Esta película es un thriller que juega en todo momento con el especatdor, pero no sólo eso, sino que a la vez se juega con los personajes, y por eso estan auténtico. La película tiene un gra complejidad, y si título: "Las dos caras de la verdad" representa perfectamente lo que la peli cuenta, pero antes de verla es difícil imaginar el grado de profundidad con el que se hace. Aaron parece culpable, todas las cosas apuntan hacia su culpabilidad, y su abogado, sin embargo, cree en la inocencia que aaron defiende insistentemente... Esto hace que el espectador dude constantemente acerca de la culpabilidad o la inocencia del acusado, lo que despierta gran interés. El arzobispo parece una persona buena, noble y respetable, ¿por qué iba a querer Aaron asesinarle y además de aquella manera tan cruel? ¿Tendría el arzobispo algo que ocultar? ¿Tendría la verdad dos caras? ¿Por qué el abogado defeinde a clientes aún sabiendo que son culpables? Toda persona es inocente hasta que se demuestra lo contrario... ¿o no? La bondad humana, las circunstancias que hacen que una persona buena haga cosas malas, el derecho de toda persona a tener la majoer defensa posible... Estos son algunos de los muchos temas que son tratados profundamente en este film... Pero no nos confundamos, no estamos ante un panfleto defenso de la justifia, tampoco ante una dura crítica hacia el sistema jidicial y/o la pena de muerte, ni tampoco ante una película idealista que defienda la naturaliza bondadosa de las personas... Nada de eso, y, sin embargo, tiene un poco de todo a la vez... Pero no se pronuncia sobre ningún tema, no intenta transmitirnos un punto de vista o una manera de de pensar... Nos expone los hechos y nos dice: juzquen ustedes mismos. Edward Norton está muy bien, al nivel de la película. Sin embargo, siguiendo su línea personal, Richard Gere no está demasiado fino... si para su papel se hubiera contratado a un actor más solvente la cosa mejoraría todavía más. En resumen, una película estupenda.