Obra clásica del cine español que por razones diversas no he visto hasta ahora.
De las pocas que he visto de Berlanga y he de decir que la dirección me ha fascinado, mención aparte de la voz en off, que penetra y te sumerge en la historia.

Un pueblo humilde se ve desbordado por la llegada de los americanos a sus tierras y la llegada del secretario general que exige un gran recibimiento. Este es el punto de partida. A partir de aquí el pueblo se ve forzado a cambiar sus costumbres por unos días.

Al principio se nos presenta a los personajes angulares de la trama de una forma sin igual y al frente de todos ellos se encuentra el gran Pepe Isbert, un actor único que me inspira una ternura indescriptible.

Todo ello con el aroma de un gran clásico, para mi la obra más grande de nuestro cine.

Primero, he de decir que Fritz Lang es uno de esos directores que me hacen tilín y que el comienzo me hacía pensar que era muy buena.

Como siempre, la dirección de este director, uno de los grandes, me parece fantástica. Me mete en la acción como nadie pero es este mismo el que me lía con sus paranoias y me mete en una historia que es muy difícil seguir.

Por otra parte, la historia de amor me parece penosa y los personajes sobreactúan y se parece en algunos momentos a una comedia y no a lo que quiere parecerse.

En fin, que la cosa esta así, si os queréis echar un buen rato en el sofá mientras véis una peli ponedla, no os va a defraudar.

Empezó muy bien, muy interesante, pero a marchas forzadas se fue convirtiendo en una puta mierda de película. Y no lo digo porque no me guste, lo digo simplemente por ser lo que es.

Me jode que me intenten meter una gran peli si es una chasca y este es este caso.

Pierde toda lógica después de los muy buenos diez minutos y eso es imperdonable.

¿A qué viene lo de la leche de la asquerosa esa? O cuando el tio aparece en el coche sin saber por qué.

Miike, no me jodas que me pongo Días de fútbol y por lo menos me echo unas risas.

Ayer tuve una conversación con un gran amigo sobre algo, cuanto menos, inquietante, la suerte o el destino.
Después de una larga salida nocturna, no fue hasta las 15:40, aproximadamente, cuando cayó la última copa. Hasta ese momento debatimos, primero en casa y después en un parque, sobre estos dos términos que, bajo un manto de diferencia léxica, parecen sinónimos.
La película me parece, además de una crítica a la sociedad burguesa, una conjunta batalla entre lo que pasa porque tiene que pasar o lo que pasa por casualidad.

Mientras la veía y cuando el reloj marcaba justo la hora de película, pensé:" Este Godfrey es como las cenizas que hechas al cenicero y que bajo un viento fuerte salen disparadas hacia algún lugar erróneo". La suerte o el destino me llevó a pensar unos momentos antes lo que, exactamente ocho minutos después, se puso en práctica en este soberbio guión. Un diálogo casi clava mi pensamiento.

No os podéis imaginar la sensación que inundó mi mente en ese instante. Asímismo, no pretendo debatir entre la suerte o el destino, sólo pretendo que vosotros lo hagáis y que, después, por una cosa o por la otra, podáis experimentar tan plácido sentimiento.

Ciñéndonos a la peli, decir que es muy buena. Del guión creo que ya hablé más arriba. A pesar de lo buena que es me parece inferior a Medianoche. La fotografía es regular tirando a aceptable pero es lo de menos puesto que el film es equilibrado y se sostiene en casi todos sus aspectos.

Muy recomendable para todo tipo de públicos.

Típico drama encabezado por uno de los "grandes" Woody Allen.

Típico y tópico drama, con una última media hora penosa y previsible. Es lo que ocurre cuando a nuestro amigo Allen se le ocurre meter en el reparto a todo un elenco de modelos, actores de tres al cuarto.

La cosa es simple: la peli es una historia de infidelidad simple y poco trabajada, con momentos de maestría pero vacía por completo, dirigida por un tio que huele a leguas que chochea. Ya no es lo que era, que le vamos a hacer, como lo será Nadal dentro de poco.

Scarlett es aparte. Quiere ser Monroe y Allen quiere que lo sea pero lo penoso es que ella sabe que nunca lo será, y eso es lo triste. Woody entre tanto se limita a hacer una película para jóvenes que no tienen ni puta idea de cine pero con un plus, soy Woody Allen, no os confundáis. Sólo porque su nombre aparece en los títulos de la intro se cree que se va a salvar... ja ja ja.

Y Scarlett me la empina, eso esta claro, sino me pensaría en serio lo de la acera de enfrente. Pero no es suficiente. Yo con las divas no follo, hago el amor. No me times ni me hagas perder el time.

Para acabar, un final metido a orcajadas para justificar el título del filme. Feo y lleno de granos repletos de pus.

Y cuando Woody esté en su casa viendo cine de verdad llamarán al telefono. El contestará pero nadie responderá. Con un poquito de imaginación comprenderá que al otro lado del hilo se encuentra Federer. Pensará en la sombra que le acecha y en la evidencia. Es ley de vida.