Un film de situaciones áspero. Tres personajes distintos se complementan en esta historia. Donde un cuarto personaje crea una tensión palpable sin disimulo. Todos se sienten solos sin entender el proyecto de vida que tienen o que quieren tener. La excusa perfecta para salir de la monotonía de sus relaciones es exponer un dilema moral arraigándose a la libertad y desquitarse de cualquier tipo de culpabilidad. Deja en el aire las convicciones que les llevan a tomar ciertas decisiones. Buenas interpretaciones del cuarteto protagonista, aunque destacó negativamente a Omar Sy, por su nula profundidad emocional.

Esta nueva revisión del clásico de 1992, no alcanza el potencial de la original en ningún momento.
Es una película floja, donde la influencia de las nuevas tecnologías se apropian de parte del guión.
Los protagonistas no tienen el carisma de Wesley Snipes ni de Woody Harrelson y la química entre ellos es nula.
Todo queda relegado a una lucha interna de sueños perdidos, alejándose de la disfrutable obra de Ron Shelton.
Tiene un par de gracietas que no salvan el montaje final.
No esperaba este remake, tampoco hacía falta.

Un thriller solvente sobre el odio de ciertas bandas a diferentes etnias, crean un argumento sofisticado para una investigación rutinaria.
La psique del protagonista está muy marcada por la decadencia de lo que ocurre en su entorno familiar, estresado continuamente por la falta de liquidez y la soledad de un personaje que necesita de sus hijos.
Un entretenido ejercicio detectivesco, donde la supremacía quiere hacer fuerza mostrando su poder junto a la corrupción persistente en el entorno.

No presenta química entre los protagonistas que se dejan influir por el poco carisma que desprenden, llevando el film por una propuesta tosca y absurda en su ejecución sin conservar un ápice del nervio de la original.
Los paladares más delicados nunca quedarán satisfechos con lo previsible de su desarrollo y sus ganas de aparentar sutileza con una violencia totalmente gratuita. Ni los personajes parecen creer en la historia porque todos los diálogos están bastante sobrecargados.

Una historia llena de tensión y unos momentos sobrecogedores, donde la absoluta fantasía, también se cierne sobre ellos. No hay pausa en una carrera por salvar su vida y la de su familia cuando se desata la guerra.
La única salida es hacia adelante, aventurándose al horror para armarse de valor sin tregua ni perdón.
Mantiene vivo el interés por las decisiones valientes y demenciales de la familia ante el caos que se avecina.
Owen Wilson, totalmente fuera de su zona de confort con una fuerza sobrehumana.