Prometía mucho después de visionar la primera media hora de metraje. En este caso, con tintes claramente de los años 80, nos sumerge con historias entrelazadas, cosa que no sucedía en las anteriores. A mi modo de ver, es la segunda peor de la saga, solo superada por Viral.

Infravalorada, quizás por su título, erroneo o no, pero con una gran ejecución en las escenas de sangre. En nuestra retina queda la escena del árbol o el apaleamiento de uno de los jóvenes. Todo ello y más, como digo, con un nivel técnico y de ejecución que me ha sorprendido gratamente.
A nivel interpretativo, sino soberbios, todos están sobradamente bien. A mencionar el trabajo de la protagonista y el dramatismo que le imprime uno de los dos chicos gays a la historia, que por otro lado, tampoco tiene demasiados alardes.

Muchas son las películas del subgénero Home invasion, pero pocas son las que logran dejarte ese mal cuerpo, esa sensación de angustia. Funny Games, Secuestrados, son casos anteriormente mencionados, independientemente de cuales sean las motivaciones de los villanos para desarrollar su macabro plan.
En el caso de Sick, jamás logra ese nivel de tensión. Las actuaciones y momentos Gore están aceptablemente realizados y los momentos de suspense y tensión abundan en la película. Pero jamás lo logra.
Lo que si logra, es entretener y mantenerte, porque hasta el final no se vislumbra el desenlace, el porqué de todo.

Su factura es muy acertada. No desvelo más, pero le da mucho realismo, real como su temática, grupos que se reúnen para expresar, ya sea de una manera u otra, su rechazo al extranjero, a sus creencias, a su religión, a todo lo que envuelve al foráneo en cuestión.
Las conversaciones que se producen entre ellas yo, las he oído, ya sea en el tren, o en un bar, o en cualquier otro sitio. En el mundo occidental son argumentos que se oyen mucho. Argumentos sin fondo, porque hay gente para todo, sean nacionales o extranjeros, pero cada cual con su opinión, el tema es demasiado delicado y profundo.
Que nadie espere una película con demasiada acción. Eso sí, tiene muchos detalles buenos, además del buen trabajo que se nota que ha habido detrás.

No me ha enganchado la historia que se nos presenta en esta segunda parte. Antes de la hora, ya miraba el reloj. Esa historia larga, de más de 2 horas, debe estar justificada, incluso en una película de este tipo. Excesiva en su duración y en casquería, aunque se sobreentiende que eso un buen slasher debe tenerlo sí o sí.
Me esperaba más en líneas generales.