Anon

Si no te gusta la ciencia ficción esta película te parecerá probablemente muy aburrida. Sin embargo, a los fans de sci-fi les resultará una buena película, con intriga, suspense, tensión, y todos los ingredientes de un sci-fi thriller, en el que en ocasiones puedes perderte con las explicaciones “técnicas” de lo que sucede dentro de la peli.

En el futuro, para garantizar la seguridad, todos los habitantes tienen un implante obligatorio con el que queda registrado todo lo que ven. Por tanto, en caso de cualquier acto delictivo, la policía se limita ver las imágenes de los sospechosos. Nadie por tanto puede ser anónimo. Sin embargo, se cometen una serie de crímenes que no pueden ser visionados y algunos personajes tienen hackeada su propia visión hasta el punto de que no se distingue realidad de ficción. Por ello, le peli puede resultar un tanto confusa en ocasiones pero mantiene el ritmo en todo momento.

Buena actuación de Clive Owen, gran actor, que rinde a un nivel superior a los demás. En definitiva, una buena peli de sci-fi especialmente para fans del género.

He leído muchas críticas que tachan la película de aburrida, lenta, fea, sin sentido... y alucino. A mi me tuvo enganchando desde el principio, plantea una historia interesante, con un futuro diferente a las naves espaciales y cosas supermodernas, una historia que se va desarrollando en su tiempo justo, y con una muy buena coherencia de la psicología de los personajes en consonancia con la fotografía y el ambiente en el que se desarrolla todo.
Es una película con un estilo lento, sobrio, y sin fuegos artificiales de sobra, y ya de paso es la única película de Amanda Seyfried que me gusta. Es una película que me dejó muy buenas sensaciones.

Película protagonizada por Amanda Seyfried, la mujer que tiene los ojos más grandes que las tetas, y por Clive Owen, que se pasa la película con cara de jubilado que ha perdido la final del torneo de dominó de su pueblo.

Se trata de un futuro distópico donde todo lo que ve una persona queda grabado en los ordenadores del gobierno gracias a una lentillas del futuro, siendo posible revisarlo cuando sea necesario, y hacerle a una persona la trazabilidad como si fuese una bandeja de carne de vaca. Y Amanda es una atractiva hacker que no sólo está fuera de esa red de grabación, si no que además es capaz de borrar parte de esa información y sustituirla por otra. Y claro, el gobierno dictatorial no puede permitirse que haya individuos libres, y se lanza a la búsqueda y captura de Amanda.

Es una película que debería tener más acción y más guiños futuristas. También personajes más vivos, y no este par de protagonistas que se mueven menos que los ojos de Espinete. Si vas ha hacer una película futurista, el público que atraerás será al que le gusten las películas futuristas, y esperarán ver cacharros futuristas. Y no, una telaraña mostrando cómo se conectan unos proxies con otros no es suficiente.

El punto de partida de la película, con la hacker y tal, está bien, pero pronto la película se desinfla porque no tiene nada más. La historia permanece plana sin nada nuevo que incorporar. Que toda la película se quede en el planteamiento inicial suele ser mala idea.

Esta película es lánguida. Esta bien realizada porque lo que quiere transmitir es un mundo de ciencia ficción, estilo años 50, en plan rollo cine negro. Pero es lenta.

Cuando te enteras de que va. Te preguntas a ti mismo, y dices: pero, ¿ya está? con esta idea tan buena, ¿sólo se os ha ocurrido esto? Es una historia plana, y no porque no tenga un buen salto de guion como a medio camino de la película. Pero se derrite, es lenta, se hace tediosa porque es reiterativa, y además, le falta profundidad.

Una pena, porque el mundo distópico que se nos presenta me temo que se parece muy mucho al que nos espera, salvando las distancias, claro, que esto no deja de ser una película de ciencia ficción.

Comienza con una premisa interesante, los humanos ya no tenemos memoria orgánica, sino que somos una especie de ordenadores que almacenan recuerdos como si de archivos se tratase, todo esto tiene una importante vulnerabilidad, pueden corromperse, borrarse o sustituirse por otros. Aquí te preguntas ¿dónde está la ventaja? ¿para qué entonces esta "mejora"?. Además la gente puede ser escaneada por la calle por otras personas, obteniéndose su identidad. Hasta ahí bien, pasado el inicio, en el que se nos presentan los personajes, demasiado insípidos y sin fondo ninguno, se empieza a desarrollar la trama de manera lenta, con demasiados silencios que resultan soporíferos en lugar de mantener el interés, interrumpidos por alguna que otra escena de sexo.
El final llega (por fin) para desarrollarse demasiado rápido e inconsistentemente. Podría haber sido más interesante de haberse profundizado más en los personajes. El de ella es plano totalmente, el de él no llega a despertar empatía alguna.
Quizás pueda considerarse una crítica a la falta de intimidad a la que rápidamente avanzamos o la volatibilidad de los recuerdos.
Mejor que ver esta película recomendaría In time, del mismo director, bastante más entretenida. Incluso si eres fan de Owen o Seyfried esta película terminará por decepcionar.