Suro sorprende por abordar frontalmente diferentes conflictos sociales en otra propuesta más para sumar a la tendencia de cine rural.Una dinámica que tal vez, como algunos pensamos, se ocasione por la falta de recursos y de inversión en el cine español y el renacido interés por la vida rural en ésta época aún post covid.

Pero si es capaz de sorprender es por hacerlo de forma inteligente y dotando al film con un enfoque tenso y oscuro que consigue ofrecer a la película una atmósfera de cierta angustia y credibilidad en aquello más rutinario de los personajes que la rodean, las contradicciones entre lo que está bien y debería ser, con aquello que ya está establecido y asume la condición de natural.

Opera prima de Mikel Gurrea, lo que añade a Suro una cierta meritoria a tener muy en cuenta.

No defrauda y no decepciona. Su escasez en sobresaltos está recompensada con sus buenas actuaciones, sobre todo la de Stephen Lang, capaz de cohibirte con tan solo alzar su oído o concentrar su olfato. También nos muestra la que tal vez sea la mejor actuación de un perro en el genero del thriller.
A pesar de ser bastante "académica", deja algunas técnicas muy originales.

A su favor también están sus 88 minutos que consiguen hacerla totalmente estable sin decaer en ningún momento.

Un meteórico primer intento del director. Algunas sobresalientes escenas iniciales y una estética visual más que notable. Muestra una buena trama en su introducción, que se mantiene suficiente mientras es cercana a la road movie, pero que se vuelve plana y sobre todo predecible en su desenlace final.

Pd; por cierto alguien debería llevar a los tribunales internacionales a los traductores de títulos.
Donde obtienen tal impunidad en inventarse o modificar los nombres de las criaturas que dan a luz los directores?

New Dr. Slump no engaña en ningún momento, a pesar de que tampoco sea capaz de sorprender. Si bien no se puede anotar este "remake" como necesario, si se puede defender que no rompa nada. Si sintonizas la serie encontrarás con nitidez la obra que se espera como tal. Sin interferencias.
Y eso ya es bastante.

Es "new" porque su imagen está algo modernizada y su obra comprimida (de los originales 243 episodios a los ahora 74). La lógica de esta serie, a falta de ofrecer nuevas aventuras o alguna variante, podemos encontrarla en la intención de ofrecer lo mismo pero con otro envoltorio más "práctico" y asequible para los futuros públicos (???).

No se si esa lógica será suficiente para muchos.
En cualquier caso la obra auténtica siempre será el mejor camino. Y si alguien tiene excesiva prisa, este es un remake correcto, aunque también algo carente de la atmósfera mágica que se obtiene con el envoltorio original.

En cualquier caso era un dolor a la vista que esta obra de Akira Toriyama no tuviera crítica alguna en este lugar.

Quede enmendado dicho error.

Para poder asimilar la dimensión de esta original y genuina obra de arte en España, y sobre todo en Catalunya, hay que entender antes el paradigma del anime en la época de los años 80.

De una forma muy simplista podríamos diferenciar algunas generaciones españolas respecto al anime que pudieron disfrutar. Una primera generación en los 60, que de alguna forma pudieron acceder a los primeros mangas en castellano de la colección argentina de las Fantásticas aventuras de Astro Boy en la década de los 70 o incluso aquellos que pudieron ver la serie de Meteoro en 1969. La "old school" de todo esto, sin ninguna duda...

De ahí pasamos a la generación de los 70 con Heidi (emitida en España en 1975), Marco (1977), Mazinguer Z (1978), El bosque de Tallac (1978) y Banner y Flappy (1979) que colocan el cemento base para futuras series y demuestran que la formula de serie infantil con historia lineal (y argumentos más complejos) va a ser un producto de éxito.

En la tercera generación, la de los 80, encontramos títulos como Ulises 31 (emitida en 1982) o Capitán Harlock (1985) antes de la llegada de Dr. Slump en 1987 a Catalunya. Si observamos el tipo de anime que hasta entonces se había visto, veremos que el genero hasta entonces era el de acción y aventuras en el mejor de los casos o la tragedia y el drama en el resto de animes. Así pues la aparición de "Arare" no solo fue transgresora por su formula grotesca y humorística, sino también porque aglutino a una generación acostumbrada al argumento complejo y el melodrama trágico, dándole justo todo lo contrario. Una serie sencilla, gamberra y divertida que a la postre ha conseguido cautivar con el paso del tiempo más nostalgia que las niñas y niños huérfanos de alguna otra generación de animes. Además ha creado un universo a su alrededor por el cual muchos quedaron cautivados de por vida. Esta opera prima de Toriyama, merece el reconocimiento hasta de culto, por haber fidelizado de alguna manera a todo el público que después, ya en 1990, quedó atrapado con la obra de Dragon Ball.
Gran parte de ese éxito inicial es gracias a esta primera serie del mangaka Troiyama.

Por cierto, el éxito también del anime en los 80, daría paso a la generación de los 90 (la 4º) llegando de la mano de las televisiones privadas (Tele 5 y Antena 3) que aprovecharon la formula japonesa con un sinfín de títulos como Capitán Tsubasa, Transformers o Caballeros del Zodíaco y otros tantos en las cadenas autonómicas como Ranma 1/2, Musculman o Doraemon.

Así pues, es fácil de entender que son muchas las series que han marcado época, algunas han creado escuela y otras han sido capaces de transformar el propio genero, muchos ejemplos de todo esto quedan redactados en los títulos que se leen en esta crítica. Pero tal vez sólo una haya sido capaz de dibujar un paraíso con forma de pequeño pueblo al que cualquiera de nosotros desearíamos viajar con piel de niño, para quedarnos a vivir.