Nos escapamos de la càrcel a toda pastilla, pero al doblar la esquina ya nos paramos y vamos andando tranquilamente, es imposible que nos cojan.
Encontramos dos chatis en el autobús que en vez de cambiarse de sitio al vernos con estas pintas arden en deseos de conocernos.
Rompo un escaparate a plena luz del día y luego miro fijamente a la Cámara, para que me vean bien mis padres en casa. No suena la alarma ni salgo corriendo, soy el masca.
Voy con la misma ropa todos los días,¿quien va a encontrarme si no me cambio de ropa?
Voy con una moto de Telepizza a hacer un atentado. Por cierto, la imagen de la bandera cayendo.... Diosss, una imagen que quedarà grabada por siempre en mi memoria, estoooo.... ¿De qué estaba hablando?
La mujer esperando en el portal esperando a que yo salga para seguirme... Es bruja! ¿Cómo sabe que soy yo si no me ha visto en su vida?
Ahora resulta que soy andaluz con acento y todo, pero me paso toda la peli hablando en vasco.
Las novias de mis colegas viendo como echamos una pachanga en la cárcel , como auténticas formas que piden la camiseta sudada de su macho, después de todo los sucedido.
La escena final... en fin, no voy a hacer más sangre porque ya se desangra ella solita, bueno sí, lo haré, después del partido me cogen de malas maneras los guardias con aspecto amenazante, incluido ese al que le corté un dedo y lo estampé contra la mampara, me temo lo peor, pero finalmente me llevan a una celda donde me espera mi amante con un par de tapers de comida y una sonrisita picarona con la que me felicita por el partidazo que he hecho y que presagia candela de la buena... Sólo faltaban los guardias diciendo: "¡sorpresa! "

El salto del padre al final me hace pensar que el director quiso realmente hacer una peli de humor