Un guión simple pero interesante y jugoso para indagar en la impotencia y en el odio. La cara que pone la madre cuando le intentan vender las ropas de su propia hija es un auténtico verso dedicado a esos sentimientos. Lo peor de la película es la lenta presentación de la joven doncella (creo que ese despertar fue censurado o recortado aquí en España) y la tendencia hacia la teatralidad de este director.


PD: "Ojo por ojo", decía la ley del Talión; ¡y Cristo tuvo la desvergüenza de predicar el amor al enemigo a la vez que advertía de las represalias divinas contra los pecadores! O el hombre ha trascrito erróneamente sus mensajes, o Dios debería predicar con el ejemplo. En cualquier caso, las religiones e iglesias derivadas de las escrituras no tendrían ningún sentido.