El amante

Antes de ver esta película habría que ver "El Río" (1950) de Jean Renoir, de la que Jean-Jacques Annaud copió la narrativa.
Aún así, para todos los seguidores de Marguerite Duras, haber puesto imagen a su pluma es algo necesario de ver.

Correcta y preciosista adaptación erótica que presenta la historia de un amor idealista imposible de visionar sin cierto gusto por lo idílico y dramático.
La película no cuenta con grandes puntos a su favor, solo una bonita historia contada y desarrollada con buen gusto y elegancia por sugerir en lugar de mostrar todo de una forma brusca.
En su época pudo causar revuelo, a día de hoy puede quedar en menos polémica y más poética.

Bastante inclasificable el director Jean-Jacques Annaud,siempre buscando historias buenas y sin complacencias.
El guión esta basado en una novela de la escritora francesa Marguerite Duras,
Una historia de amor un poco especial, en la Indochina francesa, excelente recreación, de la época, de la política de aquel tiempo.
Queda un sentimiento de no conectar con los personajes o tal vez con la historia.

Ganadora del premio Goncourt, traducida a 40 idiomas, y con más de tres millones de ejemplares vendidos, la novela, “L’Amant” (El Amante, 1984), es otra historia autobiográfica en la que la gran escritora, Marguerite Duras, nos cuenta la pasional relación que sostuvo, con un rico heredero chino, en una época (los años 1920), cuando los prejuicios, la discriminación y el racismo, hacían parte de muchas "culturas"; tiempos en los que los hombres debían casarse -la familia así lo imponía- no con la mujer que amasen sino con la que les convenía en razón de su condición económica… ¡aún sin siquiera conocerla!; y años, éstos, en los que ya una madre era capaz de prostituir a su hija para suplir las necesidades causadas por la situación social... o por su propia incompetencia y/o negligencia.

Lástima que, al director Jean-Jacques Annaud, le hubiera faltado tino, vitalidad y fuerza emocional, para darle a ésta historia el impulso y la potencia que se merecía, porque lo que nos cuenta, Marguerite Duras, en su novela, además de una muy bella historia de amor, es la perfecta recreación de una época donde la sociedad en la indochina francesa (y en muchas otras partes) era -casi- por completo abominable… ¡y seguimos diciendo que ‘Todo tiempo pasado fue mejor’!

La escritora, es muy valiente al mostrarse a sí misma como una jovencita (en la novela tiene 15 años y medio) a ratos abominable, pues, se debate todo el tiempo entre ser libre de prejuicios y entregada, en cuerpo y alma, al hombre que su ‘cultura’ rechaza, mientras le trata con dureza queriendo demostrarle, y demostrar a los suyos, que sigue siendo leal a las ridículas tradiciones. Empero, todo ese juego y esa represión interior, atiza el fuego de los corazones, y lo que comienza a lucir como una reprochable historia, en realidad tiene una gran carga amorosa que solamente se encuentra si se busca bien adentro, en ese lugar invisible, pero presentible, llamado alma.

Las palabras de la Duras, colmadas de lírica, de preciosas y eróticas metáforas, y de profundos significados, lucen justamente plasmadas en la voz de Jeanne Moreau, pues, fue a los setenta años de edad que se animó a contar una de sus más duras historias personales, quizás, en plan de aligerar su conciencia y de rendirle homenaje a un hombre que, en todas estas décadas, no había conseguido arrancar de su corazón. Ella misma lo había dicho: “Para poder soportar este mundo es preciso exorcizar las obsesiones”.

A, <<EL AMANTE>>, lo favorece la presencia de una actriz con una especial belleza y fragilidad, cuyo rostro se asemeja realmente a la joven Marguerite, y la cual también es capaz de mostrar carácter y rebeldía cuando la historia lo reclama. Con ese sombrero de hombre y esa prenda simple que insinúa todo el tiempo sus atractivos pechos sin sostén, Jane March, luce muy convincente y sugestiva, y uno se va contagiando de la irresistible atracción que siente, Lèo, en cada encuentro con ella. También el actor chino, Tony Leung, convence con su aspecto de muchacho bueno, tímido y leal a su amor, pero, igualmente fiel a las obtusas tradiciones que le ha tocado heredar… y así, ambos lucen como dos grandes víctimas de las muchísimas que le debemos al polo más oscuro del inolvidable siglo XX.

En todo caso, me gustó haber visto, <<EL AMANTE>>. El nombre de, Marguerite Duras, nos asegura literatura con alma y personajes de Verdad.

Una película bastante mediocre e irritantemente superficial, que trata de forma banal los textos de Marguerite Duras en los que se basa, reduciendo todo el argumento a la exposición indisimulada y relamida de erotismo aceptable, pero poco cálido y falto del complemento del drama que lo debiera acompañar.
Cuenta la historia entre una adolescente de 15 años y un apuesto chino en el Saigón de principios de los 20, con un ritmo pausado y buscando en todo momento el esteticismo más inútil y la coartada erótica más fácil, empecinándose y resultando entre ambos, que queda apenas como una prostitución placentera y pasional, ni del retrato de la familia descosida de la chica, ni del conflicto de las relaciones entre una chica blanca y el hombre chino. Solo hay un reclamo erótico, un cebo basado en la exótica Jane March y el guapo Tony Leung.