Haz click aquí para copiar la URL

El congreso

Ciencia ficción. Drama. Animación La necesidad de dinero, lleva a una actriz (Robin Wright) a firmar un contrato según el cual los estudios harán una copia de ella y la utilizarán como les plazca. Tras volver a la escena, será invitada a un congreso, que se desarrolla en un mundo que ha cambiado completamente. Basada en una novela de Stanislaw Lem, se trata del retrato de un mundo que se dirige inevitablemente hacia la irrealidad.
<< 1 8 9 10 11 13 >>
Críticas 61
Críticas ordenadas por utilidad
24 de mayo de 2023
1 de 1 usuarios han encontrado esta crítica útil
Inspirándose en la novela de 1970 "Congreso de futurología" de Stanislaw Lem, el israelí ​Ari Folman (Vals con Bashir) adapta "The Congress", una original sátira sobre el propio cine, y sobre la identidad y la sociedad.

"The Congress" está dividida en varias partes, y en todas vamos viendo cómo evoluciona la industria del cine y el mundo en general a través de la actriz Robin Wright, quien se interpreta a sí misma, y su decisión de vender los derechos de su imagen digital a una compañía de entretenimiento. En una primera parte, vemos cómo Robin ha de enfrentarse a la industria de cine, mostrándonos las dos caras del mismo, el cine como arte y como negocio. En la siguiente parte ya entramos en la pura ficción, adentrándonos en un mundo donde los límites de la realidad y de la ficción se pierden. Ya en la última parte, nos adentramos en un mundo claramente inspirado en las pinturas del Tríptico del Jardín de las delicias de El Bosco, donde la ficción lo ha invadido todo.

La película está llena de metáforas, referencias y simbolismos, que le permiten tratar temas como la identidad, la fama, las aspiraciones del hombre, el futuro del ocio; a la vez que critica el control de las masas, la sociedad, la manipulación de la realidad, el capitalismo y el límite del uso de las tecnologías, de la imagen y de la realidad virtual.

Aunque la novela en la que se inspira sea de los años 70, y la película es de principios de este siglo, los temas que trata están totalmente de actualidad. Es inevitable trasladar la historia, la actualidad y reflexionar sobre cuáles son los límites de los efectos visuales por CGI, los derechos de reproducción del artista, sobre los límites de la inteligencia artificial, sobre el ocio digital y virtual, y el meta universo.

En cuanto al apartado técnico, "The Congress" presenta un estilo visual impresionante que mezcla animación tradicional con técnicas digitales. El mundo animado es surrealista, onírico y lleno de detalles. Igualmente, para el mundo real se utiliza una fotografía muy cuidada que muestra diferencias y divisiones en la propia realidad, y los cambios en los estados de ánimo.

Los adjetivos que mejor encajan para definir "The Congress" son original y única. Una película de culto moderna.
Rubén
¿Te ha resultado interesante y/o útil esta crítica?
2 de julio de 2023
1 de 1 usuarios han encontrado esta crítica útil
El congreso (de futurología)…Cómo respetar el espíritu pervirtiendo la letra o cuando Barbarella cabalgó a Dr. Strangelove
Algo extraño sucede en nuestro interior cuando un director de nuestro agrado tiene la ocurrencia de intentar convertir en imagen una de nuestras obras literarias de culto: una sensación ambivalente de temor e ilusión.
Así me ocurrió cuando Gondry afrontó hace unos años el cuento de amour fou surrealista de Boris Vian en la espuma de los días, obra de cabecera en mi ya lejana juventud. Dejándome con una sensación agridulce dado que, siendo el resultado formalmente exitoso, dejaba el poso de respeto a la letra de la novela más que al espíritu.
Por todo ello imagínense cuando de forma algo tardía, descubrí que Ari Folman, el director de nuestra anteriormente proyectada un vals con Bashir afrontaba mi obra preferida de uno de mis autores favoritos, no solo de la S.F. sino de la literatura en general. El congreso de futurología de Stanislaw Lem; libro atípico, extraño y sobrecogedoramente atrayente...si sabes dónde te metes.
Claro está, que si no eres de más allá del antiguo telón de acero, (donde Lem era archiconocido, escritor, filósofo, fundador de la academia polaca de astronáutica a pesar de ser médico, asiduo de la televisión, siendo una figura muy presente en la cultura popular), puede que sea un autor casi desconocido. Puede que alguno recuerde las dos versiones de “Solaris”, con ninguna de las cuales quedó conforme. O los jóvenes, las lecturas obligatorias de instituto de Ciberíada o sus Fabulas de robots, donde transforma los cuentos de hadas en el equivalente futurista y los robots, cosmonautas, científicos y electroduendes asumen los pertinentes roles del cuento clásico. Pero más allá de ello es un perfecto desconocido, aunque personalmente su prosa, con ese tono sarcástico-humorístico me recuerda al Voltaire de Microomegas o Cándido.
Así pues, tenemos un escritor desconocido, con múltiples estilos: sesudo el de Solaris y sus ensayos; divertido en sus fabulas y viajes. Y como compañero de viaje un autor, Ari Folman, que afronta el reto de plasmar una obra que siempre pensé que sería imposible de trasvasar al medio audiovisual…y lo hace mediante el doble reto de mezclar animación adulta y personajes reales, (inconmensurable H. Keitel, divina la eterna princesa prometida) y asumiendo que para mantener el espíritu a veces es necesario pervertir la letra. No solo eso, sino que además cuenta dos historias, la de Lem; autentico ejercicio de estilo surrealista-psicotrópico(como Dalí tras una cena de setas alucinógenas con postre de pastillas de colores y narguile), junto con su propia historia, menos críticamente nihilista y más contextualmente llena de crítica social.
Sí, porque como ya nos mostraron varios directores, con la animación también se puede hacer crítica.
No querría explicitar en demasía la trama de la película para que os sumerjáis en ella sin prejuicios, pero cabe recalcar su vigencia en un momento, en que vemos que nuestro amado arte está evolucionando. Actores muertos vuelven a actuar y rejuvenecen prodigiosamente por medio de la tecnología y en aras de la comercialización y el dios de la mercadotecnia. Así no es tan extraño pensar en optar por comprar los derechos digitales de un actor en vida para sustituirlo por una nueva y eternamente joven versión de si mismo dúctil a los deseos de la compañía o el director de turno
Como toda obra diferente puede que no guste a todos, puede que parezca algo extraña, que incluso os perdáis al principio, pero como todo salto al vacío precisa un elemento puntual de fe; dadle una oportunidad y dejad que os conduzca a un universo diferente, un universo químico de dibujos de la Warner, y comedia Slapstick, una obra plurirreferencial lleno de homenajes, donde se plantea la realidad de las cosas no una sino muchas veces.
Dadle una oportunidad y luego la comentáis. Se supone que el cine debe, como todo arte, debe abrirnos a nuevos mundos. Y si queréis en otro momento os comento lo que pensaba Lem, con su sempiterna ironía, de las dos versiones de Solaris.
P.D como toda obra multirreferencial, al visionarla supongo que captaréis el porqué de las dos obras que enuncio en el subtítulo inicial
sugarat
¿Te ha resultado interesante y/o útil esta crítica?
2 de agosto de 2023
1 de 1 usuarios han encontrado esta crítica útil
'The Congress', dirigida por Ari Folman, es una obra maestra cinematográfica que trasciende el tiempo y explora temas universales con maestría. Desde su lanzamiento hace diez años, esta película ha ganado una nueva relevancia en un mundo en constante evolución, donde el desarrollo de la inteligencia artificial pone de manifiesto la compleja relación amor-odio del ser humano con la tecnología y su impacto en la sociedad.

La trama sigue a Robin Wright, quien se interpreta a sí misma, al aceptar un contrato digital con Miramount Studios. Veinte años después, la historia nos transporta a un mundo utópico animado donde las personas pueden convertirse en avatares mediante sustancias alucinógenas. En esta distopía tecnológica, la película nos confronta con dilemas éticos y existenciales, cuestionando qué significa ser humano y cómo la tecnología redefine nuestra identidad.

'The Congress' aborda de manera provocativa la conciencia de la imagen propia y su relación con nuestra identidad, algo que ahora conocemos como 'personal brand', y podría ser simplemente otro invento de la sociedad de consumo. Así, Robin Wright se enfrenta a la idea de convertirse en una proyección digital de sí misma, lo que la lleva a cuestionar si esta representación es verdaderamente ella o simplemente una creación manipulada por la industria. Este tema resuena en la actualidad, donde la forma en que nos presentamos en línea y en las redes sociales afecta nuestra percepción pública y cómo nos percibimos a nosotros mismos.

Además de abordar la relación entre el ser humano y la tecnología, 'The Congress' nos invita a reflexionar sobre la identidad en el siglo XXI y cómo vender nuestra imagen puede llevar a la pérdida del control sobre quiénes somos y cómo el mundo nos ve. Esta temática es especialmente relevante en una era dominada por la publicidad y las redes sociales, donde la imagen proyectada puede eclipsar nuestra verdadera esencia. La película plantea cómo esta dinámica podría intensificarse en un futuro cercano, afectando la autenticidad y la conexión humana.

La película también destaca por su enfoque en el futuro del cine y la industria del entretenimiento en general. Presentando una visión distópica de la industria cinematográfica, donde las estrellas de cine son reemplazadas por proyecciones 'químicas'. Esta premisa cuestiona también la autenticidad en el arte y la creciente influencia de la tecnología en la narración de historias. 'The Congress' critica el consumismo y la explotación de la industria del entretenimiento, mostrando cómo los artistas pueden perder su voz y ser convertidos en productos para el consumo masivo.

Ari Folman utiliza una combinación hábil de animación y acción en vivo para explorar estos temas complejos. La animación crea un mundo utópico y surrealista donde las leyes de la realidad se desvanecen, reforzando el mensaje de que la tecnología puede alterar nuestra percepción de la verdad. La decisión de utilizar la animación para representar Abrahama City simboliza cómo la realidad puede volverse borrosa y mutable a través de la influencia de la tecnología.

La calidad de la animación en 'The Congress' es impresionante y se ha convertido en un sello distintivo del estilo de Ari Folman. Los colores vibrantes y la representación visualmente impactante del mundo utópico de Abrahama City nos sumergen en un universo alternativo que desafía nuestra percepción de la realidad. La animación se combina con la interpretación excepcional de Robin Wright y el talento del elenco, creando una experiencia cinematográfica cautivadora.

Además, 'The Congress' sorprende por su habilidad para tratar temas complejos y filosóficos sin perder la coherencia narrativa. La lucha de clases y la crítica social que se vislumbran en segundo plano, heredadas del libro de Stanislaw Lem, resuenan en la exploración de la identidad y el poder en la era digital. Asimismo, la búsqueda continua de los personajes y la interpretación final, en la que el espectador se convierte en el juez de la verdad, fomentan un diálogo interno fascinante sobre la naturaleza de la realidad y nuestra percepción.

'The Congress' es una película que desafía al espectador con su enfoque audaz y sus múltiples capas. Como ya hemos comentado, la sutileza con la que trata temas tan complejos como el futuro del cine, la industria del entretenimiento y la identidad humana es admirable y muestra la capacidad del cine de ciencia ficción para ser tomado en serio en el contexto cultural contemporáneo.

Así, en su búsqueda por explorar los dilemas y desafíos de la era digital, 'The Congress' se convierte en un viaje inolvidable a través de la conciencia y la percepción. Su enfoque en los círculos y relaciones familiares, así como la importancia de la elección y el control sobre nuestra propia identidad, deja una huella duradera en el espectador.

Además, a lo largo de la película, es evidente la enorme cantidad de referencias que hay, lo que genera una sobreestimulación inicial en el primer visionado. Sin embargo, en posteriores visualizaciones, esta característica se convierte en un regalo para el espectador, ya que siempre se pueden encontrar nuevos detalles y referencias, enriqueciendo aún más la experiencia cinematográfica.

En conclusión, 'The Congress' es una reflexión intemporal sobre esa relación ambivalente del ser humano con la tecnología y su potencial impacto en el futuro de la humanidad. Su capacidad para abordar temas complejos y universales con una narrativa cautivadora y un estilo visualmente impresionante la convierte en una joya del cine de ciencia ficción. Esta película seguirá resonando en los espectadores mucho después de verla, invitándonos a reflexionar sobre nuestra propia identidad, nuestra relación con la tecnología y el rumbo que la sociedad podría tomar en el futuro.



Sin IA > Sin lugar a dudas, 'The Congress' es una obra maestra que espero que con el tiempo, encuentre su hueco en la historia del cine.
Licnobio
¿Te ha resultado interesante y/o útil esta crítica?
1 de septiembre de 2014
1 de 2 usuarios han encontrado esta crítica útil
Ambientada en una novela de Stanislaw Lem (El congreso de futurología), la película está dividida en imagen real y animación tradicional. La fusión es idónea para conseguir representar las dos realidades entre las que se mueve la historia.
El israelí Ari Folman llamó la atención en 2008 con esa combinación entre documental, animación, denuncia política y ensayo autobiográfico que fue Vals con Bashir. No es la primera cinta que utiliza técnicas realidad/animación ni espero que sea la última, pues el contraste es algo que siempre llama la atención.
Su director ha creado una cinta muy directa que difiere con la fina alegoría que Stanislaw Lem creó, inmerso en plena represión comunista. Los numerosos frentes y críticas que trata son abiertas, sin concesiones. Su pesimista mirada hacia un futuro que no parece muy lejano, puede recordarnos al universo de The Matrix.
Las dos horas de The Congress arrancan con la extraordinaria Robin Wright (haciendo de sí misma) llorando mientras es maltratada verbalmente por su agente Al (Harvey Keitel). En los minutos siguientes descubriremos que tiene una hija adolescente y un varón que va perdiendo de forma progresiva la vista y la audición a causa de un extraño síndrome (un médico que interpreta Paul Giamatti habla también de una particular capacidad que lo convierte en algo así como un pionero, un anticipado a su tiempo).
Robin Wright es una ex estrella en caída libre, que ha llegado a los 44 años de fracaso en fracaso comercial. Alguna vez la figura indiscutida de su estudio, ahora ya nadie quiere contratarla. El mandamás de la compañía (un Danny Huston en plan Harvey Weinsten) le ofrece el último contrato de su vida, que consiste en “escanearla” para convertirla en una actriz digital y cumplir con la idea del “forever young”. En caso de no aceptar (y ella no está muy convencida de firmar), será “borrada para siempre”.
Al rato, Robin Wright muta hacia lo que allí mismo se denomina “la zona de animación” con una propuesta lisérgica, alucinatoria, un viaje en ácido que lo vincula con cierta estética a lo Hayao Miyazaki, el universo de The Wall y con Una mirada a la oscuridad (A Scanner Darkly), de Richard Linklater sobre novela de Philip K. Dick. Lo que sigue es un largo, caótico, pero siempre interesante pendular entre imágenes animadas y “normales”, con congresos futuristas, revoluciones, conflictos armados, experiencias químicas y viajes espirituales con algo de new-age.

Visualmente The congress utiliza la animación para mostrar todo ese maremágnum en el que se sumerge nuestra mente. Un universo caótico y barroco donde, como en nuestra mente, la muerte, el sexo, lo infantil y lo adulto están en constante danza y evolución. Así, contemplaremos mezclas de colores valientes y en algunos casos casi imposibles con personajes distorsionados en constante metamorfosis generando un espectáculo visual cercano a las ilustraciones underground americanas a lo Robert Crump o Daniel Clowes, pero también con mucha influencia de los humanoides asociados y del cartoon norteamericano de los 40 tipo Betty Boop: vamos, que visualmente es todo un viaje lisérgico.
Si bien la segunda mitad no es enteramente convincente (hay mucho de capricho en una propuesta que se torna un poco a la deriva y agotadora), la película nunca deja de fascinar en su ambicioso y bello entramado visual y en sus múltiples ideas narrativas.

Una de esas películas malditas que no gozó de la repercusión que se esperaba pero arriesgada al fín y al cabo que pretende reivindicar un puesto más que merecido en la ciencia ficción new age.

Lo Mejor: Robin Wright, Harvey Keitel, Paul Giamatti. Bellísimos todos y cada uno de ellos. La crítica al mundillo de Hollywood y del como exprime las almas de sus prodigios. Las reflexiones entre la soledad, narcisismo y vida y muerte (supongo).

Lo peor: Quizá los más puristas observen como va perdiendo fuelle poco a poco en cuanto a sensibilidad de la trama.
Yamato_cat
¿Te ha resultado interesante y/o útil esta crítica?
18 de septiembre de 2014
1 de 2 usuarios han encontrado esta crítica útil
Con esta película me pasa lo mismo que con La Fuente De La Vida. Después de verla, la única conclusión clara que saco es que no hay que buscarle un sentido más allá del placer estético, la poesía, y el surrealista onirismo que desprende cada minuto.
Cualquiera sacará sus lecturas más o menos filosóficas acerca de esta ¿historia?. Por supuesto que yo tengo las mías pero no es plan de divagar. Además, mi mente es bastante obtusa y probablemente no dé ni una. Pero el caso es que el nivel de abstracción da para interpretar libremente, por cada uno de nosotros, lo que nos dé la gana. Quizá el sentido mismo de la existencia, por poner un ejemplo. Pero claro, solo con eso nos metemos en un terreno...
No trates de buscar coherencia en las escenas, ni si quiera en las que transcurren en el mundo "real", porque son casi tan surrealistas como las del mundo onírico plasmado a base de animación. Una animación de una factura realmente bella.
En fin, que no sé qué decir de esta película, más allá de que te hace pensar. Si eres fan de Punset, seguramente te guste esta película.

Le pongo un 6 porque literalmente, un 6 dice "interesante". Me parece un trabajo interesante, bastante interesante. Y yo no soy ningún gourmet del cine.

Disfrutadla, o no...
Crítico enfadao
¿Te ha resultado interesante y/o útil esta crítica?
<< 1 8 9 10 11 13 >>
Cancelar
Limpiar
Aplicar
  • Filters & Sorts
    You can change filter options and sorts from here
    arrow