La teta asustada

Perfecta metáfora, perfecta sinfonía es la que transmite este bello film, un film sencillo y honesto, cruel y poético, dulcemente poético. Claudia Llosa utiliza su talento para escribir un guión lírico, extravagente, innovador, creativo y sobre todo único. Un guión poderoso que convierte el film en un dulce secreto, en una terrible maldición, una enfermedad, todo ello queda atrapado en sentimientos, en dificultades, en limitaciones. Es un grito de ayuda, de auxilio, para aliviar el dolor interno, la pesada carga de los secretos, de los dolores. Todo esto está sumergido en un mundo guiado por la pobreza, el dolor, la suciedad. Un guiño a la miseria humana, esquematizada de la forma más sútil. El film también cae en una buena factura, sencilla, pero de calidad, un buen espejo de trabajo, de dedicación, de amor al cine, de querer expresar como es la vida y como puede llegar a ser. Conseguida fotografía, suave música, redondo montaje y acertado maquillaje se dan la mano para hacer un marco excepcional para este "cuadro". Toda la historia no cae en tópicos, ni tendencias, sino que se limita a reflejar con objetividad y con bella poesía el más profundo de los dolores. El film transciende, gracias también, a un gran reparto poco conocido, sin duda, pero realista y convincente. Todos bordan la dura tarea del dolor, pero una mujer brilla con fuerza en el film, la innolvidable Fausta, interpretada sublimemente por Magaly Solier. La película funciona bastante bien, pero falla en pequeños detalles que hacen que no llegue a ser una obra maestra, detalles técnicos, detalles de dirección, detalles de metraje. Todo ello le impiden alcanzar lo máximo. También se ve dificultada porque la visión que ofrece no es apta para todo tipo de público y exige una importante reflexión para comprender su sentido.

Lo mejor: La historia y su poesía.

Lo peor: Que no es apta para todo tipo de público.

Estupenda para quedarse dormido en el sofá. Pero no, porque hasta el final esperas que suceda algo que valga la pena haber aguantado toda la película. Lo cierto es que tiene mucho de etnológica o folclórica, y eso es lo que más me ha gustado de la película, muestra muy bien la precariedad de los habitantes de esos barrios.

La interpretación la encuentro no creíble, y el guión bastante inverosímil. Repito, encuentro interesante la realidad en que vive ese pueblo, la primitiva lengua, las costumbres. Aunque noté que todo está falto de alegría, o de una alegría contenida o falsa, que quizás sea debido a que nos son profesionales los actores, salvo los principales, cosa que no sé.

En fin, la película me enganchó por la crítica que había leído y sus valoraciones, demasiado altas para mi gusto. Mala, no es, pero sí lenta, aburrida y rara.

Perú consiguió vencer en Berlín y desde ese momento el film no ha pasado desapercibido, logrando incluso la primera nominación al Oscar para mi vecino país (cosa que celebré de sobremanera), el transcurso del metraje la película nos lleva a un lejano lugar en los recónditos paisajes peruanos para regalarnos una historia bastante inusual, y de esta manera compenetrarnos su historia, en la que Claudia Llosa utiliza recursos, como su excelente puesta en escena para bordar su obra.
El Problema con la película es que no termina de encajar las distintas secciones del film entre sí, sucede que vemos un argumento muy interesante y luego Llosa hace perder poco a poco el interés de la progresión de la historia al mostrar demasiados momentos inactivos, estáticos, hay escenas que no vienen al caso, hay momentos que pudieron tener mayor fuerza, pero se ha quedado muy corta en este aspecto.
La película carece exactamente de eso: de fuerza a la hora de retratar un tema (tan interesante) que pudo haber sido realizado con más poder, ya que se refiere “una enfermedad” como nos trata de hacer entender, muy dura tanto para la protagonista que lo padece como de las personas que la rodean. Probablemente sea la lentitud como fue rodada, (aunque la misma realizadora ha revelado que esa fue su intención), pero me he quedado algo insatisfecho con ella.
Debo recalcar que existen momentos extraordinarios en la película (pocos pero los hay), Llosa logró su cometido en este aspecto, crear un film artístico (le ha salido una joya de demasiado arte y cero de entretenimiento y expectación), además de una hermosa fotografía que retrata los bellos paisajes peruanos mientras escenas de bodas, desiertos, abruman la reatina del espectador.
Las interpretaciones pues a mi parecer llegan a ser extremas mientras que Magaly Solier borda una magnífica interpretación, su personaje es totalmente identificable, hay otras actuaciones que dejan mucho que desear (De hecho bastante malas, como la del tío de fausta).
En Resumen Perú nos ha regalado una obra bastante peculiar pero su tratamiento puede hacer que lleve al cansancio y pesadez para ciertos espectadores, debo mencionar que la película no es que me aburrió, en ningún momento fue así, solamente que falto ese elemento que sorprende, que mantiene expectante, al carecer de estas cosas; la película se define como “Hermosisimas Imágenes”, pero con una historia regular

De más está decir que la obra es por y para Fausta, una Magaly Solier que, junto con Llosa, arma un personaje cuyos sentimientos, desbordados en intensidad, son canalizados a través del lenguaje de la mirada. Ésta "transpira" sangre, un deseo oculto trás ese cuerpo contenido, reacio. La división de ambos mundos, el externo y el de la prota, se encuentra bien retratada.

Fausta tiene, literalmente, una papa: un tubérculo en la vagina. Esta información aparece junto con la muerte de su madre, la que será el disparador de la trama. Llosa hace uso de planos estáticos, el movimiento de la cámara rara vez se presenta dinámico. De una forma u de otra representa esa evolución ultra lenta de la protagonista. Y es que, en última instancia, esa bendita papa la aisla del afuera, es un obstáculo en su crecimiento: como así también lo fue la represión ejercida en Perú.

El traje de novia, los novios y novias en concreto, compiten siempre con el cuerpo de su madre: insepulto, presente a cada instante, tanto en la tierra como en su cabeza. Fausta sublima su pena y su represión a través de la música, que poco a poco la irá desatando, como esas perlas representando el camino a seguir, el afan de libertad personal.

Se habla mucho de magia en esta peli pero, para ser precisos, cada elemento que aparece en el guión va conformando un encadenamiento de símbolos que se complementan. La teta asustada contiene una magia regida por el símbolo más que por los hechos concretos: ahí radica su fuerza, si bien que por momentos flaquea en los ritmos. Aún así, estamos ante un dignísimo producto del pueblo peruano, y esperamos de seguro saber más sobre sus creencias.
Sus magias locales.

Este año se ha dado la circunstancia de que una de las categorías más disputadas en los Oscars ha sido la de mejor película en habla no inglesa. Películas muy distintas con gran éxito internacional. Esta coproducción hispano-peruana es realmente decepcionante. La historia no está mal; pero los actores - en general- me han dejado más frió que otra cosa. Cinematográficamente hablando no me ha aportado absolutamente nada por su realización que parece de estudiante de cine. Solo destacar el pequeño papel de la expléndida Susi Sánchez. Las canciones de la protagonista- Magaly Solier- funcionan a veces y en otras `no pegan ni con cola´ y se hacen excesivas hasta la extenuación.