Interesante película de espías, intrigas que roza un poco el cine erótico de los noventa. Un thriller bastante solvente con un sólido guión. Tiene destellos de alguna película clásica del género de espías y de la guerra fría.
Es dura, es difícil de digerir el conflicto familiar que plantea este film. A la vez es original y plantea caminos nuevos sobre la maldad del ser humano.

Jennifer Lawrence hace un buen papel de rusa bellisima que se transforma de una inocente bailarina a una espía capaz de actuar con una frialdad solo comparable a la de su tío.
Joel Edgerton hace un corto papel y no aporta mucho a la historia, le falta química con la protagonista y hace de chico guapo tonto, de chico Bond.
Jeremy Irons también hace un corto papel, pero interesante y crucial en la historia porque aparece como posible protagonista muy creíble en la trama final.

Pero el verdadero protagonista masculino es Matthias Schoenaerts con una ausencia de sentimientos afectivos que le convierten en un psicópata del mal, vacío por dentro.

Rodado como una especie de documental para tv, esperaba bastante mas de esa película a pesar de las malas críticas que había leído y la baja puntuación. Una película sobre uno de los mafiosos más famosos y mediáticos de USA, protagonizada nada más y nada menos que por John Travolta, pues no después de pasar de las opiniones negativas me rindo ante evidencia de que es una película mala.

Esta como mal montada, dando saltos en el tiempo y sin una trama fija a la que seguir, solo al final el hijo de Gotti parece ser el protagonista de esta historia que tiene detalles interesantes, la lucha en los juzgados, la violencia pero un poco edulcorada y la actuación de una leyenda de la interpretación que no hace su mejor papel, se pasa dos horas poniendo caritas con diferentes caracterizaciones dependiendo de la edad del personaje.
Pienso que ya se ha explotado suficientemente el cine de mafia, es uno de mis géneros cinematográficos preferidos, pero excepto Black Mass todo lo que se ha rodado en los últimos años no tiene la calidad de las míticas películas que rodaron en el siglo pasado Coppola, Scorsese o Leone.

Pasado reciente de Japón sobre unas costumbres de otra época donde la mujer estaba sometida a un feroz patriarcado por unas costumbres milenarias (igual exagero). La degradación no solo es por ser mujer, es una cuestión de clases sociales, los hombres pobres también eran sometidos y humillados, no solo en Japón. En China hasta hace poco más de un siglo había miles de eunucos, esclavos y otras atrocidades que el ser humano ha perpetrado a sus semejantes.

Aparte de lo mal que me parece las costumbres que nos muestra la película. Está rodada e interpretada con mucha delicadeza. La protagonista tiene ojos azules lo cual es muy exótico y muy del gusto del país que produce esta superproducción, valga la redundancia.

Buenisimas la fotografía, el vestuario, el maquillaje y la música. Pero el guión (basado en un best sellers), me recuerda a la historia de la infravalorada Showgirls de Paul Verhoeven.

No está mal, pero cuando tienes unas expectativas altas y quieres ver una película que te guste tanto como Casino, o como los Padrinos o Uno de lo nuestros es difícil porque el listón está muy alto. Quieres ver a Dios, pero Dios no está. Son los mismos actores, el mismo director y una historia de mafiosos que ya en el trailer daba escalofríos.
El guión es bueno, pero con ganas de equivocarme, afirmo que esta todo dicho en el género de mafia, es un tema que se ha tocado desde muchos puntos de vista, mis preferidas son las antes mencionadas y también la obra maestra de Sergio Leone, Erase una vez en América.

Uno de los atractivos era juntar al mismo reparto con el que triunfó en los noventa este genio del celuloide. Pero son ancianos interpretando a personajes más jóvenes y la solución que le han dado a mi no me ha convencido. En los Padrinos a Vito Corleone le interpretaba Robert de Niro de joven y Marlon Brando de viejo, no hubiera quedado nada bien coger a Marlon Brando y retocarle con maquillaje para que pareciera más joven.
Scorsese ha utilizado lo último en tecnología digital para retocar a los protagonistas y rejuvenecerlos, lo cual a mi personalmente me ha parecido un horror. Es raro ver caras digitalizadas como si fueran un puto videojuego. Caras jóvenes en cuerpos que se mueven como ancianos de de ochenta años, queda muy muy raro.

Aun así, un lujo ver a los mejores actores del mundo en una película, quizás el que mas me gusto es Harvey Keitel. Al Pacino no me ha convencido del todo y Robert De Niro aunque ha hecho películas regulares, le he visto en mejores situaciones, como por ejemplo El cazador.

Quizás algún día vuelva a ver una película tan genial como las que menciono en esta critica, hace poco vi Black Mass, que solo tiene cinco años y es bastante buena. Ya hizo Johnny Depp un peliculón de mafiosos también en los noventa Donnie Brasco.

Espero volver a ver El Irlandés y poder apreciar matices que no se ven en un primer visionado.Habrá que darle otra oportunidad, ademas la música es bastante buena.

Comedia inglesa de corte clásico y muy entretenida, es un humor inglés, blanco y políticamente correcto. Parodia a una de sus instituciones sagradas y tiene unas excelentes interpretaciones y se puede encontrar algo de crítica social camuflada entre el dinamismo de sus escenas.

He visto que alguna crítica compara esta película con Princesa por sorpresa, no creo que Sarah Gadon se pueda comparar a Audrey Hepburn, nunca ha habido otra actriz como ella, pero a mi la película me recordaba a Vacaciones en Roma.
Aun asi ella esta muy bien, y su hermana en la ficción Bel Powley también, la P2, aunque la mejor interpretación es para el papel del rey padre Rupert Everett, sin olvidarme de que la reina madre es la celebérrima Emily Watson.

Merece la pena verla, es refrescante que se sigan haciendo películas de este corte donde la sorpresa y la novedad de las protagonistas humaniza a las rancias casas reales europeas. Ni siquiera voy a mencionar que toca un tema similar al de la pelicula El principe de Zamunda, porque estaría feo.