El Judas

Durante siglos en muchas localidades españolas se celebraban en la cuaresma representaciones teatrales sobre temas sacados de la Pasión de Cristo. En algunas ciudades esta tradición llega hasta la actualidad. Es el caso de Esparraguera donde el pueblo entero se vuelca en las interpretaciones.
Naturalmente, los papeles principales son los más demandados, pero para desarrollarlos adecuadamente suele hacer falta una sensibilidad especial.
Es el caso de Judas Iscariote que interpreta de forma impecable un empresario sin escrúpulos, Mariano Forné (Vilar), "Los negocios son los negocios". Un auténtico ladrón que ambiciona el papel de Jesucristo y para ello envía injustamente a la cárcel al actor que lo representa.
Pese a sus cualidades interpretativas, Forné no termina de realizar un buen trabajo. El resto de actores, sus convecinos, se muestran incómodos en el escenario. "Hacéis la Pasión como si fuerais a misa", les increpa. Pero pronto advierte que "El papel de Jesús tiene algo especial. Como un secreto". El hábito, en este caso, hace al monje, el personaje se impone al actor.
Sobre la base de un sólido guion, Iquino desarrolla en la pantalla una magnífica combinación del drama de la Pasión con la transformación de un personaje que busca la perfección interpretativa, aunque ello suponga acabar con su vieja personalidad quedando a merced de la violencia de las personas que con anterioridad ha engañado.
Con la misma ciudad de Esparraguera como escenario, con sus vecinos y actores aficionados (excelentes sus interpretaciones), la cámara se mueve con agilidad en picados y contrapicados aplastando o elevando a los distintos personajes, lo mismo que en los primeros planos de los rostros con sus claroscuros y sombras.
Excelente la banda sonora con Bach y Haendel como base.
Pero lo mejor es la interpenetración del drama de la Cruz con el drama personal de Mariano, su camino hacia el Gólgota con su cruz a cuestas: "Mi alma era de Judas y Jesús se la lleva con Él". Un drama religioso con momentos de verdadera emoción. Sin moralina barata.
Una gran película que recomendamos sobre todo a quienes gustan del cine religioso o de valores humanos. También a los aficionados a la historia del cine español.