He encontrado por fin esta obra underground de Jim McBride. Un cineasta que en los años 80 nos dejó varias obras inspiradas. Desde el remake de "Al final de la escapada", con un Richard Gere espléndido, titulado "Vivir sin aliento", pasando por la interesante "Querido detective" hasta el biopic de "Gran bola de fuego", que contenía un ramillete de buenas escenas.
Me interesaba este diario porque aparece como un ejemplo del falso documental en muchos estudios, pero mi decepción ha sido evidente.
"El diario de David Holzman" es una recopilación de situaciones provocadoras para le época, los años 60, que van desde grabar a una amiga como duerme desnuda, a filmar cinco minutos la televisión haciendo zapping, o pasear con la cámara por las calles y parques de la ciudad y charlar con los amigos sobre el exintencialismo. Cuando no es él mismo el que habla a cámara minutos y minutos o incluso deja el objetivo en negro en intervalos muy largos. Vamos, un catálogo de las constumbres de los artístas fílmicos en los años 60; cuando conseguían una cámara de 16 mm filmaban lo que fuera por practicar, y si tenían la osadía de montarlo todo y proyectarlo les quedaba una bonita película underground para la posteridad.

Tusk es un sinsentido más del en otra época prodigioso Kevin Smith. De él sólo recuerdo con agrado "Persiguiendo a Amy".
Sus primeras películas tenían el encanto del underground. Del discurso feroz y audaz de sus personajes, que se enrocaban en discursiones estúpidas pero de inspirada gracia. Una especie de Tarantino sin los momentos de acción y violencia extrema.
Tusk es la culminación de sus últimas obras en busca de ese espíritu que le inspiró en sus inicios, con actores más prestigiosos y un presupuesto más holgado, pero que cae en el absurdo total. Desde la indeficinión del género al que pertenece hasta en la interminables charlas que no conducen a ningún lugar.

Al parecer, gracias a esta web, he descubierto que es un remake de una obra de Alejandro Jodorowski.
Kevin Smith difícilmente se volvera a integrar en mi mundo cinéfilo.

Que una película de episodios consiga tal grado de satisfacción general, que seas incapaz de valorar cúal te gustó más, que todas mantengan la coherencia de una obra unitaria. Eso para mi, en más de cien años de cine, es un milagro.
Nunca antes con una pelicula de estas características seguí tan intensamente cada una de las historias que la componen. Cuando finaliza la película quieres más. Como si el talento de sus creadores fuera infitino.

Este tipo de productos fué muy utilizado en los años 50 y 60, sobretodo en el cine italiano. Es inevitable que cada obra tenga un sentido diferente, muchas estaban dirigidas por diferentes autores, aunque siempre tenían un leitmotiv que las unía a todas. El espectador tiene cada vez que inicia una historia, ponerse en situación, cuando acaba de ver el climax de la que acaba de finalizar. La sensación final es la de valorar cúal te gustó más o cúal te aburrió menos. Así se da el caso que una obra maestra de Fellini como "Toby Dammit", al estar englobada en una mediocre obra completa "Historias extraordinarias", pase casi al olvido.
El caso de "Relatos salvajes" es extraordinario, seis historias independientes (o cinco y un prólogo) unidas por el tema de la venganza o el sinsentido de la condición humana, que en ningún momendo decae y dificílmente te olvidas. Bueno, hasta que queramos volver a verla y a lo mejor le subimos la nota.

James Marsh sorprendió al mundo con el documenal "Man on the moon", ganadora del oscar, posteriormente siguió haciéndonos pensar en para mi una más sorpendente "Proyecto Nim". Con esta pelíucla ha dado el salto a la ficción, pero con una amplia base en la realidad.
Yo la he visto posteriormente a su éxito de "La teoría del todo", y creo que en ninguna de las dos ha alcanzado la calidad a la que llegó en sus documentales. Estoy seguro que si la alzanzará en futuros proyectos porque cualidades tiene de sobra.
En "Agente doble" ha optado por un lenguaje invisible, nada enfático, por un tempo que te introduce perfectamente en la realidad de sus personajes, que están bien escritos y bien interpretados. El único pero hasta su resolución final, muy efectiva, es que la trama me queda lejos, seguramente por esa frialdad que desprende su protagonista principal y el paisaje gélido que ha decidido retratar de Irlanda.

Patraña es lo que define a este documental. En apariencia parece que tenga connotaciones negativas, pero no es así.
Operación Luna es una patraña bien urdida y con unos colaboradores de lujo que hacen verosímil la historia.

Lo importante de este ensayo no es hasta qué punto te pueda engañar, de hecho esta historia es muy conocida porque generó mucha controversia, sino hasta que punto su narración, vista más de diez años después de su estreno, te induce a pensar hasta que punto podemos estar manipulados. En ese aspecto lo consigue, pués si bien el propio documental descubre su falsedad, uno no deja de pensar que pudiera haberse producido algo similar con ingredientes diferentes.

Esta estructura se trató de manera similar en un programa de televisión titulado "Operación Palace", de Jordi Ébole (2014), sobre el golpe de estado del 23-F de 1981 en España y el resultado fue un experimento que generó mucha controversia y un amplio debate.