La verdad la vi con cariño. Una historia fácil, que si tiene algo que vale la pena es la muñeca, esta sí da miedo, supera en mucho a la famosa Annabelle.

No recordaba a Pedro Fernández volando como Peter Pan, morí de la risa. Su personaje en verdad da pena, es un pobre galán por el que no das ni un peso, y que tampoco hace mucho por hacerle al héroe, sin duda encabeza la lista de las pesimas actuaciones del filme. Con todo esto, la disfrute.

«Crímenes ocultos» se pierde entre la contextualización histórica-política, la construcción de personajes y el drama romántico, entonces al llegar a la historia principal alejándose del thriller político, presenta una historia detectives que le da el nombre al filme que parece no encajar y se pierde.

Sin embargo, logra algunas buenas escenas gracias al gran reparto encabezado por Tom Hardy.

Con escenas estéticas y visualmente bien logradas que junto con la musicalización crean una atmosfera inquietante pero que su intención y acción se repiten tanto que cae una y otra vez hasta destrozarse. Esperaba algo mejor de Jonathan Glazer, más que hacer que Scarlett Johansson desquitara el sueldo desnudándose una y otra vez.

Sombría, desde su inició desconcierta; es una horrenda pesadilla en la que Tobe Hooper parece gozar al perturbarnos.

Aunque fue Leatherface quien se hizo popular por la saga, la historia evidentemente no sólo trata de él, sino de su familia. Sus hermanos y su desagradable abuelo paralizan al espectador con sus acciones insanas e impredecibles, además manipulan a «Bubba» (Leatherface) para que con sus víctimas haga y desahaga, con la libertas y placer de un sádico artista. La fotografía y la musicalización enfatizan la locura y crean una ambientación pesada con olor a muerte, y en serio, apesta. El calor incomoda tanto como las situaciones; la sangre, la partes humanas, la carne rasgada por la sierra, los gritos y demás están bien escogidos y equilibrados, aparecen justo en el momento preciso, definitivamente, es un guión bien cuidado.

Spike Lee logra con este remake de «Ganja & Hess», un trabajo limpio, bien hecho, dotado de un estilo propio, una bellísima paleta de color, encuadres y secuencias de alta definición que parecen salidas de un buen video musical, pero siendo una película de terror no consigue horrorizarnos con la energía que fluye en el filme original de Bill Gunn.

Sin embargo «Da Sweet Blood of Jesus» se disfruta como un delicioso platillo que se degusta lentamente, se mastica bien y se saborea acompañado por su dulce soundtrack.