No somos ángeles

Plenamente distraída, y a ratos genial comedia de enredos este reboot (que no remake) del film homónimo de 1955 (en su día protagonizado por Humphrey Bogart & Peter Ustinov) que al mismo tiempo supuso el debut del irlandés Neil Jordan en territorio americano, debut que contó con dos sobresalientes actores como protagonistas: Robert De Niro y Sean Penn, dando vida a dos imposibles hermanos, reos a la fuga, y curas forzosos.

Estamos ante un film de evasión de los de toda la vida, que se puede disfrutar plenamente de vez en cuando (no cansa su visionado) para seguir riéndonos con las andanzas de los imposibles padres Brown y Riley, confundidos con eruditos de la Iglesia, y en realidad unos auténticos buscavidas con no muchas luces. Dos tipos magníficamente interpretados por los dos veces ganadores del Oscar de la Academia ya nombrados, un De Niro que ya había vestido sotana en 1981 junto a Robert Duvall en la muy interesante y menospreciada ‘Confesiones verdaderas’, y un joven pero ya despuntando Sean Penn, poco a poco ganándose su billete a la redención artística tras su divorcio harto polémico con Maddona.

Los aspectos positivos de la película no son pocos: el uso de la imagen de la Iglesia (Neil Jordan sabe dotar muy bien de un muy agradecido tono ligero todo lo que tiene que ver con la imagen de la misma), la fe, la redención, las diferentes religiones… Todo ello dentro de un notable diseño de producción con más de dos millones y medio de dólares que se gastaron en recrear el pueblo donde tiene lugar la mayor parte de la acción, en verdadero territorio Canadiense.

‘Nunca fuimos ángeles’ vio la luz por el empecinamiento del productor Art Linson y de Bob De Niro. Linson y De Niro encargaron el libreto a David Mamet con la idea de que este lo acabara dirigiendo, pero una vez escrito y entregado, Mamet prefirió ceder su puesto a Neil Jordan, al tiempo que Linson trajo a Penn al que ya había introducido en ‘Corazones de hierro’.

Como parte del reparto encontramos junto a De Niro y Penn a gente como: Demi Moore, James Russo, un joven John C. Reilly, y al mitiquísimo actor de ‘La princesa prometida’, Wallace Shawn, sí, el de "inconcebible".

En resumidas cuentas, esta cinta es una especie de placer culpable dentro de la filmografía de estos dos grandes intérpretes, en donde los actores protagonistas buscan que el público lo pase tan bien como ellos lo pasaron filmándola. Sirve además como introducción de un director como Neil Jordan que, salvo excepciones como ‘El buen ladrón’, dio lo mejor de sí mismo en los 90s. Divierte, entretiene, y resulta una historia de buscavidas y sobre encontrar tu lugar en el mundo, bastante bien hecha.

-Lo mejor: La dirección de Jordan. Su diseño de producción, y sus actores protagonistas; dos absolutos genios de la interpretación que disfrutan de lo lindo dándose la réplica.

-Lo peor: Como medio gratuito para que el espectador sienta una pena inmediata por los reos, el Alcaide de la prisión de "Black Ridge", nos es mostrado como un auténtico malvado… en un recurso digno de guionista perezoso por parte de Mamet.

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Pocos actores son tan apreciados, laureados y premiados como Sean Penn y Robert De Niro, amigos íntimos, además, desde hace décadas. Sin embargo, es justo decir que, en algunos trabajos, ambos pueden ser también dos de los intérpretes más histriónicos y, en cierto modo, "insufribles" en sus muecas del mundo del cine.
Por suerte, aunque hay algo de eso en la interpretación de ambos actores en Nunca fuimos ángeles, la simpatía y el entretenimiento vencen al histrionismo. La comedia de Neil Jordan (uno de los directores más polivalentes y cambiantes de los últimos 30 años) es una cinta de visionado muy agradable, divertida, tierna y marcada por el innegable carisma y buen hacer de Penn y De Niro. Y ojo a los secundarios porque, como quien no quiere la cosa, por allí desfilan el siempre hilarante Wallace Shawn, una todavía dulce y delicada Demi Moore y un entonces desconocido John C. Reilly.
Una película muy simpática sobre dos prisioneros huidos que han de refugiarse en una pequeña comunidad al ser confundidos con unos muy esperados sacerdotes católicos y que, por supuesto, descubren en el proceso la manera de cambiar sus vidas gracias al amor, la amistad y, quizás, también la fe.

A pesar de tener un guion de nada más y nada menos que David Mamet, esta comedia no es demasiado extraordinaria.
Por lo menos cuenta con dos enormes actores de prestigio incuestionable. Pero ni el tono ni el argumento del film les permiten lucirse demasiado.
Los dos protagonistas tienen cierta química y algo de gracia en este enredo en el que tienen que fingir ser curas. Pero a mí personalmente no me hace reír mucho, aun siendo divertida. Tiene cierto aire al cine cómico más clásico, pero sin mucha genialidad.
El momento más acertado para mi gusto es el banquete en el que tienen que dar un sermón y rezar en latín.
La banda sonora es muy cargante y machacona.
La película, en general, es simplemente pasable y nada más. Se deja ver.

Acabo de ver la película "Nunca Fuimos Angeles" (We´re No Angels) y me encantó, es una comedia dramática muy divertida y entretenida, es la primera vez que lo veo a Sean Penn en un personaje cómico ya que hace personajes dramáticos, Robert De Niro excelente actuación, Demi Moore genial y James Russo sublime, una de las mejores películas de Robert De Niro.

Aquí tenemos la prueba fehaciente de que con juntar a dos monstruos de la interpretación no basta, y tampoco garantiza nada.
La película es mala, aburrida, lenta, demasiado esperpéntica en alguna ocasión, incluso para ser una comedia, y con muy pocos gags que sean realmente divertidos, por no decir ninguno.

Personalmente opino dos cosas, Sean Penn y Robert de Niro son quizá dos de los diez mejores actores vivos de la actualidad.
Y los siguiente que opino es que la mayoría de veces que se juntan dos o más actores de tanto talento en una misma película, esta suele ser un fracaso.