Jaulas

Soporífero pasquín de falso lagrimón que muestra en todo su esplendor el "ideario social" de la Academia donde a uno le rebozan por las narices las dramáticas situaciones inverosímiles de unos supuestos pringados sociales... y en este caso, le ha tocado sufrir las ocurrencias del guionista al colectivo gitano.

Porque, señores y señoras, lo realmente inverosímil de esta película es que un gitano pierda una pequeña fortuna por no usar el cerebro (en este caso, el género femenino). Esto demuestra que el guionista sólo parece preocupado por mostrar una desgracia detrás de otra más desgraciada que la anterior para intentar que nuestro cerebro diga por fin en algún momento "uy, pues sí, pobre gente"... pero sin mostrar en ningún momento el menor respeto a la inteligencia del espectador ni de las gitanas (que supongo que también se echarán unas risas o incluso se molestarán por mostrarles tan soberanamente imbéciles). Este desgraciado guionista se nota que no tiene ni pizca de remordimiento cuando nos obliga a soportar tantas situaciones de vergüenza ajena, porque las hace suceder una tras otra sin el mínimo rubor. Me he pasado la mitad de la película riéndome de las ocurrencias del guionista (y eso que se supone que es una película para llorar mucho), y la otra mitad mirando hacia otro lado.

La dirección tampoco es para tirar cohetes, y aunque los actores más o menos cumplen, tampoco consiguen "encajar".

Le doy un tres por hacerme reír tanto con sus ocurrencias filosóficas sobre el colectivo gitano. Guionista, machote, te has lucido.