Instinto maternal

Zanahoria.
En la primera secuencia ya está todo el pastel o truco Joe Eszterhas, sí, pero no, tal vez, quizás, ya veré, un resumen concentrado de lo posteriormente acontecido, te avisan, no te llames a engaño, está anunciado, el huevo del dinosaurio, y de la serpiente, se enreda y desenreda, amenaza latente, sospecha intrigante, gatuperio en puertas, atroces tramas, lías telarañas que enmarañan mi razón, que te quiero mucho y es sin ton ni son, con gracia y acierto y encanto, matizadamente en/con los gestos miradas sabrosas de ellas, en la ambigüedad malévola, casas espejo, madres viceversa, clase media, revolutionary road, familias ferpectas, claroscuro, zona de sombras, luz infierno, la profecía, el intríngulis, el descubrimiento, qué será, será, whatever will be, will be, qué pasará, qué misterio habrá, puede ser mi gran noche, gira, para, derrapa, frena, arranca, espanta, apunta, aguanta, apuntala, acelera, la música que suena parece que ahora cuela, las dos caras, las dos amas, de la moneda, el jardín (de infancia) de los senderos que se bifurcan, perversa, laberinto, resplandor, y en ese primer rato o tramo interesa, asola, desconcierta, divierte, te preguntas, aunque lo intuyes sobradamente (tienes ya el colmillo retorcido por tanto lumpen), hacia dónde van los tiros, y una vez aclarado el (poco) secreto, el pescado vendido, y presentadas las cartas (marcadas), los hechos sumarios, consumados, se vuelve (o confirma) de una vulgaridad aplastante insultante, de un increíble alarmante, otra película más, como hay a cientos o millones de esas (de) malas, la mano que mece la cuna de marras, de sustos, o no, el caso es que aburre y cansa y harta y agota y se convierte o transforma (lo que antes era solo potencia, ahora ya es acto, fallido) en un artificioso sonsonete estirado hasta el límite, infinito, averiado juguete, ruido de fondo, barullo, jaleo, hasta donde no se debe o puede, hacia la nada, la frivolidad más tontuela hueca, roma.
Las actrices son buenas, se esfuerzan, la rubia se deja el pellejo, intensa es poco, la otra más sutileza, y el niño Omen da el pego, clavaíto (no) más o menos.
Todo es bagatela, pirotecnia, vaharada, vana bala banal matanza, casquería medio semi pretenciosa, escabechina chorra, bobería hinchada, con flatulencia.

Si hay un país que habitualmente nos ofrece proyectos cinematográficos de calidad ese Bélgica, que además en los últimos años está coproduciendo interesantes películas con Francia. En esta ocasión nos llega el cuarto largometraje de Olivier Masset-Depasse, cuyo trabajo más conocido hasta la fecha es la interesante "Illégal ( 2010 )", que se estrenó ese año en la Quincena de realizadores de Cannes, con Anne Coesens como protagonista.
En esta ocasión se aleja del drama social para abordar una historia con aroma bastante clásico que mezcla el suspense y el drama familiar, situando su acción en la década de los 60, y que adapta una novela bastante reciente, la escrita por
Bárbara Abel en 2012, de título "Derriére la Haine", diferente al de este proyecto cinematográfico.
La película tuvo una presentación en el pasado festival de Toronto, y tiene como protagonistas a dos mujeres, que son amigas y vecinas, y que tienen dos niños de la misma edad, y que aparentemente tienen bastantes cosas en común.

La propuesta tiene un arranque bastante interesante con un suceso trágico que marcará el resto de la película, pero la trama va derivando en una serie de situaciones poco creíbles, desconozco si en la novela están mejor contadas, y poco a poco me fui desconectando de esta película que quiere imitar a otros directores, y en lo tramposa que es la película me recuerda a algunas películas de Brian de Palma.
Las protagonistas son dos mujeres, interpretadas por Veerle Baetens en el papel de Céline y Anne Coesens en el de Alice, y el resto de personajes giran a su alrededor, sin llegar a tener una gran importancia en la trama, exceptuando el de Theo, el niño hijo de Céline y que está interpretado de manera bastante correcta por Jules Lefebvres.
No me convence la actuación de Veerle Baetens, la protagonista de esa magnífica película nominada al Óscar titulada "Alabama Monroe ( 2012 )", ya que en esta ocasión está excesiva y poco creíble. Por contra, su compañera de reparto está solvente y más creíble en sus gestos y reacciones, y mucho más teniendo en cuenta que su personaje no está bien desarrollado por el guion, pero que la actriz lo saca adelante sin necesidad de excederse en situaciones en donde otro intérprete podría haberse pasado de rosca.

La película abusa de los giros, algunos innecesarios y otros mal explicados, en la obsesión de muchos cineastas de mantener al público despierto con fuegos de artificios huecos y vacíos de contenido ya que, en ese empeño podemos añadir la música que resulta cargante y repetitiva compuesta por Renaud Mayeur y Frédéric Vercheval y que pretende recordar al Bernard Hermann de las películas dirigidas por el maestro del suspense, pero que en este caso se queda en un intento y termina siendo una sucesión de sonidos potentes para avisar del siguiente giro, pero que son muy monótonos y a la mitad de la película, al menos eso me sucedió a mí, te acabas cansando y aborreciendo.
Entre los aspectos positivos, además de la interpretación de Anne Coesens, destaco algunos momentos visuales y sobre todo la recreación de la época, tanto en la estética como a la hora de cuidar los objetos y escenarios que rodean a los personajes.
Una película que pese a mi crítica negativa es fácil de recomendar, en especial al público medio que disfruta con el cine europeo actual, siempre que sean películas no cercanas al cine de autor o de ritmo pausado, y que al menos no aburrirá a los espectadores que acudan a las salas de cine en este periodo veraniego.

LO MEJOR: La actuación de Anne Coesens. La recreación de la época y la ambientación.
LO PEOR: Es la típica película tramposa que te engaña con un guion lleno de zanjas.

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Su estética y ambientación retro, muy lograda y elegante, es quizás lo mejor de la propuesta, en lo demás va de más a menos, un tema tan profundo como la muerte de un hijo daba para algo mucho más intenso y logrado que lo que terminan haciendo.
La propuesta para mí hubiera ganado mucho si mantenía la ambigüedad moral de Céline hasta el final, si no revelaba si los miedos de Alice eran fundados o pura paranoia, por eso cuando apuestan a lo genérico es que la película termina de confirmar su vuelo corto, su mediocridad.
Hubiera sido bueno que el director aprovechara mejor los temas y la época, pero bueno, queda claro que Masset-Depasse está lejos de ser Todd Haynes en cuanto a lo narrativo.
Muy buenas interpretaciones, sobre todo de Anne Coessens, aunque creo que ambas actrices estaban pasadas de años para sus personajes, sobre todo Coessens, en la década del 50's las mujeres se casaban mucho más pronto y obvio tenían hijos enseguida, acá no dan ninguna explicación para esa diferencia que le quita coherencia a la historia.

Profeta en su tierra, este tercer largometraje de Masset-Depasse a acaparado 9 de los premios Magritte (los Oscar belgas). Ellos sabrán por qué. Comparte una de sus protagonistas femeninas, Veerle Baetens, estupenda en aquella delicia, que fue "Alabama Monroe" (Felix van Groeningen / 2012) pero desafortunadamente nada más. Olivier M-D su director se ha tomado un receso en su cine de corte social para "juguetear" con el thriller de suspense. Dicen los mandamientos que no se puede nombrar el nombre de Dios en vano, pecado que comete parte de la crítica y de forma más humilde, faltaría más, el propio director cuando evocan y convocan a Hitchcock, Lynch o Sirk al hablar de esta película, que parafraseando a Star Wars habita en un galaxia muy, muy, muy lejana de los maestros citados por mucho que se haya empeñado Olivier en una puesta en escena donde se luce el equipo de producción artística.

En una muy libre adaptación de la novela "Detrás del odio" de su compatriota y amiga Barbara Abel que no sabemos si habrá dejado de serlo después de ver el anodino resultado de una propuesta en principio muy sugerente que el director y también co-guionista no acierta a sacarle el jugo que merecía.  La cosa deriva en un quiero y no puedo donde los esfuerzos contenidos de Anne Coesens actriz habitual del director no consiguen levantar un artificio previsible, carente de un mínimo suspense y una realización más pendiente de la estética que del fondo de una cuestión tan compleja como la pérdida de un hijo, mezcladas y agitadas con los celos y la envidia social. Se agradecen los instantes que dedica el director en su faceta como crítico social al papel de la mujer en esos años 60 a los que ha trasladado la acción con un machismo fuertemente enraizado en la estructura familiar. Poco más.

cineziete.wordpress.com

Atmósfera asfixiante desde principio al final muy bien mantenida y que no te permite relajar la atención en ningún momento.

Interpretación realmente buena de los personajes.

Angustiosa película de terror psicológico que no decepciona.