Creo que son tres los motivos que pueden llevar a ver esta película, otra pésima secuela de Los chicos del maíz (1984):

1) Interés por ver a Eva Mendes en sus primeros pasos como actriz en el cine. Si es sólo esto, la verdad es que no merece la pena.

2) Aficción a las películas de terror. Ésta verdaderamente no da la talla: no hay sustos ni tan siquiera trazas de algo que pueda asustar; además, sigue un guión flojo que consigue que la película transcurra con más pena que gloria.

3) Haber visto alguna otra película sobre los chicos del maíz, y ser tentados por la curiosidad. La película original, basada en un relato corto de Stephen King, tuvo cierto impacto en su momento pese a sus pocos recursos: esto explica que haya gente que le guarde cierto cariño, pero lo cierto es que como película de terror deja mucho que desear... y para colmo ha dado pie a un total de seis secuelas de bajo nivel.

Volviendo a lo que nos ocupa, ésta es una película mala que no aporta nada, y que no contentará ni a los seguidores de la original, ni a los interesados en el cine de terror, ni a los incondicionales de Eva Mendes.

No quiero ofender a nadie con la comparación, ya que con esta película la gente se pone algo suceptible: o es desternillante o es ridícula.

Para mi gusto es las dos cosas, igual que algunos capítulos de "Padre de familia", donde consiguen que te descojones con un gag completamente absurdo, y el siguiente (igual de absurdo) te parece una estupidez. En el spoiler enumero los que me hicieron reír (y mucho) y los que me hicieron pensar que era una mierda (que fueron muchos: no hay término medio).

Al margen de la gracia que haga la película, me gusta que los Monty Python la hayan sacado sin casi presupuesto, pero sobre todo que cinco años después se superaran con "La vida de Brian".

Comedia romántica con trama sobre magia que se puede catalogar como un popurrí de géneros que no termina de cuajar.

Desde el principio la historia se muestra inconexa, siendo incapaz de unir las escenas de forma efectiva: simplemente se superponen mientras transcurre el tiempo y las niñas se convierten en adultas. Luego comienza la trama principal, pero sigue habiendo mucho desorden que hace perder el interés por la película...

Es floja incluso como pasatiempos, quizás para el público infantil resulte más entretenida.

Se trata de una película de terror protagonizada por jóvenes universitarios americanos, por lo que no debemos esperar algo que se salga de lo típico: una primera escena de un asesinato, un par de sustos, un grupo de amigos muriendo paulatinamente, una persona que puede ordenar más medidas de seguridad pero que no lo hace, unos pocos giros en el guión para intentar intrigar al espectador y, en general, una historia no muy creíble.

Aún así, si están dispuestos a perdonar estos elementos habituales en las películas de este género, y sabiendo que no encontrarán nada nuevo aquí, "Leyenda urbana" es una aceptable película para pasar un rato entretenido.

El punto de partida es bastante original, y nos engancha porque todos hemos oído alguna vez las leyendas urbanas que se nombran. La película transcurre con bastante dinamismo, por lo que no llega a aburrir, y esto es en parte gracias a una fotografía muy buena: el color de las imágenes es visualmente agradable.

Conocí esta obra maestra, etiquetada como "la peor de la historia del cine", gracias a la película biográfica "Ed Wood" (1994), de Tim Burton.
Algún tiempo después la conseguí en versión original con subtítulos en español, y me reuní con mis amigos más frikis y curiosos para, en presencia de una buena botella de ron, comprobar si efectivamente era tan mala.

Sí, lo es. La película es un espectacular desfile de errores, que nos obligaba a pararla continuamente para reírnos sin perder detalle: actores cutres leyendo lo que tenían que decir, respaldos de sillas haciendo de volantes, platillos colgados de hilos, lápidas de cartón mal recortadas que se tambaleaban al menor golpe, y una infinitud de escenas repetidas, mal montadas y donde el día y la noche parecían luchar por aparecer al mismo tiempo.

Sin embargo, detrás de la fría voz del narrador y de los penosos diálogos, se atisba lo que parece ser un intento de crítica a la carrera hacia la destrucción nuclear de la raza humana.

Quizás en su día las maquilladas caras de Vampira y Tor Johnson consiguiesen asustar, en una época en la que estaban de moda las películas sobre invasiones extraterrestres. El argumento de la película es malo, pero creo que con una buena dirección se podría hacer algo decente... aunque claro, esta obra es insuperable.

En conclusión: esta pequeña joya de hora y cuarto de duración la recomiendo a todo aficcionado al cine que sea curioso, y que no le importe descubrir en un traje extraterrestre el dibujo de lo que parece ser un hacha medieval... o que no se pregunte por el funcionamiento de un ordenador-traductor metido en un maletín (al que Burton hace un guiño en "Mars Attacks!").
Eso sí, si quieren puntuarla con más de un 1... asegúrense de verla tal y como yo lo hice. La disfrarán.