Haz click aquí para copiar la URL
España España · Madrid
Críticas de sofía
1 2 3 4 >>
Críticas 18
Críticas ordenadas por fecha (desc.)
6
19 de noviembre de 2022
Sé el primero en valorar esta crítica
Vuelvo a no saber qué sensación me deja el cine de esta mujer. Esta película no tiene nada que ver con El padre de mis hijos y, sin embargo, me quedo igual de... no sé cuál es la palabra. Es como si algo que no era del todo sólido pero era suficientemente interesante o agradable de ver, se empezara a aguar poco a poco hasta acabar diluyéndose del todo. Vale, es su primera película y tiene mérito: los actores son creíbles; hay frescura, sobre todo en la primera mitad; está bien filmada, bien ambientada, buena fotografía. ¿Fallos? Pues que hay escenas que no dicen nada y precisamente es en ellas en las que más se extiende. Una mira la pantalla dando por supuesto que si se extienden tanto van a llevar a algún sitio, pero resulta que no, y eso deja de repente como un vacío.

Por otra parte no profundiza en nada, y eso hace que incluso el dolor parezca un poco insulso. Entiendo que la intención puede ser que el espectador rellene los huecos, pero la película no crea tensión emocional suficiente en ningún momento como para que las emociones entren en el estómago y allí sigan su curso. Son pinceladas demasiado leves, demasiado difusas. Y, además, después de esas escenas a las que he estado atenta y que han acabado dejándome suspendida en el vacío, ya no confío del todo, no sé hasta dónde tengo que meterme en cada cosa, y eso no ayuda. A mí me gusta rellenar huecos, pero necesito que me den pie mínimamente, y en esta película no acabo de encontrar dónde sostenerme para asomarme más. Eso es lo que echo de menos.

Me parece una pena que, contando con tantos recursos buenos, esta directora no les saque más partido. Es como si le diera miedo apretar los dedos y todo se le escapara un poco y se quedara como flotando, no ya sin llegar a ninguna parte, sino sin dirección. Y lamentablemente, en El padre de mis hijos tuve una sensación idéntica: todo está bien, pero le falta garra. Sin garra, la delicadeza es más bien inconsistencia.

A pesar de todo, como no me acabo de creer que Mia Hansen-Løve no sea capaz dar esa vuelta de tuerca, y porque encuentro algo auténtico en su cine y me parece una directora seria, mañana me veo otra peli suya.
sofía
¿Te ha resultado interesante y/o útil esta crítica?
4
16 de noviembre de 2022
5 de 11 usuarios han encontrado esta crítica útil
Me vi las cuatro temporadas anteriores con moderado interés. A ratos más y a ratos menos. No me dejó recuerdo la serie, pero lo cierto es que la vi un capítulo tras otro.

¡Ah, la quinta temporada! Vamos a ver.
Y aprieto el botón de PLAY.

Por favor, que alguien me diga que está de acuerdo en que Dominic West se sale por todas las esquinas, que no cabe en el personaje de este príncipe soso, que a veces se le olvida reducirse y es él, y de repente se acuerda de que tiene que fingir una dicción no natural de por sí, y le sale tan forzada que me parto de risa. Es la primera vez que no me creo a este hombre en pantalla (este hombre al que, entre mis amigas, se le conoce como mi novio). Tiene demasiado carisma, una sonrisa demasiado encantadora, una forma de hablar demasiado suya como para poder estrujarse dentro de ese personaje y que el efecto no sea teatral, en la acepción menos halagadora de la palabra.

Una vez visto esto, todo me resulta muy falso. Quitando Elisabeth Debicky, que diría que hace una Diana bastante creíble, todo lo demás me parece una parodia. Imelda Staunton, lo siento, pero no es una reina verosímil. Le falta autoridad a ella, así que se la tiene que inventar, y es un poco penosa la sensación que produce; es una autoridad postiza. En fin, ¡una gran fiesta de disfraces!

Los decorados muy logrados, eso sí, como siempre, para eso son ingleses, los reyes de la ambientación de época. Ahora bien, quien haya hecho el casting debía de estar de resaca ese día.

Y una vez más, ¡no me puedo creer que todo el mundo se quede tan contento!
Por favor, que alguien me diga que ve lo mismo que yo, porque si no voy a acabar pensando seriamente que tengo ojos de otra especie animal o que me falta cerebro.
sofía
¿Te ha resultado interesante y/o útil esta crítica?
8
13 de noviembre de 2022
Sé el primero en valorar esta crítica
Tengo que admitir que los primeros diez o quince minutos de película me resultaron duros. Si no me la hubiera recomendado una amiga, no sé, igual me habría perdido esta pequeña joya. Pero luego todo va ganando y ganando a ritmo paulatino, y de repente ocurre algo que me cautiva. A partir de ahí se me abren los ojos de par en par. Es como una danza delicada y fascinante. Miro la pantalla con una sonrisa que no demasiadas películas modernas me inspiran (se me viene a la cabeza en este instante Amanecer, de Murnau). Me como con los ojos cada gesto de Borbély y Géza, qué placer verles; me da igual lo que hagan la una y el otro, me interesa todo. No hay distancia. Es como sentir dentro su tristeza profunda y discreta, disfrutar de la belleza discreta de sus encuentros, traspasar con ellos los límites de la realidad-cárcel y acompañarles a una dimensión en la que es posible nacer de nuevo.

¿Cómo se consigue aunar tan exquisitamente la crudeza de vivir con la esperanza silenciosa, palpitante, difícil de creer, imparable? Es una película que le reconcilia a uno con la vida. Qué sorpresa.
sofía
¿Te ha resultado interesante y/o útil esta crítica?
4
13 de noviembre de 2022
267 de 403 usuarios han encontrado esta crítica útil
Es la tercera vez en los últimos tres o cuatro meses que me siento a ver una película española que he esperado con muchas ganas. Y es la tercera vez que me levanto con una especie de malestar de estómago, cierto ahogo casi, y por encima de todo perpleja: ¿QUÉ ME ESTÁS CONTANDO?

Más allá de cualquier connotación, es una pregunta sincera: ¿qué me quieres contar, Alauda, con los ires y venires de estos personajes tan sufridos –cada actor y actriz esforzándose por que el rol estereotipado que representan resulte, no solo realista, sino crudo, profundo, complejo y conmovedor–, qué me quieres contar con esas situaciones cotidianas y punto, que una espera constantemente que vayan a dar paso a algo jugoso, pero no: una tras otra mueren asfixiadas dentro de los límites de lo estereotipado?

En cualquier tiempo y lugar ha habido bebés que lloraban y madres primerizas que no tenían ni idea de por qué ni por dónde y además estaban solas, porque, a pesar de que el bebé tuviera un padre, era un padre ausente por la razón que fuera. Así que esas madres primerizas, antes rebeldes, recurrían a su madre, que ahora como abuela y experta en crianza infantil aprovechaba la fragilidad de su hija recién parida para ir soltándole a cucharaditas la rabia acumulada contra ella y contra la vida a lo largo de los años y, de paso, reafirmarse como ser humano y como mujer, porque también esa madre-ahora-abuela había tenido su propio calvario.

Esta situación no es un tópico; es una situación de la vida. Dolorosa, difícil, real, y si se quiere, enormemente interesante. Lo estereotipado de Cinco lobitos no es la realidad con sus detalles, es la mirada. Me parece que cualquier realidad es interesante si te asomas y escarbas en busca de los hilos que se mueven bajo la superficie. Porque si los ves, luego no hace falta que hables de hilos ocultos, sino que vas a contar la superficie de otra manera. Eso es profundidad, ¿no? Y es lo que echo en falta en esta película. Por eso el sentimiento trágico de la vida que va envolviendo como una nube progresivamente gris cada movimiento, cada gesto, cada escena y cada interacción me parece que no tiene sustancia. Es como si, una vez hecho el planteamiento de lo que se nos va a contar, la película estuviera todavía por hacer. ¡Ahora cuéntame algo, Alauda!

Tengo que decir que, a diferencia de lo que me pasó en las dos películas españolas anteriores que tanto había esperado, en esta no pierdo la esperanza hasta pasada la primera media hora: me parece que Susi Sánchez y Ramón Barea lo hacen bien, a Laia Costa le doy un voto de confianza, y la situación en sí me produce curiosidad suficiente como para quitar importancia a los tópicos y que no me distraigan. ¿Qué pasa a partir de la primera media hora? Pues que todo empieza a resultarme cargante: la abuela vasca cliché, la madre desesperada cliché, el padre cliché inexistente más que ausente (y con el que no me creo que la madre antes de estar desesperada tuviera nunca ni una pizca de complicidad), el abuelo vasco cliché y la bebé llorona, cliché.

De esa madre no sé nada, salvo que habla inglés. Igual si el relato lo estuviera contando ella desde su punto de vista subjetivo, habría podido contar algo nuevo, personal suyo, con lo que me hubiera sido posible empatizar; igual entonces la directora no habría tenido que recurrir a los estereotipos para ir arrastrando hacia delante la historia. Pero con un cliché no se empatiza; es posible que, como mucho, una se identifique con la idea que representa. Como mucho. Ahora bien, igual es eso lo que busca el actual cine español de la cotidianidad: que el público se identifique, porque "¡Ya va siendo hora de llamar a las cosas por su nombre! ¡Ser madre es muy duro!". Punto.

A mí todo esto me da un poco de vergüenza. No porque no sea real (soy madre de un niño que lloraba abundantemente por las noches y tengo unos padres vascos), sino porque es tan real que hay que hablar de ello con un poco de seriedad y madurez. Miro a esos personajes llorar, desesperarse, enredar con el pescado y puntualmente hacer juntos "cosas de familia" y reconozco más de una imagen, claro, pero ninguno de ellos me mueve nada, porque no sé lo que está queriendo contarme la directora con todo esto, y en sí mismo no dice mucho.

Los últimos veinte minutos me resultan insoportablemente aburridos. Y es que se me empieza a indigestar esa joven madre que, a los 35 años, no tiene ni una gota de frescura. Laia Costa empieza a resultarme claustrofóbica; no su personaje, sino ella. No me la creo. Ya no me interesa nada, ni ella ni su madre ni su padre ni su hija ni su marido ausente..., no hablemos ya del personaje patético metido por ahí en una esquina a contrapelo. Solo quiero que acabe la película.

Qué triste me parece el cine de lo cotidiano que se está haciendo en este país. Bajo ese barniz de autenticidad, yo solo veo trucos. Igual me equivoco, y es solo que me estoy haciendo mayor, pero percibo como una epidemia de inmadurez. En cuanto alguien hace algo de cierto "interés social" y el público, ¡al fin!, se ve representado en la pantalla, la película es no solo buena sino maravillosa, y gana premios. Me inquieta un poco. Y lo que me inquieta todavía más es que los críticos se hayan ido contagiando a velocidad alarmante.
sofía
¿Te ha resultado interesante y/o útil esta crítica?
3
24 de septiembre de 2022
0 de 1 usuarios han encontrado esta crítica útil
Acabo de ver la película. Me deja una sensación tan contradictoria que entro aquí a ver qué se dice de ella. Y en todas las críticas que leo, que son varias y de todo tipo, se ensalza la magnífica interpretación de la eternamente buena Binoche.

Pues siento discrepar. A mí la Binoche me gusta, a veces mucho, a veces menos. Aquí, durante los primeros cincuenta minutos, esa medio sonrisa con la que sella cada escena, ya sea una escena alegre, angustiosa, desgarrada o comprometida, me da ganas de meter la mano por la pantalla y darle una bofetada, a ver si espabila y se pone en situación.

Es triste, pero hoy he tenido la sensación de que a la Binoche le ha pasado lo que a casi todas las buenas actrices y actores: que acaban pareciéndose demasiado a la imagen de su reiterada bondad, una bondad que de entrada fue espontánea e incluso lo siguió siendo, pero que a partir de cierto momento deja de serlo. Creo que esto diferencia, entre otras cosas, a los buenos actores y actrices de los buenísimos, en los que vemos que esto no tiene por qué ser necesariamente así.

Sobre la película, no hay demasiado que decir. Todo es artificial, superficial. Nada se sostiene. Es como si las cosas pasaran una detrás de otra sobre una pista de hielo y desaparecieran por alguna esquina sin dejar rastro.

Más en el spoiler:
SPOILER: El resto de la crítica puede desvelar partes de la trama. Ver todo
sofía
¿Te ha resultado interesante y/o útil esta crítica?
1 2 3 4 >>
Cancelar
Limpiar
Aplicar
  • Filters & Sorts
    You can change filter options and sorts from here

    Últimas películas visitadas
    La columna de hierro (Hacia Teruel) (C)
    1937
    Miguel Mutiñó, Juan Pallejá
    arrow