Tiovivo c. 1950

Una película maravillosa, bien hilada y repleta de pequeñas y grandes interpretaciones con un reparto estelar. Historias entrañables, cómicas, y dramáticas en una retrato al cotidianismo de aquel Madrid en blanco y negro de nuestros abuelos.

La escena final es sencillamente inolvidable. Sólo Garci puede hacer algo así

Sin historia, sin principio y sin final. José Luis Garci, que las tiene mejores, intenta más que contar una película, mostrarnos un fresco de la España o del Madrid de 1950. La idea, aunque no me gustan las obras corales, no es desechable de forma obligatoria pero de la manera en la que sale te acaba dejando un sabor de boca regular. El principal error o característica, según se mire, de "Tiovivo C. 1950" es que cuenta con una sobreabundancia de tramas y personajes, la gran mayoría de ellas completamente anecdóticas o meramente testimoniales. Parece que la única razón para tanto derroche es poder juntar a todos los actores de la historia de España, aparece hasta Javivi, empeño al que se aproxima mucho, si es que no lo consigue.

Lo bueno de Garci, sobre todo el de esa época, es que tiene un estilo clásico y si te gusta, merece la pena ver su trabajo aunque no sea muy bueno. En este caso se puede destacar algunos diálogos o situaciones pero otras, prácticamente todas, quedan abortadas sin que sepamos qué ocurre al final. ¿Quién mata a X? ¿Que pasa con el personaje de Elsa Pataky? O lo que es lo más importante. ¿Es Beatriz Rico la mujer de Irineo (Santiago Ramos), el director del BOCA? Al principio me pareció que era su amante pero luego empecé a convencerme de que era su mujer, especialmente porque quería que fuera así. Y como tal figura en los créditos, menos mal. En fin, costumbrismo a saco con alguna mención política antifranquista más tópica que real.

Interesante propuesta de Garci en la que intenta reflejar la vida de un grupo de personas en el Madrid de los años 50. Se trata de una película coral bastante entretenida, con muy buena fotografía, notable ambientación y correcta interpretación de su amplio reparto.
No obstante, como ocurre en muchos films corales, las historias son tratadas con bastante superficialidad y, a veces, poca coherencia. Personalmente, no soy muy partidario de este tipo de cine, muy propio de directores como Robert Altman, tan adorado por la crítica. Reconozco la dificultad añadida de entrelazar las múltiples historias paralelas, pero siempre me queda una triste sensación de vacuidad, a la cual no es ajena esta película de Garci.
Sin embargo, lo peor de esta obra cinematográfica es el final. Está agarrado por los pelos, dando la sensación de que el director no sabía como rematar la película y nos intenta edulcorar la penosidad de aquella época con este final dulce y muy americano, que no viene a cuento en una historia netamente española. La cita final con la que Garci cierra el film es absurda y contradictoria.
En definitiva, buena película muy mal rematada.

Entre vergüenza, asombro y sopor. Así pasan las más de dos horas para el aterido espectador, enfrentado a una película tan antigua que sobrecoge. Antigua en sus diálogos, con chascarrillos en 'castizo' que casi parecen de teatro de Arniches; antigua en el argumento, con 'mujeres de la calle', policías con gafas negras, botones, toreros y un etc que da grima; y finalmente antiguo en los decorados, tan falsos como ese amigo que solo te saluda cuando vas con alguna chica. Se salvan, como siempre en Garci, el reparto y las interpretaciones. Los actores de Garci siempre están perfectos, menos Landa, que va a su bola, claro.

Esta película está mejor que "Ninette" ya que nos presenta un mosaic story teller de varias historias que confluyen en el Madrid de 1950. Por lo menos, la idea está clara y sabe por donde quiere ir.

Pero, lo que también influye en ella es el ritmo con el que se cuenta la película y lo malo es que tiene un ritmo irregular, no es muy ágil y con tanto personaje, hay un momento en el que uno se pierde. Es cierto que es una película en la que hay prestar mucha atención, pero, combinado con un ritmo irregular, se pierde mucho y no se da mucha fuerza.

Lo siento, te quedas en un 4. Aunque, por originalidad de lo que planteas, te quedas para mí en un 10.