Como tantas veces me pongo a ver una película cuya fama de imprescindible la precede y me encuentro con que no entiendo el motivo de tanta fascinación. Dejando a un lado algunos planos que serían muy novedosos para la época, esta no es más que la historia de la neurosis de una actriz en decadencia. Tiene algún tinte de intriga, y recurre a clichés un poco manoseados: mansión perturbadora, mayordomo sospechoso... Y cómo no, el comportamiento de la protagonista, que me pareció tan histriónico que por esa misma razón no me inquietó en absoluto.

En fin, creo que realmente es un melodrama cuidado pero ni siquiera es esencialmente entretenido.

Diría que no la recomiendo, pero no. Es necesario verla para darse cuenta de ello y bajarla un muchito del pedestal.

Es el clásico thriller hollywoodiense con un argumento inquietante y salpicado de ciertas obviedades: la clásica película que ponen un domingo noche en la uno y es líder de audiencia. Tiene algunas escenas de gran intensidad e impacto visual y es muy entretenida por lo que no entiendo la manía de denigrar de entrada a este tipo de películas que, al menos,cumplen la función de ocio que es una de las que se le supone al séptimo arte.

Si al espectador le queda la idea de que sea prevenido en los océanos internetianos y refuerce el sistema de seguridad de su PC creo que además logra una cierta pedagogía al respecto.

...porque, por lo visto en Hollywood últimamente, el tema virus está ya utilizándose hasta la extenuación, y aún así, esta película me ha gustado mucho.

La historia como digo, es muy manida de un tiempo a esta parte: soledad, vampiros (en otras son zombies), ciudad desierta, búsqueda de antídoto... y la única presencia de Will Smith en las tres cuartas partes de la cinta. También parece que las últimas películas que he visto descansan fundamentalmente en el actor principal (y casi único). Por tanto aquí el protagonista es responsable casi absoluto del devenir de la peli (amén de los efectos especiales). Por tanto muy bien por Will Smith. Mejor dicho, él sólo no, porque la perra tiene el gran papel secundario: las mejores escenas la tienen como protagonista.

La cinta tiene gran acción, es muy ligera, con toques emotivos (indispensables) y también con un halo de espiritualidad que nos viene a decir que, aún en situaciones límite todo o todos tenemos un sentido, un destino, un porqué. El final, que a algunos no ha gustado, sin embargo a mí sí. Creo que resuelve la película por completo (que para mí es de lo que se trata) y coherentemente.

Cine policiaco del bueno, del que te mantiene totalmente enganchado a la historia y a las sub-tramas que se desarrollan. El ritmo es el adecuado, el guión no tiene fisuras y las interpretaciones son realmente buenas. No considero adecuado avanzar mucho más allá de la sinopsis del argumento, ya que lo mejor es sumergirse en el asunto sin mucha orientación previa; sólo apuntaré que de las cosas más interesantes de la cinta es el paralelismo que se hace entre los tres personajes principales.

Ojalá tenga el éxito de público que merece, que tendrá que ser por el boca a boca, ya que la publicidad en los medios la encuentro realmente escasa en comparación con otras cintas de calidad realmente inferior. Por mi parte, yo dejo aquí mi granito de arena.

Aquí la llaman Marie. Que palidezca Galdós o el populacho mismo: ni el personaje del primero ni la Regente María Cristina apodada por el segundo podrían comparársele.

Mujer (que ya no muchacha) que supuestamente llega, ve y vence. Y todo ello en una situación que haría huir al más pintado. Me extrañó sobremanera que el resto del reparto femenino no sintiera la llamada del lesbianismo y se le avalanzara encima, porque señores, según el guionista ella es el no va más. ¿Que usted no la ve para tanto? Ya somos dos.

Aunque se vela al resto de las apariciones femeninas para resaltar a Binoche destacar a la actriz que interpreta a Cara, una de las hijas del protagonista. Guapísima, acapara muchos planos y me parece una buena revelación. Steve Carell interpreta con acierto un personaje que nos roba el corazón por tierno y patosillo.

En cuanto a la película en sí misma es una inteligente oda a la familia, donde todos somos al natural, sin artificios, donde buscamos el calor y el consuelo. Está llena de momentos tiernos y divertidos, podríamos reconocernos en algunos de ellos. El enamoramiento que surge y que se convierte en el centro de la historia es el aglutinador de todo ello. Es, digamos, la excusa perfecta.

Ideal para todos los públicos.