El chef

"Comme un chef" ó "El chef, la receta de la felicidad" es una comedia fina, ligerilla pero fina.

Trata sobre el mundo de la alta gastronomía, de un aspirante a chef (Michael Youn) sin mucha estabilidad laboral que por su persistencia y azahares del destino logra impresionar a un chef de afamada reputación (Jean Reno) quien se encuentra en medio de una crisis tanto personal (con una hija totalmente desplazada de su atención) como laboral (amenazado de perder una estrella -Michelin especulo- y por ende, su empleo).
Juntos logran un equilibrio entre lo tradicional y las nuevas tendencias, todo ello gracias a las pericias para el oficio que el joven cocinero posee y que ayudan a refrescar la tradición consolidada pero considerada anticuada.

La película se nos presenta como una comedia fresca y sin pretensiones, y nos sumerge en el fascinante mundo gastronómico, en sus cocinas durante el "rush", del temor a los críticos culinarios, del respeto de las personas por la comida pero también examina la contraposición entre lo tradicional y las nuevas tendencias, entre otras curiosidades.

El punto débil quizás sea el exceso de estereotipos que en algunas secuencias puede rozar con lo absurdo, y si bien es una comedia, pero pudo ser mejor llevada. Y si bien al inicio se muestra a la gastronomía con un gran respeto hacia el final y para la gran prueba como que se pierde un poco de esa filosofía.

Aún así, se disfruta sin muchas complicaciones, Tiene un par de secuencias realmente delirantes que te hacen pasar un buen rato y puedes disfrutar de una visión diferente sobre el humor a lo que nos tiene acostumbrado Hollywood, y eso, se agradece.

De un tiempo a esta parte la grastronomia ha dejado los fogones para invadir los medios de comunicación y convertirse en un fenómeno de masas. Cocineros estrella, las recetas de Arguiñano, concursos de cocina, realitys tipo pesadillla en la cocina.

El cine no ha sido ajeno a este fenómeno. He encontrado más de cien películas sobre el género. Desde obras maestras como El Festín de Babette, hasta comedias del montón como el Super Chef, pasando por extravagancias tipo La Gran Comilona de Ferreri o El Cocinero, El Ladrón, Su Mujer y su Amante de Peter Greenaway. Incluso tiene su película de animación propia (Ratatouille).

Dentro de este género está el sub género de la restauración, donde la trama se desarrolla en las cocinas de un establecimiento de este tipo y son los cocineros los protagonistas: la alemana Deliciosa Martha o las españolas Fuera de Carta o Dieta Mediterranea pertenecen a este grupo.

Desde el drama hasta la comedia, sobre todo la comedia romántica, cada vez se ven más cocineros en el cine.

Jean Reno y Michael Youn son dos de ellos que, en clave de comedia amable, lleva el esquema de las buddy movies policíaca a la cocina. Como es habitual en este tipo de historias, se trata de dos rivales que están condenados a entenderse. Un chef consagrado, pero que ha perdido la ilusión y un admirador que conoce todas sus recetas unen sus fuerzas para salvar el restaurante del primero.

Con algunos gags graciosos y el inevitable enfrentamiento con los "villanos" de turno, todo acaba bien, como era de esperar. Simpática y sin más ambición que la de entretener, lo consigue a ratos.

Película de reciente estreno que ha pasado por los cines sin pena ni gloria. Cuenta la historia de un joven que sueña con ser un gran chef y, claro, acaba trabajando para el mejor del mundo. Flojita, flojita. Aunque, si le han buscado un pequeño papel a Santiago Segura, supongo que cine de autor no querrían hacer. A positivar algunos chistecitos que consiguen que la cosa fluya. Carne de sobremesa en Telecinco y típica película que se acabará vendiendo en bares de zonas de descanso de la autopista.

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Se me hacía raro que una película francesa hubiera pasado por las salas de cine de Colombia y que tuviera un buen recaudo en la taquilla. Pero ahora que pude ver la película -no en la sala, sino en casa- puedo entender las razones por las que esta película tuvo tan buen acogida en su momento de proyección. Es una comedia sin muchas pretensiones, y su sencillez es, seguramente, una de las mayores virtudes de esta película enmarcada en un cine que a veces quiere posar de muy sofisticado, como lo es el cine francés.
La comedia sigue la estructura de un relato típico en el que un hombre quiere realizar su sueño y el mundo está en contra de ese sueño, no por razones personales, sino porque no sabe lo que realmente el hombre sueña. En el horizonte aparece uno de los más prestigiosos chefs de París: Alexander Lagarde, interpretado por Jean Reno. Y con este personaje se vislumbra que el sueño se va a cumplir. Sin embargo, los desafíos serán muy altos, y la nueva pareja los enfrentará con un particular humor muy bien sazonado.
También la película es una crítica en sí misma al mundo de la comida internacional y sus grandes chefs, sus manías, sus extravagancias y hasta lo que quieren imponer de moda. Otras críticas pueden ayudarnos a comprender mejor a quién alude cada situación del filme.
Buena historia, gran relato de la cocina contemporánea.

El mundo de la cocina, sus excesos, sus tontunas y sus miserias da para mucho más. Al guión le falta mucha inteligencia y, sobre todo, tratándose de una sátira, humor. Ni una sonrisa, ni solo chiste ingenioso, ni una situación risible. Nada. Una historia vulgar, sin gracia, estereotipada y predecible en todo momento. Y, hablando de momentos, qué decir de esos minutos en los que aparece Santiago Segura. ¡Dios Santo! Vergüenza ajena, por no decir vergüenza patria. Seguro que los franceses lo han contratado aposta para humillarnos.