Muy entretenida, con muchos altibajos, con momentos de cursilería familiar y momentos de sustos de esos para quitar el hipo, que después te hacen reír, como cuando un amigo te hace alguna mala broma. Crea complicidad, en el sentido de que uno puede ver los peligros que los personajes no, y eso hace que te preocupes; totalmente diferente al suspenso que te provocan otras películas, donde tanto los personajes como el espectador desconocen los peligros, aquí te lo dan todo servido. En fin, veánla y formen su propia opinión, a mi me parece que cumple.

Personalmente tenía una idea caricaturizada de este personaje, la que me había acompañado desde mi infancia, de aquel monstruo con tornillos en el cuello, que provocaba más lástima que cualquier otra cosa. Pero el que nos retratan aquí, es otra cosa, la veracidad con la que es plasmado desde su punto de vista estético es impecable, genera un montón de sentimientos de repulsión y miedo con tan solo verlo; lo que hace que las escenas donde tiene contacto con personas sean aún más creíbles. Es interesante como se plantea el contraste, entre su personalidad benévola y su horrible aspecto físico, que crean en él complejos humanos que a la postre lo llevarán a convertirse en el monstruo que es, y que logran que le tengamos compasión. En cuanto a la trama de la película en sí, hay momentos espeluznantes e imprevisibles, mínimos, pero que crean una atmósfera de terror en una parte importante de la historia. Son de admirar también en esta producción, sus decorados, su música y su maravilloso vestuario; pero lamentablemente las actuaciones exageradas y sobreactuadas especialmente la del personaje del Dr. Frankenstein, llevan al traste con todo lo anterior, haciendo que su nota baje considerablemente. Aún así muy recomendada.

Tras observar esto, se ha venido a mi memoria mi gran amigo Juan Pablo España, el más vago de todos los personajes que he conocido en mi vida, que alardeaba de filósofo además de muchas otras cosas; porque evidentemente esta canallada se basa, en una de las premisas más profundas y recordadas de mi viejo amigo, que alguna vez tuvo la oportunidad de pronunciar en una recordada clase de psicología, hace algunos años ya, en nuestros tiempos de universidad: “Si no puedes convencerlos, confúndelos”, desde luego mi amigo se refería a engatusar a nuestra querida profesora de entonces, bella ella, con artimañas que ni siquiera entendía, de las que hasta él mismo se reía. Pues bien, en el caso que nos ocupa, tal sentencia, se ajusta a la perfección; porque aquí pretenden con un sinfín de recursos de medio pelo, ocultar un vacío conceptual, creativo y argumental, con escenas totalmente carentes de sentido, que no llegan a concretar lo que quieren producir; emoción, risa, llanto, ternura… no consiguiendo nada en absoluto. Podría, extenderme largamente hablando de lo negativo de lo que acabo de ver, pero sería demasiado, porque cada segundo es peor que el otro, además no vale la pena. Que falta de amor propio por favor hacer esto. Es tan obvio lo que sucede, que cuando me adelantaba a los hechos y diálogos, mi hermana me miraba con ojos de asombro, por mis facultades pitonisas. Tan obvio que hasta el supuesto giro final de la historia uno se lo prevé. No hay derecho. Hasta se me quitaron las ganas de irme de vacaciones a Venecia. Deberían denunciarlos por esta infamia.

Para concluir diré, que mi profesora no era ninguna boba, como para no darse cuenta de las malintencionadas tretas de mi descarado amigo, que por supuesto lo ponía en su lugar pese a su simpatía. Como creo, que muchos de nosotros nos parecemos a ella, al no dejarnos engañar con esto, así otros, muy pocos, pretendan hacernos creer lo contrario. Y por favor, no queremos más “juan pablos españa” del cine. Esto es suficiente.

P.D. Prometo ir a visitar a mi buen amigo un día de estos.

Impetuosa película de policías y ladrones, con poderosas escenas de acción, que han hecho que sus balas me pasen rozando la oreja. En donde un astuto ladrón con sus compinches, son perseguidos sin tregua por un inteligente escuadrón de policía, que cuenta con la mejor tecnología del momento. La he disfrutado al máximo, que aún me estoy estremeciendo de la emoción. No sé por qué no le he puesto un 10, se lo merece.

Inicia contándonos, la historia de un pterodáctilo, que regresa a la vida gracias a los experimentos de un científico, para comenzar a generar el pánico en la ciudad de París. Situación, que ocupa mucha importancia a lo largo de su recorrido, pero, como nos daremos cuenta rápidamente, no contribuye en nada al interés de la trama en sí; que a la postre en cambio, irá en detrimento de la misma, distrayendo sustancialmente la atención, del verdadero meollo del asunto, para nunca más lograr enderezar el camino. La protagonista, de cierta gracia, de belleza encantadora, hace aparición momentos después, en una aventura por Egipto, en busca de una momia con conocimientos ancestrales, que pueda curar a su hermana de la grave enfermedad que la aqueja. En este punto, la historia parecía tener algún sentido, y auguraba una película de verdadera aventura, pero lastimosamente, abusa de los momentos de humor, quedando en una absurda comedia, con situaciones estrambóticas, chocantes para nuestros sentidos y para nuestra razón. Al final, asistimos a una mezcla, de comedia, aventura romance, con buenos efectos especiales, pero con una sensación de indiferencia por lo que acabamos de ver.