Admito que la quise ver porque el póster me pareció de lo más, muy descriptivo. Y me encuentro con una filmación de una cutrez desproporcionada, plagada de escenas estiradas, torpemente filmadas, muy ridículas todas y que se hacen difíciles de soportar. Como toda película mala, sale adelante gracias a las exageraciones y los sinsentidos, a personajes bobos, a alguna situación que hace gracia por lo intencionada que es... y a unos efectos especiales que parecen de una época más (atención a cuando el cocodrilo rompe el asfalto). La dirección y la puesta en escena es otro horror (el último altercado es una buena prueba de ello, saltos coreografiados para simular un pavor y masacre mayúsculos), es por todo ello por lo que seguramente se haga desagradable a la vista aunque he de admitir que el doblaje al castellano del abuelo bigotudo con ese timbre de voz cascado y de bruscos modales me ha parecido entrañable y auténtico.