Un documental sin narración excepto por frases y pensamientos de carácter abstracto. No hay una trama, solo una aparente anarquía de imágenes y escenas de un mundo desconocido para el acomodado occidental. Es una obra necesaria, un vehículo que nos transporta a otros lugares donde la supervivencia y el confort cobran otro significado. Es un espejo que nos muestra nuestra desagradable imagen de nosotros mismos, en esta parte del mundo, donde también existe el sufrimiento humano.
La calidad de la filmografía es excelente, al mismo tiempo que admirable el valor del cineasta para sumergirse en la África profunda. En esos lugares que aparecen en el documental, todo cobra un sentido diferente. "¿Cómo está el cuerpo hoy?" "- Está dentro de la ropa".

Trama basada en hechos reales, en la que se realza el poder de la fe, el fanatismo y los valores monacales. ¿No es contradictorio sentir miedo y esperanza al mismo tiempo, rencor y compasión? Magnífico papel del prior "Cristian y el de todos los monjes. La fotografía y el juego de luces es remarcable, aunque la película es en general un poco lenta. Hay que tomársela con calma, siendo especialmente recomendable para personas que tengan un interés concreto en la materia.

Interesante trama, poderoso drama. Y para colmo, una historia real. Toda esta película es una manifestación clara de la cita: "la justicia no es hija de la ley". Un grupo de personas han de sufrir en sus carnes la dureza de una injusticia cruda, ¿Cómo se puede sentir alguien al vivir algo así, durante tanto tiempo? El papel de los dos actores principales es notable. Y los temas que se tocan son varios: el contexto terrorista del norte de Irlanda; el resentimiento de un hijo; el amor fraternal; la justicia y su antítesis; la libertad; la lucha; la perseverancia.

Una película bonita, repleta de humanidad y realismo. Un viaje de auto-descubrimiento, lleno de tropezones y sufrimiento, pero también de alegría y de amor. La vida misma aparece pura en todas sus manifestaciones: el amor y el desamor, la enfermedad, la ambición y el estrés, el matrimonio, los problemas económicos, un matrimonio fracasado, la vejez, una hija pequeña, la poesía. Todo converge en esta obra en la que el espectador podrá sentirse identificado hasta las lágrimas. Y como siempre, brillante papel de Ricardo Darín (aunque sin dejar atrás al magnífico Héctor Alterio).

No soy un gran fan de la animación, sobre todo con aquellas películas manga que cumplen con ciertos estereotipos muy japoneses: infantilidad, ciencia ficción, muñecos extravagantes, etc. Esta película no es así. Es sorprendentemente realista y cruda al mismo tiempo, reflejando la dureza de una Guerra. Pese a ser una película de animación, te hará "sentir".