Críticas de Daniel B
Miniserie
2021
Steve Lightfoot (Creador), Erik Richter Strand
4 de marzo de 2021
1 de 3 usuarios han encontrado esta crítica útil
Esta miniserie británica es un thriller que nos relata la historia de un triángulo en el presente y de otro en el pasado. En el presente, el constituido por un psiquiatra, David (Tom Bateman), su esposa Adele (Eve Hewson) y la secretaria del primero, Louise (una madre divorciada con un niño pequeño, a cargo de Simona Brown) exhibe ciertas peculiaridades, sobre todo por el rol y las intenciones de Adele, envueltos en el misterio.
Inicialmente, Detrás de sus ojos parece uno de esos thrillers sobre triángulos perversos y psicopatológicos donde todos mienten, algunos se ubican en lugares moralmente incómodos y ciertas motivaciones son un misterio a revelar. Y básicamente lo es, sólo que le agrega una vuelta de tuerca que se va primero revelando sutilmente y luego con claridad.
La serie apuesta a ese giro (agregándole capas al thriller), a la sorpresa que resignifica el conjunto (ver zona semispoiler al final) y al manejo del punto de vista. Se desarrolla en dos tiempos diferentes separados por diez años (uno mayormente transcurre durante una internación de Adele y el otro en el presente). Está filmada elegantemente, pero con cierta fría parsimonia, con algunas idas y vueltas que sirven para estirarla y cuando muestra sus cartas el planteo y su exteriorización pueden resultar desde interesantes hasta ingenuos.
Detrás de sus ojos habría ganado en contundencia si hubiese sido filmada como una película para no detenerse tanto en una dinámica inicial que se torna repetitiva. En cuanto a las actuaciones se destaca la de Simona Brown, aunque no podamos entender del todo algunas de las decisiones de su Louise, que se ven un tanto forzadas.
Inicialmente, Detrás de sus ojos parece uno de esos thrillers sobre triángulos perversos y psicopatológicos donde todos mienten, algunos se ubican en lugares moralmente incómodos y ciertas motivaciones son un misterio a revelar. Y básicamente lo es, sólo que le agrega una vuelta de tuerca que se va primero revelando sutilmente y luego con claridad.
La serie apuesta a ese giro (agregándole capas al thriller), a la sorpresa que resignifica el conjunto (ver zona semispoiler al final) y al manejo del punto de vista. Se desarrolla en dos tiempos diferentes separados por diez años (uno mayormente transcurre durante una internación de Adele y el otro en el presente). Está filmada elegantemente, pero con cierta fría parsimonia, con algunas idas y vueltas que sirven para estirarla y cuando muestra sus cartas el planteo y su exteriorización pueden resultar desde interesantes hasta ingenuos.
Detrás de sus ojos habría ganado en contundencia si hubiese sido filmada como una película para no detenerse tanto en una dinámica inicial que se torna repetitiva. En cuanto a las actuaciones se destaca la de Simona Brown, aunque no podamos entender del todo algunas de las decisiones de su Louise, que se ven un tanto forzadas.
SPOILER: El resto de la crítica puede desvelar partes de la trama.
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13 de septiembre de 2020
1 de 3 usuarios han encontrado esta crítica útil
Cristi (un impenetrable Vlad Ivanov), un policía corrupto (y vigilado) de Bucarest, arriba a La Gomera, una de las Islas Canarias, para ser entrenado en el uso del Silbo, un lenguaje de silbidos autóctono de la isla para comunicarse en forma secreta con sus cómplices de vuelta en Rumania.
Esto es apenas el comienzo de esta película del laureado director rumano Corneliu Porumboiu, un policial neonoir con una intrincada trama con varios flashbacks y varios personajes, que incluyen tres mujeres fatales: Gilda, la pareja del hombre que hay que salvar, botín mediante (Catrinel Menghia, una Angelina Jolie rumana), su jefa de policía Magda (Rodica Lazar, una suerte de Marlene Dietrich rumana) y... su madre.
La historia va mostrando una serie de variables lealtades y traiciones configurando una maraña que, debo decir, nunca me quedó del todo clara, con las antedichas mujeres fatales, policías corruptos y narcotraficantes.
Los críticos se solazan describiendo las citas cinéfilas de la película y su supuesto sentido del humor absurdo (que sí estaba logradísimo en su film inmediato anterior, El tesoro); pero el conjunto nunca termina de cuajar, los personajes casi carecen de profundidad psicológica (son meras piezas de ajedrez, acaso en un gesto voluntario del director) y el resultado es una película pretenciosa rayana en la estafa.
Esto es apenas el comienzo de esta película del laureado director rumano Corneliu Porumboiu, un policial neonoir con una intrincada trama con varios flashbacks y varios personajes, que incluyen tres mujeres fatales: Gilda, la pareja del hombre que hay que salvar, botín mediante (Catrinel Menghia, una Angelina Jolie rumana), su jefa de policía Magda (Rodica Lazar, una suerte de Marlene Dietrich rumana) y... su madre.
La historia va mostrando una serie de variables lealtades y traiciones configurando una maraña que, debo decir, nunca me quedó del todo clara, con las antedichas mujeres fatales, policías corruptos y narcotraficantes.
Los críticos se solazan describiendo las citas cinéfilas de la película y su supuesto sentido del humor absurdo (que sí estaba logradísimo en su film inmediato anterior, El tesoro); pero el conjunto nunca termina de cuajar, los personajes casi carecen de profundidad psicológica (son meras piezas de ajedrez, acaso en un gesto voluntario del director) y el resultado es una película pretenciosa rayana en la estafa.
25 de julio de 2020
1 de 3 usuarios han encontrado esta crítica útil
Un grupo de terroristas islámicos intentan tomar el control de un vuelo nocturno de Berlín a París. El copiloto del avión con cerca de 90 pasajeros, Tobias Ellis (Joseph Gordon-Levitt), hace todo lo posible para evitarlo.
Esta es la premisa de un tenso y claustrofóbico thriller (opera prima del alemán Patrick Vollrath) que sale airoso de dos desafíos que acentúan su realismo: ubicar casi toda la acción dentro del reducido espacio de la cabina de vuelo del avión (con un muy logrado manejo del punto de vista) y desarrollarla en tiempo real. Y no es mucho más lo que se "debe" contar de esta peli.
Los picos de angustia que logra la película son notables. Si bien en su tramo final la tensión se desinfla un poco, no decrece el interés por conocer el desenlace de la historia. Y, afortunadamente, el relato nos evita innecesarias bajadas de línea.
Esta es la premisa de un tenso y claustrofóbico thriller (opera prima del alemán Patrick Vollrath) que sale airoso de dos desafíos que acentúan su realismo: ubicar casi toda la acción dentro del reducido espacio de la cabina de vuelo del avión (con un muy logrado manejo del punto de vista) y desarrollarla en tiempo real. Y no es mucho más lo que se "debe" contar de esta peli.
Los picos de angustia que logra la película son notables. Si bien en su tramo final la tensión se desinfla un poco, no decrece el interés por conocer el desenlace de la historia. Y, afortunadamente, el relato nos evita innecesarias bajadas de línea.
2 de junio de 2020
1 de 3 usuarios han encontrado esta crítica útil
Inclasificable película de Singapur del director de ese origen Yeo Siew Hua.
Dos policías visitan una de las obras dedicadas a ganar tierras al mar en el puerto de Singapur para investigar la muerte de un trabajador chino que padece insomnio y pasa sus noches en un call center.
Por momentos policial negro (con detective gris y mujer fatal incluidos), por momentos drama social dadas las duras condiciones laborales de esos trabajadores, muchos de ellos extranjeros, la película adopta una extraña estructura temporal intercalada con elementos oníricos que por momentos recuerda a David Lynch.
El filme es moroso pero intriga, posee una muy bella fotografía nocturna y una sugestiva banda sonora y emana una cierta poesía.
Dos policías visitan una de las obras dedicadas a ganar tierras al mar en el puerto de Singapur para investigar la muerte de un trabajador chino que padece insomnio y pasa sus noches en un call center.
Por momentos policial negro (con detective gris y mujer fatal incluidos), por momentos drama social dadas las duras condiciones laborales de esos trabajadores, muchos de ellos extranjeros, la película adopta una extraña estructura temporal intercalada con elementos oníricos que por momentos recuerda a David Lynch.
El filme es moroso pero intriga, posee una muy bella fotografía nocturna y una sugestiva banda sonora y emana una cierta poesía.
1 de junio de 2020
1 de 3 usuarios han encontrado esta crítica útil
Vi la tan elogiada por la crítica Los dueños, película tucumana y suerte de antecedente argentino de Parasite, ya que trata de cómo los encargados de una chacra en Tucumán ocupan la casa de los dueños cada vez que estos se ausentan.
Ópera prima aclamada por casi toda la crítica, acaso podría clasificársela como una comedia, articulada por la evolución del personaje de Rosario Bléfari (muy bien en su papel), la concheta de Buenos Aires que aparece por el casamiento de su hermana. La primera mitad adolece de ciertas repeticiones y un ritmo que no crece, concentrándose sobre el final un cambio de tono que no sé si resulta adecuado.
En resumen: no me pareció tan gran cosa y se me hizo larga.
Ópera prima aclamada por casi toda la crítica, acaso podría clasificársela como una comedia, articulada por la evolución del personaje de Rosario Bléfari (muy bien en su papel), la concheta de Buenos Aires que aparece por el casamiento de su hermana. La primera mitad adolece de ciertas repeticiones y un ritmo que no crece, concentrándose sobre el final un cambio de tono que no sé si resulta adecuado.
En resumen: no me pareció tan gran cosa y se me hizo larga.
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