El Infierno Bajo Tierra

Muy mala película, pesimamente interpretada, dirigida y editada, que narrando una demencial historia en la que se mezclan pesimamente y con unos inmensos socavones de su confuso y mal desarrollado guión, toda una retahíla de enmarañados apuntes en cuanto a origen de todo lo que vemos en pantalla, y un no confuso, sino incapaz intento de encajar esas diseminadas piezas, en lo tramposo y risible de pretender resolver de modo trilero (la bolita esta debajo del cubilete terror psicológico, del de terror diabólico, y hasta del de intrusión científica a las entrañas de la madre tierra), algo que con solo unos minutos de metraje visto evidencia la pobre enjundia de lo que nos espera y la hace indefendible (por no tener no tiene ni una gota de humor, y el erotismo de saldillo con el que nos sale en alguna escena, hace hasta incluso añorar poder emplear en ellas el penoso, vergonzante en este tipo de producciones, y generalmente sinónimo de rijoso, calificativo de "Soft").

No es más que otra pelicula de terror que intenta ser algo mejor pero se queda como tantas otras, en nada. Excesiva durada de algunos diálogos te hacen adormecerte, le falta acción e incidir más en el tema del infierno.
Creo que perdí el tiempo.

En un estación situada en el desierto del Sahara, de las que horadan el suelo buscando petróleo o gas, a 14 km. hallan una bolsa de gas que al liberarse genera alusinaciones (interpretación científica) o las tentaciones de mismísimo Satanás (interpretación creyente-religiosa).

Sea lo que fuere, la película es mala con ganas. A su lado aquella película descatalogada y casi imposible de hallar o ver como es "Molokai, la isla maldita" (España 1959) dirigida por Luis Lucia y protagonizada por Javier Escrivá, Roberto Camardiel, Gerard Tichy, Marcela Yurfa, Nani Fernández, es una sobresaliente obra de arte, de valores humanos, de ejemplaridad a seguir y acicateadora de lo mejor que llevamos dentro los seres humanos. En cambio "Nine Miles Down" es un filme de serie "C" o "G", bazofia incalificable que sólo puede gustar a gente con la mente muy degenerada o vacua.