Tiburón

Creo que he sido injusto con la calificación. Pero es que calififcar a Spielberg no es fácil, por un lado está la maquinaria comercial que siempre le acompaña y por otro lado su afán de mostrar siempre películas "bonitas", con un final feliz muchas veces absurdo. Tiburón llegó al mundo del cine en una década saturada de excelentes películas y las desplazó en cuanto a éxito en taquilla se refiere. Yo tenía 10 años de edad cuando la vi por primera vez acompañado de mis papás (En el mejor cine de mi ciudad) y 40 años de edad cuando la vi por segunda vez (En mi casa, con mi esposa y mi hijo). Y después de 30 años me pregunté la posible razón por la que tanto impactó en 1975, porque ni en aquél entonces ni años después sentí terror o miedo, sí me causó curiosidad por ver al tiburón en sí (misma que cuando lo vi tan "muñecón" se esfumó).

Sí, ya sé, que gusta a todos, que la banda sonora la hemos repetido en gracias, que fur un boom... Pero no puedo apoyar la mala fama que se le dió a este animal perseguido con más violencia desde entonces. Seamos serios, no es un asesino de humanos (para eso ya estamos nosotros mismos), sino un animal que lucha por su supervivencia y en ocasiones (como todos) se equivoca.

La película empieza bien, con un planteo interesante sobre el ataque de tiburones a una ciudad costera exponiendo una disyuntiva ética compleja: si el mantener las playas abiertas para no perjudicar el ingreso económico que el turismo acarrea o si cerrar las mismas para preservar la integridad física de las personas.
Pareciera una cinta compleja, creíble y dramática, con mucho trasfondo psicológico hasta que las variantes mutan hacia el disparate exagerado tan propio de la mayoría de las cintas comerciales de Spielberg. Allí cuando el oceanógrafo, el caza-recompensas y el jefe de policía se suben al bote "Orca" para terminar con el escualo devorador, concluye cualquier atisbo de película seria y sobria para dar rienda suelta a un duelo aparatoso, fanfarrón y absolutamente alejado de cualquier lógica y sentido común. A partir de ese momento la película deriva en un típico producto de entretenimiento liviano que se centra en la acción, el vértigo y algunas secuencias muy bien rodadas que hasta el día de hoy impactan por su emotividad. Hay que reconocer que Spielberg sabe hacer cine masivo, y logra una atmósfera agobiante gracias también al importantísimo aporte de la tensa y opresiva banda sonora de su incondicional compositor John Williams.
Un filme que marcó generaciones por su dinamismo, su tono angustiante y la capacidad creativa de un director para poner en pantalla situaciones atractivas (aunque tan enemistadas con el sentido común). Una pena que sus alternativas no estén cargadas de la compostura y coherencia suficientes como para no descender su calidad hasta el simple entretenimiento chabacano sin más.

esta peli se parece a otra llamada sharknado que parece como que estuviese hecha mal a propósito todo es súper falsa y te puede reír de la peli fácilmente si lo que buscas es una comedia estás de suerte. es una bazofia no entiendo cómo la gente y lo pudo ver a mí me parece que esto es deshonrar los Oscars ya que ha ganado Oscars. Lo que no sé es de dónde sacaron el dinero para hacer una segunda peli. Esta película puede ganar un Óscar una película casera también.

Ante todo, decir que la película es muy entretenida y cuenta con un tiburón mecánico logradísimo que es uno de los mayores orgullos de la Universal. También hacer mención al buen trabajo de Steven Spielberg, y a la genial caricaturización del personaje de Robert Shaw (todo un machote con dos bemoles, de los que ya no quedan, sólo yo y pocos más).

Pero lo que más me llamó la atención cuando vi la peli fueron los dos impresionantes OVNI que aparecen en el metraje. El primero, justo cuando están en el barco del personaje de Shaw, donde de repente, aparece un objeto volador que vuela a una velocidad impresionante. Luego en un plano general del barco de transición, donde en uno de los ángulos del fotograma podemos presenciar un objeto cayendo hacia las nubes que marcha a una descomunal velocidad. Por favor, mírenlo bien, porque merece la pena por su espectacularidad.