Con este largometraje sobre el hombre de acero, se demostró que el cómic podía ser mucho más que un simple entretenimiento infantil. La adaptación de Superman a la gran pantalla resultó un éxito completo de taquilla y crítica, y sobre sus espaldas recae el peso de haber creado, como aquel que dice, el género superheroico cinematográfico. Del mismo modo que Superman fue el primer héroe de cómic, del que bebieron y en el que se inspiraron todos los demás, Superman The Movie es la inspiración para otras muchas cintas sobre enmallados combatidores del crimen. Y se lo merece.

Algunas, por no decir casi todas las escenas, tienen algo mítico que aún impresiona hoy en día. La presencia de Christopher Reeve llenaba la pantalla, y los efectos especiales fueron una revolución en su momento, y vista hoy en día no resulta rídiculo; es más, algunas de las escenas de vuelo son incluso más poderosas y creíbles que muchas de las que ahora mismo se recrean con CGI. Ver Superman, es como leer un cómic animado, los personajes parecen haber saltado de las páginas a la pantalla. Y por si fuera poco, la banda sonora de John Williams aporta una fuerza que, casi con toda seguridad, solo puede encontrarse en dos o tres películas más en toda la historia del cine, convirtiéndose casi instantáneamente en la banda sonora personal, irreemplazable y eterna del personaje.

Contando además con Marlon Brando en un pequeño pero importantísimo papel, con Gene Hackman como el villano y con el irrepetible acierto de encontrar a Christopher Reeve para encarnar a Clark Kent y Superman, esta película tiene todo lo que se puede esperar. Es un espectáculo, un referente, una completa guía de cómo hacer cine de superhéroes. Y hoy en día aún mucha gente utiliza este manual.

Me apasiona Superman en particular más incluso de lo que me apasiona el cine, que ya es decir. Esta película parte con la premisa de biografiar la vida y sobre todo la controvertida muerte de uno de mis ídolos: George Reeves, Superman en la serie de los años 50 y para muchos, el mejor Superman de todos los tiempos, por encima incluso de Chris Reeve.
No me decepcionó. Ben Affleck se puso ceporro para el papel, como debía de ser, y su interpretación tragicómica es magnífica. La trama no pierde un ápice de interés mientras se presentan las teorías sobre la muerte de Reeves, al tiempo que le coges al personaje una mezcla de cariño y compasión. Por supuesto, Adrien Brody vuelve a bordar un papel, en algo que se está convirtiendo en una costumbre para él. Y la siempre guapa Diane Lane, por quien los años no hacen sino convertirla cada vez más en una apetecible madurita, realiza una estupenda interpretación también.
No te dejará indiferente.

Como aficionado joven a Superman, esta serie no me llamaba la atención. Es antigua, de los años 50, las dos primeras temporadas son en blanco y negro, se repiten decorados, actores interpretando papeles distintos en varios episodios, efectos especiales de risa...

Sin embargo, la vi. Y quedé gratamente sorprendido, hasta el punto que visioné los 104 episodios en apenas 3 semanas.

Su protagonista, el malogrado George Reeves (que incluso ha tenido una biopic con "Hollywoodland"), rezumaba carisma por todos los poros, y él solito suplía en pantalla lo precario de los efectos, la simpleza de los guiones (mucho más infantiles a partir de que la serie se filmara en color), y lo evidente de las situaciones. Sin ser un cachas ni un guaperas, este cuarentón de aspecto de galán, aportaba una presencia formidable al hombre de acero, y una representación más que excelente de Clark Kent. Reeves por sí solo cargaba sobre sus espaldas con el peso de la serie, igual que Superman carga con el peso del mundo.

De obligado visionado para los amantes de Superman o de la nostalgia. Una serie inolvidable, que ojalá las nuevas generaciones supieran apreciar.

Una obra completa y perfecta, brillante en interpretación por parte de Adrien Brody, brillante en fotografía y dirección, brillante musicalmente, y sobrecogedoramente horrible en su crudeza y realismo. Si el genocidio nazi puede ser hermoso de algún modo, únicamente es a través de la genial visión de cintas como esta o "La lista de Schindler", que plasman belleza en cada plano pese a estar retratando uno de los horrores más atroces de la historia de la humanidad.

Hay películas que ves y olvidas. "El pianista" permanecerá en tu mente para siempre como una de las películas más hermosas que recordarás.

Posee algunas de las escenas más impactantes, míticas y copiadas de la historia del cine de terror. Está claro que las posesiones demoníacas siempre son un tema recurrente, pero el tratamiento que se le dio aquí fue sumamente impactante, logrando una atmósfera que emanaba inquietud y con algunos de los momentos más escalofriantes que se pueden esperar en una cinta de horror. Es un referente, quizá "el" referente. Y qué decir de la imagen que ocupa la carátula, con la llegada del exorcista Merrin a la mansión... Esa escena, oscura, con la melodía de Mike Olfield, la iluminación brumosa... Es como un cara a cara entre el mal y el bien, como el primer tanteo entre dos púgiles. Simplemente magnífica.

Lo malo de esta película es que el tiempo le pasa factura. Algunas de las escenas han sido tan parodiadas que han perdido el impacto y más que horror, ya dan risa. No puedo evitar recordar ahora y sonreir con el padre "Macarras". Es una lástima.