desarrollar su trabajo como inventor de juegos. El problema es que la pared que une ambos departamentos es hueca, no tiene insonorización por lo que se puede escuchar todo lo que ocurre del otro lado de la misma. Si partimos de esta base, no está mal para hacer una comedia romántica, ya que se podría generar una buena trama principal entre los dos vecinos protagonistas y, a su vez, interactuar con sub tramas como saber del pasado de ellos. Pero lamentablemente nada de ello ocurre, la historia principal resulta forzada y demasiado repentina, todo ocurre de inmediato sin que logre que nos creamos que entre ellos pudo haber surgido amor, a esto hay que agregarle que Aitana como actriz es una buena cantante ya que realiza una interpretación pésima, casi amateur. Guallar en cambio se defiende un poco más y al menos logra que su personaje sea querible porque se nota que detrás de su carácter huraño y rancio, esconde dolor. Con respecto al pasado de ambos, solo se lo presenta, pero sin profundizar en nada, de Valentina sabemos que se separó de su ex novio sin tener la menor idea como se conocieron o que llevo a la ruptura, y de David directamente es vergonzoso por parte de la guionista que viendo que esconde una historia trágica solo se le dedique un dialogo superfluo en una escena.
Una pena que se pongan a hacer películas de un género (comedia romántica) que puede ser aprovechadísimo, con tanto nivel de amateurismo e infantilismo.

Probablemente nunca vivamos en un mundo perfecto, pero por suerte pese a ello, podemos disfrutar de películas que muchas veces rozan la perfección. Tal es el caso de "Un mundo perfecto", una cinta que pintaba para ser una dura película de un ex convicto que secuestra a un menor, y termino siendo una de las road movies más conmovedoras que he visto.
Clint Eastwood venia de triunfar en los Oscars el año anterior con "Sin perdón", film que fue un exitazo de taquilla y le valieron numerosas nominaciones y premios de la Academia, entre ellos el de mejor película y mejor director. Kevin Costner venia de triunfar en los Oscars 3 años antes con "Danza con lobos", otro film que también fue un exitazo de taquilla y que le valió múltiples nominaciones y premios de la Academia como el de mejor película y mejor director. No siempre dos más dos da cuatro en artes que no sean las matemáticas, pero aquí vaya que si lo dio. Un gran actor como Costner sumado a una leyenda de Hollywood como Eastwood dio como resultado una gran película que siento que ha quedado injustamente olvidada con el paso de los años.
Butch Heynes (Costner) es un peligroso asesino que logra escapar de prisión junto a un violento compañero y en su huida ingresan a una casa de un vecindario de los suburbios, llevándose de rehén a un pequeño niño de ocho años que vive con su madre y hermanas. Lo que podría resultar una experiencia traumática y aterradora para el chaval, termina convirtiéndose en la aventura de su vida debido a la gran afinidad que consigue con su secuestrador. El policía Red Garnett (Eastwood), un experimentado ranger de Texas, y la criminóloga Sally Gerber (Dern) se encargan de la persecución del convicto y su rehén.
El punto más fuerte del film es el lazo de amistad que nace entre el pequeño y su secuestrador; mientras el niño disfruta de una libertad que nunca tuvo y ve en Butch a la figura paterna que siempre le falto, el reo ve en Philip al hijo que nunca tuvo y le rememora la dura infancia que él vivió. Otro aspecto destacable es la gran interpretación de Kevin Costner, de las mejores de su carrera, y el maestro Eastwood aquí no luce su faceta actoral, sino que hace maestría de su talento tras las cámaras filmando con aplomo una de las películas más conmovedoras de la inolvidable década de los 90.

Casey Affleck dirige su primera película en este drama con tintes de genero apocalíptico. Ambientada en un mundo post-pandémico en el que las mujeres no sobreviven a un virus, el propio Affleck interpreta a un padre protegiendo a su hija, que es inmune al virus, en un mundo despiadado y caótico en el que trata de enseñarle no solo a sobrevivir, sino a tener valores, a mantener la humanidad. La premisa es buena pero la ejecución es lo contrario, el film resulta ser un bodrio absoluto en la gran mayoría de su duración. Affleck y la pequeña actriz que interpreta a su hija tienen unas destacadas actuaciones, pero no es suficiente para salvar el film que termina siendo un bodrio total.