Jay y el silencioso Bob: Veinte años después

¿Me ha gustado "Jay y Bob el silencioso. El Reboot"? Si, me ha gustado. ¿Está a la altura de la saga "Mallrats" de Kevin Smith? No demasiado. En realidad este reboot es una parodia donde, en un ejercicio de metalenguaje, utilizan y explican lo que es un reboot. En realidad toda la película va sobre un reboot donde ruedan la nueva saga con dos actores que no son ni Smith ni Mewes quienes, en la ficción, han perdido los derechos sobre sus propios personajes. Y es que lo que mejor define esta película es eso: el metalenguaje. Una película dentro de otra película que a su vez es un fan service divertido aunque no demasiado. Si eres fan de la saga, te encantará por reencontrarte con los personajes y los cameos acostumbrados. Si no conoces la saga "Mallrats" te parecerá una soberana tontería. Porque, reconozcámoslos: aquí impera la gamberrada por encima del guion. O por decirlo de otra forma: esto es juntar a un grupo de antiguos amigos de la universidad y aprovechar para hacer una película confiando que la forma es tan potente que poco importará el fondo.

Me ha entretenido y mucho. Me ha encantado la reinvención de la saga por parte de Smith. Pero no hay mucho más. "Jay y Bob el silencioso: El reboot" es una película SOLO para fans. Y lo agradezco, claro que si. Pero no es la mejor película de Kevin Smith. Tampoco creo que es lo que el director pretenda.

Pero vamos a ver, otra vez la misma historia, señores de Hollywood: que no se puede hacer humor alternativo e irreverente mientras se rinde pleitesía a todas las obsesiones culturales del mainstream americano. Dos personajes que triunfaron por su carácter contracultural se nos presentan ahora como escrupulosos cumplidores de todos los cánones del wokismo y la corrección política. El resultado es una película tan inofensiva y rutinaria como aburrida. Absolutamente prescindible.

Soy uno de esos seguidores que cree que el Kevin Smith de Clerks, Mallrats, Chasing Amy, Dogma y la anterior entrega de esta película son entretenidas, graciosas y algunas de ellas incluso grandes películas del cine de los noventa y dos mil.

Pero, no todo el mundo puede adaptarse al paso del tiempo. Y mucho me temo que Kevin Smith forma parte de este grupo.

En la primera había malicia, crítica a Hollywood, lenguaje soez por doquier, cameos ingeniosos y una trama tan estúpida como hilarante.

Desgraciadamente, aquí no.

Todo respira un aroma sentimental sobre el paternalismo que no funciona, los nuevos personajes son un bluff (Smith empeñado en que su hija se convierta en su musa), las escenas que recapitulan escenas de la primera son peores (la reunión con Jason Lee, el agente de seguridad del Comic Con).

Lo siento Kevin, pero no cuela. Puedes hacer esta película para reunir a tu pandilla, pero esto es insufrible.

Y lo que es peor...sus dos icónicos personajes, han perdido totalmente su gracia.

Ahora también hay que decir que uno sabía dónde se metía, el trailer con todos los cameos ya daba a entender que pocas cosas tenía Kevin que decir.

Creo que todo se puede simplificar en la aportación de Ben Affleck en ambos filmes:

En la primera le muestra a los protagonistas que es Internet y leen todas las malas críticas que tienen. Además hace un doble papel, donde interpreta de nuevo al personaje de Good Will Hunting, se mofan de él y de su forma de actuar.

En esta, da una charla sensiblera sobre la paternidad con el personaje de Chasing Amy.

Lo dicho, supongo que a algunos el tiempo les deja más tocados que a otros. Si son fans de la primera, simplemente revisen esa y dejen esta película en el olvido.

Se supone que hay que reírse con esta basura ó es imprescindible fumarse algo?
En serio, solo puedo entender que esto le haga gracia a gente que se ha quedado con edad mental de 14 años.
Parece que el Kevin Smith se parte de la risa con solo hablar de porros, marihuana y masturbaciones, pero contar el mismo chiste una y otra vez es como para cuestionarse si no consume demasiado.
Lo siento si la parte buena empezaba en la segunda mitad, pero no puedo más con esa sensación entre vergüenza ajena y pérdida de tiempo.

Secuela/reboot de Jay y Bob el silencioso, los clásicos personajes de Kevin Smith que han aparecido en tantas películas de colegas. Aquí más que un film en si, tenemos una secuencia de gags intentando emular la original. Se preocupan en introducir 18 años después a los personajes de la original poco a poco junto a los clásicos colegas de siempre como Matt Damon o Ben Affleck, aunque limintandose a cameos muy breves esta vez.

Si la original era un festival de risas, aquí se puede esbozar alguna que otra tímida sonrisa, pero poco más. Ni rastro del humor, coherencia y genialidad de su antecesora, pese a no traicionar su humor zafio y no válido para los tiempos modernos de la cultura woke, a la que también le echan valor y hay algún buen "zasca".

Se nota que han pasado los años pero Jay y Bob el silencioso, arrugas aparte, siguen frescos. Es una lastima que desde que se introduce a Harley Quinn Smith en la historia, la película cae en picado. Ni el paso por Los Ángeles está bien hecho y se siente apresurado, así como toda la película que está muy poco inspirada pero a trozos es medio salvable.

Película de colegas con 2 buenos personajes conocidos. Pero hasta ahí. Para completar el universo de Kevin Smith.