Scream 4 está mucho más cerca de convertirse en Stab 6 o 7 (sin duda es lo que ocurrirá) que de volver al nivel de la primera parte de la saga. Sin duda, todas las referencias cinematográficas sobre el género de terror que aporta la película (es lo que más abunda) y las referencias sobre las muertes basadas en anteriores partes (como la de Drew Barrymore, Rose McGowan o Sarah Michelle Gellar) no hacen más que convertir a Scream 4 en una copia y una parodia de si misma, demasiado similar a lo que sería una película de Scary movie.

Algunas escenas de la película parecen rodadas de forma repentina y con un guión bastante absurdo (en parte lo que ocurría en Scream 3), aunque se ha de reconocer que supera a su antecesora, gracias en buena parte a su desenlace.

Mejor no hablar de las interpretaciones, son muy malas; sobretodo Neve Campbell, David Arquette y en menor medida Courtney Cox (puede que debido a la planitud de sus personajes, cosa que Wes Craven nos hace saber sobre su opinión de Saw). El grupo nuevo de jóvenes no lo hacen mal, sobretodo Hayden Panetierre, que el papel está hecho para ella.

No olvidemos, que uno de los objetivos principales de toda peli de terror es la de dar miedo al espectador, cosa que en esta película, sin duda, no se consigue. Pese a todo esto, a quién le guste la saga, no se arrepentirá de ir a ver la película, e incluso le resultará bastante entretenida y divertida.