Preparado estaba con el hacha en la mano dispuesto a despedazar críticamente lo nuevo de Muccino con Smith con el peso de ese cartel tan lamentable del tipo "no tengo idea de qué hacer así que pongo el careto del principe de Bel-Air y punto" y con el aliciente de tener, y a mucha honra, como crítica más vapuleada en Filmaffinity el engendro de "The pursuit of happyness" cuando descubro que el romano Muccino me embauca (algunos dirán que manipula, da lo mismo).
Mi primera recomendación si es que alguno me lee y le interesa, es que huyan, si pueden, de las sinópsis de las revistas, de los argumentos en las webs, no tanto del trailer que yo también había visto y no me descubrió gran cosa. "Seven Pounds", o yo soy muy lento o no descubre sus cartas hasta que se cumple la primera hora, hasta entonces uno se pregunta de dónde vienen los tiros sin enfadarse demasiado, seducido parcialmente por una corrección en el ritmo y en el tono que lamentablemente de vez en cuando cae en el populismo sentimental (si esto tiene sentido puesto así). Muccino que en su anterior película dió un recital de típico-tópico "bigger than life" ahora nos trae un retrato de la búsqueda del perdón, un emotivo a la par que intrigante despiece emocional, una nueva forma de redimirse que deja unos minutos finales de una turbadora y visceral belleza. No soy para nada fan, ni seguidor, ni admirador ni nada que se le parezca de Will Smith, es más, todavía después de "Seven Pounds" me quedan muchas dudas sobre su capacidad dramática para el cine, pero lo cierto es que aquí está más convincente y contenido que nunca.
Intuyo que las crítcas negativas vendrán del lado de esa "manipulación" de la que hacía referencia antes y en parte no estarán seguramente del todo desacertadas pero el cine tiene el poder después de más de 110 años de historia de todavía engatusarnos (que palabra más horrible, lo sé) y dejar al más frío contemplador analítico con cara de bobo. "Seven Pounds" me dejó cara de "si esto no me tendría que gustar a mí", pero me gusta. A Muccino le pedí en mi crítica a su film anterior que se volviera a Italia, ahora me da igual lo que haga si es capaz de mantener este aceptable nivel.