A pesar de que los creadores han negado estas teorías, es obvio que es una lectura que a muchos nos salta a la vista. Entiendo que Disney Plus tiene que venderse también en ciertos países, y por eso, tiene que negar esta teoría y disfrazarla de manera que algunos no la puedan mi oler. Pero sin está teoría, el argumento es demasiado sencillo.

Normalmente cuando vamos a ver un clásico de Disney versionado por otra compañía, estamos acostumbrados a encontrarnos algo más oscuro, más serio, y por normal general, más soso. Pero esta película es luminosa, divertida y tiene toda la magia de Disney. Además de eso, no tiene el puritanismo de la gran compañía, sino que resulta más atrevida, valiente y espontánea. Me esperaba algo peor y me he sorprendido a mí mismo riéndome con la película. Sobra decir que ya me esperaba los comentarios rancios de la caverna criticando los cambios de esta adaptación. Una cenicienta con proyecto de vida, un príncipe que no se enamora de un jarrón, una hada madrina muy divertida, etc... Yo cada vez que proponen este tipo de cambios, pienso ¿por qué no?

Llevamos un 2020 bastante deprimente, por eso en cuanto vi el trailer de esta película supe que tenía que ir al cine a verla. Explota Explota es el aire fresco que le hacia falta al cine español, y es Verónica Echegui quien más aporta esa frescura al film. Se sale de principio a fin. No me considero ducho en la discografía de Raffaela Carrá, pero con apenas dos canciones que conozcas, puedes disfrutar a fondo de esta película, pasártelo bien con esta explosión de colores y libertad que rasga los últimos años de una cruenta dictadura política y cultural. Es entretenida y da lo que promete.

Me he sorprendido a mí mismo en pleno 2020 con esta película. Nunca me gustó de pequeño y no tenía un buen recuerdo de ella. Ahora gracias a Disney Plus le decidí dar otra oportunidad y estoy maravillado. Cuando era niño me parecía demasiado oscura y trataba muchos temas que no terminaba de entender... Ahora me sorprende pensar cómo fue posible que Disney diera a luz esta película, que habla de la soledad, la inquisición, los pecados de la iglesia, los gitanos y el racismo, el desamor, la muerte, la tortura, el deseo, incluso de la fuerza de la mujer, algo tan 2020, porque Esmeralda es un increíble personaje, que ya se sale del prototipo de princesa. Es normal que no me gustase de pequeño, si es que no veía ni la mitad de los detalles que veo hoy. Para un niño inocente como yo era imposible de entender, por ejemplo, la canción de Frollo sobre Esmeralda, esa mezcla de lujuria con machismo y racismo, que acaba en condenación: "los gitanos no saben amar" "la siento, la veo, mi alma toda empieza a arder al ver que en su cabello brilla el sol" "en el infierno debe arder si no va a ser jamás mi posesión". Ni siquiera recordaba el principio de la película, que te sacude el corazón de un vuelco. Sinceramente, a día de hoy, trata temas tan controvertidos en una película infantil, que dudo que por casualidad caiga en las quinielas de los remakes en acción real que tanto se cotizan ahora mismo. A pesar de todo, su mayor virtud es su mayor pecado: una película tan adulta que la mayoría de los niños no supimos apreciar en su momento, y por esa oscuridad, es posible que no funcionara tan bien en taquilla. Pero el que no arriesga no gana, y a mí me ha valido la pena revivir este momento desde otro punto de vista de mi vida. Disney casi nunca falla y cuando parece que lo hace, quizá nosotros no estemos en el momento adecuado para valorarlo.

Viendo el planteamiento y el trailer (un grupo de niñas en una escuela donde hay sucesos paranormales) esta película no es, ni de lejos, de mi interés, pero tampoco esperaría que lo fuera del director. Y claro, cómo ha jugado conmigo, señor Rodrigo. El hombre al que le pidieron una película para adolescentes y entregó esta obra maestra, con trazas de Hitchcock y Shyamalan. Si lo que buscas es una película de terror para niñatos, esto no es lo tuyo. Esto es una oda al arte, y hasta ahora, la mejor obra de su director. El ambiente, el sonido y la luz crean una atmósfera que es totalmente inmersiva, los planos, cada uno tiene una razón, cada cosa que vemos está ahí por algo, pero hasta el final no sabemos por qué. Y las actuaciones, increíble Uma Thurman y sorprendente Anna Sophia-Rob. La escena del móvil en la que no se dice nada, sino que todo es un juego de miradas, un subtexto, frente a una conversación que podría ser totalmente trivial, maravillosa.
Película de visionado obligado este verano, eso sí, en VO.