El bosque siniestro

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Terror muy rutinario y ajado. Un flm visto docenas de veces, cargado de módicos sustos de butaca. Con un argumento y montaje bastante cutres. Muy poco original.
Indigna del escenario en el que se basa toda la historia. Un hermoso bosque, tan bello como tenebroso. Un paisaje que daba para muchísimo más. Un desperdicio en toda regla.

Una noche tranquila. No había nada decente en la televisión. Agarré mi portátil y me decidí a ver la película de terror "El Bosque de los Suicidios". Bien, todo correcto.

Puse los cascos a tope de volumen. ¿Error? Definitivamente sí. Pero no por el miedo incontrolable de la historia ni su ambiente fantasmagórico , no. El problema eran los conocidos "screamers", muy populares en todo el mundo del horror.

La película en sí se puede resumir como un guión muy flojo, escaso de ambiente de ultratumba, que me decepcionó en gran parte debido a que pensaba, que al ser una historia ambientada en el Japón más miserioso y de leyenda, concretamente en su famoso Bosque de los Suicidios, la maquinaria nipona nos haria "cagarnos" literalmente de miedo.

En el apartado de personajes, he observado como cada uno de ellos se han trabajado bastante poco. No tienen esencia ninguna. Son simples monigotes puestos en fila y sin ningún tipo de atrevimiento.

El guión como he sugerido anteriormente es pésimo, muy cuadriculado y retorcido, tanto que la historia a la vez que simple, no se entiende, debido a sus lagunas grandes y abstractas.

Sustos muy predecibles y facilones. "Screamers" estereotipados, bien situados en cada momento, con lo que te da tiempo a bajar el volumen cinco minutos antes de su presencia en pantalla.

No obstante, si quieres que una aburrida velada nocturna roce lo interesante, te recomiendo ésta película.

Cuando la ví la primera vez me pareció de mal gusto a pesar de que el tema también es atrayente. Hoy la he vuelto a ver después de hace tiempo y me he pegado unos cuantos sustos, que, aunque se recurra al jumpscare, es efectivo.

Interesante premisa con un giro de tuerca, ya me direis qué os parece.

Hoy he ido a ver la película, ya que le regalaron las entradas del preestreno, a una amiga. He de decir que hoy en día el genero de terror ha desaparecido por completo. Donde están esas pelis de antaño, en las que tan solo con el comienzo, ya empezabas a sudar. De eso ya, no hay nada. Esta peli en concreto, la hubiera cogido un director japones y hubiera hecho una maravilla de metraje. Pero no, este chico, ha demostrado que no tiene ni idea de lo que es un thriller psicologico o una simple película de terror. No. Se creyó que por rodar en un paraje como dicho bosque (que es lo único tétrico y sombrio de la pelicula) bastaba para crear una atmósfera en la que el espectador se sentiría sugestionado. Pero no señor Zada. No. Una película con diálogos absurdos y estúpidos, previsible totalmente y escenas sin sentido. Fallos en escenas (que eso es trabajo del script). Abajo en spoiler nombro algunas. Interpretaciones pésimas. Ella parece tonta, el marido comprensivo(eso solo ocurre en las pelis), forzado y empanado. Con esa cara y ese pelo, parece que lo lamio una vaca y por último el chico guapo que ni califico.

Conocido como “Mar de Árboles”, el bosque de Aokigahara tiene una asociación histórica con demonios de la mitología japonesa que indican que el bosque está maldito. De hecho es un lugar popular para suicidarse (desde la década de 1950 se han hallado alrededor de 500 cadáveres). Por eso me resulta más increíble todavía que, teniendo este punto de partida tan interesante, haya salido una película tan insulsa y vacía.

Con la belleza de Natalie Dormer (sus dotes interpretativas ya las evaluaremos en otro momento), la reciente estrella salida de ‘Juego de Tronos’, como principal reclamo, la película es un ir y venir de escenas de nula creatividad, con un argumento fallido (¿en serio vamos a recurrir otra vez a la desaparición de una hermana gemela?) y personajes secundarios fatalmente perfilados.

Por si fuese poco, los pocos instantes de terror que tiene se ven venir desde kilómetros de distancia. ¿No hemos aprendido ya que los sustos no se deben solo al aumento de decibelios?

Una película aburrida en la que los fantasmas deambulan por la pantalla tan desconcertados como el espectador. Desaprovecha de forma desastrosa un punto de partida atractivo y una protagonista sumamente hermosa.

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