...mal sí o sí (o bien, dependiendo de si llegaste tarde el día que repartieron los valores morales), porque aunque el señor elegante consiga sobrevivir e intente avisar a su familia de que no abran la puerta, los malos llegarán antes y no habrá escapatoria.

Qué más, qué más… ¡Ah sí! Por mucho que la temática verse sobre unos maleantes que allanan la morada de X familia de clase media-alta, por favor, no la comparen con ‘Funny Games’, o como dice algún iluminado, “con el cine de Haneke”. ¿Qué coño sabrán del cine de Haneke si se atreven a berrear tal gilipollez? En fin… No tiene absolutamente nada que ver, algo obvio cualitativamente, pero ni siquiera son comparables en su esencia ni en su forma. Estaría dispuesto a realizar una crítica con las 50 diferencias entre ambas películas, pero me parece tan ridículo e innecesario que no me da la gana (por mucho que se ganen la vida utilizando guitarras eléctricas no le veo el parecido a Pignoise con Radiohead, por decir otra imbecilidad).

Personalmente no hay nada rescatable de este thriller. Si acaso la escena de la mudanza está bien, con la típica discusión muy real entre madre e hija, tratando de acercarnos a esa familia tan normal mediante conversaciones cotidianas que logren aflorar la tan ansiada empatía del espectador, pero en mi caso consiguió lo contrario. Me cayeron como el culo las dos féminas y el padre me pareció un inepto. Para colmo hasta los ladrones (¿un español, un rumano y un albanés? ¡Faltaba un marroquí joder!) eran bochornosos. El único medio espabilao se larga y deja al delincuente con mejor corazón del planeta, al que sólo le faltó autoesposarse y pasarse al bando de las reenes, junto al típico colgao al que muestran esnifando cocaína para que veamos lo chungo que puede llegar a ser. Teniendo en cuenta que las secuestradas y el cabeza de familia no piensan colaborar en nada para intentar salvar el culo y ponérselo “fácil” a los encapuchados, y que estos son una auténtica vergüenza para su gremio, ¿qué nos queda? Situaciones tontas, clichés y tópicos que te aburren dejándote impasible ante lo que les sucede a esos pobres desgraciados.

Por cierto, el intento de desmarcarse del resto de films similares con el toque gore del tramo final, en el que como el prólogo alertaba no se salva ni el apuntador, resulta tan efectista como avergonzante al comprobar que todo lo anterior era un mero pretexto burdo y hueco para escandalizar e incomodar al público. Violencia gratuita sin ninguna pretensión para una historia plana de personajes tediosos. Joder, me recuerda tanto al cine de Haneke…