Susceptible de multiplicidad de lecturas, "November" (2017), por encima de cualquier otra exégesis, se revela ante el espectador como una "urdimbre de mitos"; sintagma usado por la poeta Safo para definir el amor. Sin duda alguna, el film, con el lento ritmo y la solemne melodía de las antiguas epopeyas, mantiene el tono hasta el final para convertirse en una celebración de la vida hasta en la muerte. Porque, ¿qué otra cosa es el amor si no?

La película, tensionada, eso sí, por infinidad de dualidades (religión vs. paganismo/ eros vs. thanatos/ aristocracia vs. pueblo...) nos remonta a un tiempo y a un espacio cercanos al Mito, donde pasean ante nuestros ojos, cual cavernosas sombras platónicas, algunos de los más conocidos arquetipos y tópicos literarios: el Fausto, la "malcasada", el enredo de voluntades, el "ordo amoris" o el suicidio por amor. Todo ello resulta posible debido al carácter eminentemente folclórico de la narración, muy cercana a los orígenes orales del cuento, por lo que en este sentido, a ratos pareciese que estuviéramos escuchando una de esas "historias de vieja" pertenecientes a la memoria de la tribu; historias, por su parte, nacidas para ser contadas en torno a un fuego.

Tal y como nos enseña el Antiguo Testamento, la primera tarea que Dios le encomendara a Adán consistía en ponerle nombre a los objetos del mundo. Así nació la palabra pura, el adánico verbo sin mácula alguna. Luego, en algún sentido, allí, nombrar era crear pues la palabra adánica al ser pronunciada "convocaba a la cosa", la "presentizaba" (que diría el Pedro Salinas más teórico) en una suerte de inveterado "fiat lux".

Sirva el bíblico apunte para destacar que la magia, en "November", ya sea pagana o religiosa, es sin duda otro elemento crucial, el cual, en su conexión con lo tradicional (tierra, pueblo, superstición...), eleva la película a la categoría de "obra artesana" (arte aurático, en términos benjaminianos). A la postre, todo esta papilla erudita hasta aquí expuesta es una total mentira de academia, impotente y desafortunada, en comparación con la enorme verdad que articula "November" (2017), un film que nos invita a recordar el llanto que todos somos, ese tristísimo barro del que venimos.