Tras una simplemente aceptable Scream 3, sin lugar a dudas, la saga Scream continúa y se reinventa, o al menos lo intenta, con esta cuarta parte llena de autoreferencias. El principio es apoteosico. Sidney Prescott pierde protagonismo y carisma (Neve Campbell no está en su mejor momento) al igual que Dewey. En cambio, Gale me gusta cada vez más y he de reconocer que Hayden Panettiere hace un gran trabajo. El personaje de Jill también me cae bien. Dentro de un margen, es la más sangrienta de la saga y ofrece un giro final inesperado (o al menos para mi). Espero y deseo que recaude lo suficiente como para que Scream 5 vea la luz (y sea el esperado final de esta saga) ya que soy un incondicional fan. Scream ni puede ni debe acabar así. Es díficil sorprender dentro de un mercado sobresaturado y Scream lo consigue. Por todo lo dicho, considero que merece un 7 y es altamente recomendable para todos los amantes del género de terror. Da lo que promete, ni más ni menos.