Con Roma me pasa lo mismo que me pasó con Blade Runner 2049. Las dos tienen una fotografía que es para correrse vivo, pero fuera de eso no tienen nada más.

Roma es totalmente vacía y nada de su historia emociona lo más mínimo; exceptuando la escena del hospital que está rodada de manera muy dura y realista. Quizás la única escena que realmente emociona.

Eso sí, escenas de planos maravillosos los hay a punta pala. Planos que, por otro lado, no sirven más que para alargar la película (véase, por ejemplo, la entrada del padre en el patio de la casa con el coche nuevo, producto de un complejo de pitopausia, que apenas coje por el y las maniobras que este hace para meterlo hasta el fondo) o para los que nos gusta la fotografía tengamos orgasmos con como coloca la cámara y todo lo que consigue (todo lo que cuenta en un solo plano, donde tanto los personajes que están en un primer plano como los que están más allá, imprescindibles esas puertas y ventanas que nos permiten ver más allá de la acción principal).

Escenas alargadas como la de los karatekas con la demostración del profesor no dejan de ser graciosas (no lo probé pero si me entró la curiosidad de si soy capaz de aguantar el equilibrio y no comerme un moco) pero aporta algo?. Y así toda la película: planos y planos de escenas maravillosamente fotografiadas pero que ,fuera de ese ámbito, en ningún momento te hace ver más.

Posiblemente, un libro de fotografías de la película le daría un mayor valor del que la película merece.