City of Ember: En busca de la luz

Ficción infantiloide del estilo de las películas mediocrillas y facilonas no animadas de Disney, que en absoluto pasará a la historia. En realidad parece más un producto televisivo que algo a mostrar en la gran pantalla. La caricaturización de los personajes apesta a nenuco y pañales, lo cual reduce ostensiblemente su alcance y la historia se desarrolla bajo los parámetros habituales sin más y no de manera especialmente brillante.

Por cierto, Tim Robbins y Bill Murray deambulan por la pantalla de vez en cuando pero con personajes sin peso, incrustados para dar pedigree y atraer algo de pasta.

Obviable.

Pese a partir de un planteamiento atractivo, contar con unos espectaculares escenarios, un reparto de actores notable con nombres como Bill Murray o Tim Robbins y unos medios más que apreciables, 'City of Ember' no deja de ser una película de aventuras familiar bastante ramplona.

Con un guión excesivamente sencillo y en varias ocasiones torpe al no explicar con claridad la relación que hay entre personajes o cómo suceden situaciones inverosímiles (incluso en el contexto de ciencia-ficción en el que nos movemos), todo lucimiento que podía tener la cinta queda atrapado en una dirección poco ambiciosa y dubitativa en muchos aspectos. Gil Kenan no logra conectar con el espectador, aunque sus formas sean teóricamente correctas, pero su película y su argumento dejan una extraña sensación de vacío, de falta de planteamientos, de estar todo muy trillado y de querer agradar tanto a todos los públicos que al final se queda en nada, en algo muy superficial que solo reluce por encima. No tiene ningún tipo de fondo ni sentimiento.

La película cumple a marchas forzadas con su objetivo de entretener, porque sí, es entretenida en su sencillez. Pero no deja huella alguna de unos personajes que carecen de cualquier doblez y en una trama en la que todo es muy simple.

Los buenos actores con los que cuenta tratan de levantar con cierta dignidad a sus personajes, pero la verdad es que poco pueden hacer. Bill Murray, con todo lo que es este genial actor, aquí sinceramente parece un poco ridículo como alcalde de la ciudad de Ember. Tres cuartos de lo mismo le pasa al gran Tim Robbins, absorbido por un papel menor que no nos dice nada.

Solo destaca, dentro de lo posible, la protagonista Saoirse Ronan y su acompañante de aventuras, algo más plano, Harry Treadaway; mientras Martin Landau cumple en su también pequeño papel de veterano trabajador del subterráneo de la ciudad.

Y a todo esto, ¿de qué va 'City of Ember'? Basada en una interesante novela juvenil de Jeanne DuPrau, trata sobre un futuro post-apocalíptico en el que una ciudad subterránea llamada Ember sobrevive con escasos medios y muy poco conocimiento acerca de su propia naturaleza. Solo saben que necesitan la luz que les proporciona un gigantesco generador. Las cosas se complican cuando el generador empieza a fallar y la oscuridad se cierne sobre la pobre gente que puebla Ember.

Un punto de partida que daría para mil posibilidades, preguntas, tramas, sub-tramas, personajes interesantes y demás... se resuelve en un muy limitado entramado en el que apenas se explica nada, en el que las cosas pasan porque sí, en el que apenas conocemos a los personajes ni se transmite ningún tipo de emoción.

Termino en "spoiler" por falta de espacio, pero no desvelo nada del argumento.

Antes de nada, aviso a los ilusos como yo. Esta película no es steampunk, ni cosa que se le parezca. Un servidor que se decidió a verla precisamente por este motivo se ha llevado una gran decepción cercana al timo. Resumo que "el steampunk es un subgénero de la ciencia ficción que se basa en un mundo donde predomina la tecnología del siglo XIX, especialmente la energía a vapor y la tecnología mecánica, pero mucho más desarrollada que en nuestro pasado o realidad, a partir de este tipo de tecnologías (...). Sucede en el siglo XIX, una era victoriana alternativa donde los problemas de esa época conviven con los más extraños inventos propulsados por carbón y vapor", tomado de un blog sobre el tema. El único matiz es que la época puede extenderse hasta 1920, más o menos.

Sea como fuere en la presente "City of Ember" estamos en el 2200, en una ciudad subterránea debido a una conflagración o catástrofe mundial que ha destruido la superficie terrestre. Dejando al margen que no es steampunk, el principal fallo de la película es que me resulta inverosímil, prácticamente en su totalidad. ¿Cómo puede ser que esta caja tan importante, vamos, trascendental, se pierda? ¿Cómo que nadie conozca siquiera su existencia? Igualmente, tampoco es muy lógico que los únicos que se hagan preguntas sobre el mundo exterior sean dos adolescentes. De todos modos, esperas al menos cierto dinamismo pero la obra es bastante plana en todos los sentidos. No me extraña el enorme fracaso en taquilla: 55 millones de dólares invertidos y ni llegó a recaudar 18.

Largometraje bastante soso, tanto en intensidad como en diversión y por supuesto en calidad.
Cuando escuche el título de esta cinta me confundí y me creía que la habían basado en los libros de Ender y por desgracia no fue así.
Después decidí verla porque podía ser una de esas películas que aunque no sean de calidad son entretenidas, pero también me equivoque ahí.
Al principio el film te propone una idea original y con unas buenas posibilidades de ser interesante pero nada mas lejos de la realidad, la historia es muy muy lenta y bastante aburrida (tienes que luchar para no dar una cabezada), y conforme va avanzando es peor aun ya que cada vez ves que no avanza e intenta encubrir su falta de argumento y de guion haciendo lenta la historia. Tiene una buena idea pero un fatal desarrollo y un final mediocre; en resumen una mala película.

Debo reconocer que de no haberla visto con una niña de seis años habría calificado 'City Of Ember' como una peliculilla sólo apta para el consumo infantil. Pero es que hasta ella se ha quedado fría siguiendo las aventuras de dos niños repelentes y bobos en una sociedad absurda, con un alcalde impresentable (de esta Bill Murray va directo a los telefilmes, si no al tiempo). Con las mismas mimbres y una historia más elaborada se podría haber hecho algo memorable. Por cierto, que el tema me parece casi un plagio de un cuento cautivador y entrañable que leí en una recopilación de relatos de ciencia ficción presentada por Assimov: 'Thumithak de los corredores'.